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El Príncipe Carlos, el más aburrido
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El Príncipe Carlos, el más aburrido

La elegancia y la simpatía no están unidas. Si la semana pasada el Príncipe Carlos fue elegido la persona más elegante del mundo, ahora la tenido

Foto: El Príncipe Carlos, el más aburrido
El Príncipe Carlos, el más aburrido

La elegancia y la simpatía no están unidas. Si la semana pasada el Príncipe Carlos fue elegido la persona más elegante del mundo, ahora la tenido la desgracia de encabezar otro ranking menos lustroso. El hijo de Isabel de Inglaterra ha sido votado como el orador más aburrido del planeta. Vamos, que el heredero duerme hasta las ovejas con sus prolongados discursos.

A sus 60 años, Carlos tiene fama de dar largos y apasionados discursos relacionados con la deforestación y el calentamiento global. Y es que el Príncipe de Gales es un gran defensor de la causa ecológica, por lo que posee incluso su propia granja de productos naturales. Sin embargo, sus súbditos parece que no son tan ‘verdes’ como su querido heredero. Por ello, sus palabras les resultan vacías y su ritmo de exposición cansado, según se desprende de una encuesta realizada por SpinVox en Gran Bretaña.

A Carlos de Inglaterra no le siguen ni su madre Isabel ni su esposa Camilla Parker-Bowles. A los encuestados les aburre soberanamente el primer ministro británico Gordon Brown, aunque le sigue muy de cerca Kate Winslet. Muchos piensan que la oscarizada actriz actuó de una forma ridícula cuando dio un pequeño discurso entre lágrimas tras recoger el premio en el Teatro Kodak de Los Angeles, de acuerdo con la encuesta. Completan la lista el locutor radiofónico Chris Moyles y David Beckham, que no es del agrado de sus conciudadanos.

Pero parece que este inmerecido premio no ha causado problema al heredero británico. Acompañado de su esposa Camilla, el Príncipe ha seguido dando sus discursos sobre ecología, aunque esta vez al otro lado del charco. Ha estado de viaje oficial en Chile, Brasil y Ecuador, donde ha expuesto sus ideas sobre la protección del medio ambiente a quien le ha querido escuchar.

La elegancia y la simpatía no están unidas. Si la semana pasada el Príncipe Carlos fue elegido la persona más elegante del mundo, ahora la tenido la desgracia de encabezar otro ranking menos lustroso. El hijo de Isabel de Inglaterra ha sido votado como el orador más aburrido del planeta. Vamos, que el heredero duerme hasta las ovejas con sus prolongados discursos.