Un irreconocible palacete de Pedralbes, listo para la mudanza (ya cuelgan hasta cortinas)

Ya hay hasta cortinas colgadas. Las obras del llamado palacete de Pedralbes, la casa en la que vivieron la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin durante años, avanzan a buen ritmo y “ya falta poco” para que estén terminadas. Así lo ha comentado a Vanitatis uno de los obreros que trabajan en las reformas. La mansión ha cambiado su aspecto y ya no se parece en nada a la casa de los exduques de Palma. La propiedad fue adquirida en septiembre de 2017 por Laith Pharaon (1968), un magnate hotelero de origen árabe.

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La casa unifamiliar de 622 metros cuadrados edificados en un terreno de 2.145 fue comprado a los exduques por la sociedad luxemburguesa con raíces en Liechtenstein Southbury Holding SARL. Y posteriormente adquirida por este británico de origen árabe que tiene propiedades en medio mundo. El mal llamado palacete, puesto que no es más que una gran casa en un buen barrio, fue abandonado por sus famosos propietarios el 31 de agosto de 2013, cuando empezó su exilio en Suiza.

Mucho se ha comentado de la vivienda durante este largo tiempo que ha estado en obras, que si apartamentos, que si una residencia, que si hotel. Sin embargo, a las preguntas de este medio, uno de los responsables de los trabajos es claro: “No serán ni apartamentos ni hotel, esto es una casa privada de un propietario”.

Con las paredes blancas y negras, la casa sigue manteniendo un estilo moderno que mucho dista de su aspecto original, afrancesado y clásico. Rodeada de inmuebles que todavía mantienen ese estilo antiguo, la vivienda sigue llamando la atención en un barrio discreto que cuenta con vecinos como la Clínica Planas y el Consulado de Japón.

El interior de la finca está ya casi terminado y se ultiman cuestiones relativas a la decoración: lámparas, las citadas cortinas, muebles... La fachada, no obstante, todavía no está terminada del todo, sobre todo la valla que protege la casa, que sigue en obras. En el jardín, donde está la piscina, hay una pequeña casa que tampoco está terminada. El resto está casi habitable.

El comprador de la finca es un empresario que tiene varias sociedades mercantiles que operan en Barcelona y todas gozan de buena salud. Moracle Barcel SL, por ejemplo, cuenta con un activo que roza los 60 millones de euros. La vida de Pharaon ha sido la clásica de multimillonario. En su juventud había competido en carreras de alta mar y en el F1 Powerboat durante varios años.

Nacido en Londres, es hijo de Gaith Pharaon, un polémico magnate árabe perseguido incluso por el FBI. Pharaon padre -hijo de Rashid Pharaon, médico del viejo rey Abdulaziz de Arabia Saudí- 'compitió' con don Juan Carlos I, quien supuestamente intervino para tener un papel importante como mediador para lograr contratos del Gobierno saudí con empresas españolas. Lo cuenta la periodista Ana Romero en su libro ‘Final de partida’ (La Esfera, 2015), donde señala que “Pharaon se vio afectado por esta condición de don Juan Carlos porque hasta entonces él había tenido la exclusiva de la intermediación en los grandes contratos”.

Punta del Este

El propietario de Pedralbes “tiene un inmenso yate que suele ser visto en verano en las islas del Mediterráneo y la Riviera francesa: mientras en el verano austral es conocido por las ostentosas fiestas que ofrece en su mansión de Punta del Este, en Uruguay”. Pharaon suele aparecer en los medios de América del Sur, en especial los argentinos y uruguayos, por sus grandes fiestas en la llamada Ibiza del Cono Sur.

En estos momentos, su nueva casa barcelonesa está casi a punto para ser habitada. Veremos si el magnate británico de origen árabe le coge cariño a la ciudad y se le ve por los puntos de moda, algunos cerca de su nueva vivienda.