Desde que prácticamente el hombre tiene noción del romanticismo, las rosas han sido el aroma emblema del amor y el dibujo de un corazón el icono al que acudimos para simplificar el sentimiento.

El 14 de febrero se ha convertido en esa fecha que a nadie deja indiferente. Solo existen dos formas de posicionarse frente a San Valentín: o lo celebras o lo criticas. Todo el mundo conoce la historia de aquel romano que casaba a escondidas a los enamorados, germen de esta popular fiesta que hace que nos sintamos pelín culpables si no le regalamos algo a nuestra pareja. O si lo quieres ver de otra forma, se convierte en la excusa perfecta para dar rienda suelta a la pasión y que absolutamente todo en ese día esté salpicado de romanticismo. Hasta tu fragancia.

En lo más profundo de nuestro subconsciente relacionamos un aroma con una persona, un recuerdo o un sentimiento. El intenso olor a violetas de tu abuela, la cítrica y despierta fragancia de aquella compañera del trabajo, el olor a tabaco de uno de los hombres que marcaron tu vida… Muchas personas aseguran que al encontrar un perfume que les enamora, se entregan por completo a él y no lo cambian a lo largo de su vida.

Pero como una auténtica adicta a los perfumes, o por lo menos una persona que sabe diferenciar entre perfume y colonia, te aseguro que no hay nada como descubrir nuevos aromas. Eso sí, si pruebas nuevas fragancias, te ocurre lo mismo que a los fieles de un perfume, te enamoras, te vuelves loca por él, lo recomiendas y sueles rociarte ese perfume casi de forma adictiva, sea la ocasión que sea. Pero la infidelidad está ahí, descubres una fragancia nueva y el juego se repite… Hasta que reincides y descubres que hay un perfume para cada estación, para cada evento, para cada sentimiento y, por supuesto, cada uno de ellos se convertirá en uno de los complementos circunstanciales de tu vida. Seguro que recuerdas perfectamente cuál fue tu primera fragancia, el perfume con el que pasaste toda la universidad, el que llevabas cuando conociste a tu pareja y una larga lista de etcéteras.

Así que con este mood llega San Valentín y lo que apetece es entregarse sin reservas a perfumes que tienen por protagonistas edulcoradas notas frutales o de almizcle, flores (hay vida más allá de las rosas y los bouquets) como la peonía, la lavanda, la hortensia, el geranio, etc. Si lo que deseas es dejar una profunda huella en tu enamorado, además de potenciar tu sensualidad, toca darle una oportunidad a las notas orientales, esas que llegan casi a nublarte el subconsciente y funcionan como un embrujo. Por supuesto, tampoco hay que olvidarse de los perfumes cítricos, aquellos que ayudan a despertar todos los sentidos y mantienen en el cuerpo esa agradable sensación de frescura.

Notas, recuerdos o sentimientos que quieras despertar en la persona que va a disfrutar de tu aroma. Todo cuenta a la hora de elegir el perfume para San Valentín, tanto si eres tú la que lo vas a llevar como si lo vas a regalar. La oferta de perfumes a tu alcance es tan amplia que hoy hemos seleccionado un mix ganador, fragancias nuevas y totalmente adictivas, packagings que se convierten en elementos de decoración y algún que otro clásico con el que siempre acertar.

Estos son nuestros 14 perfumes para el 14 de febrero… ¡Feliz San Valentín!