La infanta Elena (como su cuñada Letizia) no le tiene miedo a las canas

Pocas veces un evento de como el de la presentación de los carteles taurinos de la próxima feria de San Isidro ha dado tantos titulares ajenos al tema protagonista. Lo que más llamó la atención a primera vista fue el moratón que lucía el rey emérito en su ojo que, según la versión oficial, obedecía a una operación rutinaria.

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La gran protagonista, sin embargo, iba a ser su nieta Victoria Federica, que estaba espléndida con un mono de cuello camisero y una 'blazer'. Un look impecable en el que destacaban su original bolso y sus maxi-pendientes, lo que se está convirtiendo en uno de sus signos de identidad.

Las miradas también estaban puestas en el torero Gonzalo Caballero, allí presente, aunque se evitó (y se consiguió) la foto de ambos juntos. Aunque su amistad es muy íntima y se ha llegado a apostar por que podrían ser pareja, Jaime de Marichalar ha declarado hace unos días que su hija no tiene novio, así que, si nos atenemos a sus palabras, romance descartado...

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Y volvemos a la infanta Elena. Si bien es cierto que estaba impecable, como es en ella habitual, y pese a ser eclipsada por la pujanza de su hija, destinada, sin duda, a convertirse en una de las 'it-girls' de la realeza, era protagonista por recibir un galardón precisamente por la gran pasión que ha mostrado siempre por la denominada 'fiesta nacional', algo que ha heredado de su padre y que, a su vez, comparten sus hijos, Victoria Federica y Froilán, quien, por cierto, llevaba un look casi calcado al de su abuelo.

La infanta Elena recibió el premio 'Mujer y Tauromaquia' y en su discurso, visiblemente emocionada, además de subrayar el vínculo taurino que le une con su padre, hizo un recuerdo muy especial a alguien que ya no está...: "Quiero hacer referencia a otra gran amante de los toros, mi abuela, la condesa de Barcelona, a quien quiero dedicar este galardón, como mujer y gran aficionada que fue".

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Nos quedaba, al menos otro prisma, para completar la crónica de este acontecimiento: ¡las canas de la infanta Elena! Y es que lo que antes podía ser interpretado como un síntoma de dejadez se ha convertido en toda una tendencia.

Quizás haya sido Ángela Molina la pionera en nuestro país en lucirlas con orgullo, pero la reina Letizia tampoco ha sido ajena a esta tendencia, como ya dejó de manifiesto en la fiesta que celebró el periódico 'La Razón' y que fue comentadísimo. Ahora la duquesa de Lugo demuestra que también sabe llevarlas con elegancia.