Reaparece Latifa, la princesa árabe que intentó huir del Gobierno de su padre
Tras nueve meses en paradero desconocido, la hija del jeque Mohamed bin Rashid Al Maktum aparece en unas extrañas fotografías que significan el fin de su angustiosa huida de Dubái
Han pasado nueve meses desde que se conociera la última noticia de Sheikha Latifa, princesa árabe de 33 años que vuelve al ojo público después de una sonada huida que la intentaba alejar del gobierno de su padre en Dubái, el emir Rashid Al Maktum. La historia, propia de una telenovela, se remonta siete años atrás, cuando la joven, una más de los 30 hijos que tiene el mandatario, conocía a Tiina Jauhiainen, su exprofesora de capoeira, y a Hervé Jaubert, exoficial y espía franconorteamericano. Los tres, en el más sumido de los secretos, urdieron cautelosos la huida de Latifa, quien aseguraba haber sido maltratada y oprimida toda su vida, ya que “la vida de las mujeres no vale nada en su país. Son tratadas como subhumanas”.
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Así, en marzo de este año se ponía en marcha este 'plan perfecto' que consistía en el traslado de la princesa y su exprofesora a través de un yate que pretendía dejarlas en Goa, cerca de la India. Objetivo fallido que hacía aguas cuando la embarcación era tomada por el Ejército y la princesa capturada para ser llevada de vuelta a su país, aunque, según ella, "prefería ser enterrada que traída de vuelta a su tierra". Desde entonces, no se supo nada de la joven, que era protagonista de un famoso documental de la BBC emitido hace unas semanas llamado ‘Escape de Dubái’.
El documental, material que viralizó la situación
Era justo la repercusión mediática de dicha emisión y los constantes mensajes de organizaciones como la ONU o Human Right Watch, que reclamaban saber la situación de la princesa, lo que obligaba al Estado a publicar el pasado jueves estas imágenes de la exfugitiva. En las instantáneas, que eran emitidas por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional, se aprecia a Latifa en un almuerzo del pasado 15 de diciembre. A su lado, Mary Robinson, de 74 años, expresidenta de Irlanda y ex alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que aportaba el toque de calma que requería la situación. Con las imágenes se publicaba un pequeño y escueto comunicado que afirma que “la mujer se encuentra bien y con su familia”. Nada más.
Esta no es la primera historia de una fuga real entre la familia del jeque, ya que anteriormente Shamsa, hija del emir, también intentó escapar de la tiranía familiar y empezar desde cero. Éxodo también fallido, ya que antes de llevarlo a cabo era capturada en la frontera de Dubái y mandada a una prisión donde, según ella misma, fue torturada durante tres años y medio. Situación que, por el momento, no ha reconocido Latifa, quien posa con semblante serio y mirada perdida en las fotos que ponen fin a este entuerto familiar y político.
Han pasado nueve meses desde que se conociera la última noticia de Sheikha Latifa, princesa árabe de 33 años que vuelve al ojo público después de una sonada huida que la intentaba alejar del gobierno de su padre en Dubái, el emir Rashid Al Maktum. La historia, propia de una telenovela, se remonta siete años atrás, cuando la joven, una más de los 30 hijos que tiene el mandatario, conocía a Tiina Jauhiainen, su exprofesora de capoeira, y a Hervé Jaubert, exoficial y espía franconorteamericano. Los tres, en el más sumido de los secretos, urdieron cautelosos la huida de Latifa, quien aseguraba haber sido maltratada y oprimida toda su vida, ya que “la vida de las mujeres no vale nada en su país. Son tratadas como subhumanas”.