La incendiaria carta de Meghan Markle y Harry a cuatro periódicos británicos
La pareja ha tomado otra de sus insólitas decisiones y ha anunciado a cuatro conocidas cabeceras británicas que no volverán a colaborar con sus periodistas
Meghan Markle y el príncipe Harry han dado un nuevo -y decisivo- paso en su guerra contra la prensa británica. Este domingo, la pareja enviaba una carta a cuatro conocidos tabloides británicos para anunciarles que, a partir de ahora, no habrá ningún tipo de colaboración con estas cabeceras como tampoco con sus periodistas. Lo hacen, además, en un momento crucial en la batalla legal que emprendían el pasado verano, ya que el viernes está previsto que comience el juicio en el Tribunal Superior de Londres, para el que las declaraciones de uno y otro lado tendrán lugar de forma telemática.
Concretamente, los medios a los que afecta son el 'Daily Mail', el 'Express', el 'Mirror' y 'The Sun'. En la carta, que reproducimos más abajo, la pareja explica -a través de sus representantes- que no habrá ningún tipo de corroboración para sus periodistas, es decir, las llamadas para confirmar las diferentes informaciones que llegan a la redacción no serán ni respondidas ni devueltas, acusándoles de contar o publicar informaciones aun cuando "saben que será distorsionado, o es falso o invasivo más allá de lo razonable".
A medida que el duque y la duquesa de Sussex van instalándose en el próximo capítulo de sus vidas y ya no reciben ningún apoyo financiado con fondos públicos, estamos escribiendo para establecer una nueva política de relaciones con los medios, específicamente en lo que respecta a su organización.
Al igual que usted, el duque y la duquesa de Sussex creen que una prensa libre es la piedra angular de cualquier democracia, especialmente en momentos de crisis. En el mejor de los casos, esta prensa gratuita arroja luz sobre lugares oscuros, contando historias que de otro modo no se contarían, defendiendo lo que es correcto, desafiando el poder y responsabilizando a quienes abusan del sistema.
Se ha dicho que la primera obligación del periodismo es la verdad. El duque y la duquesa de Sussex están totalmente de acuerdo.
Es gravemente preocupante que una parte influyente de los medios, durante muchos años, haya tratado de aislarse de asumir la responsabilidad de lo que dicen o imprimen, incluso cuando saben que será distorsionado, es falso o invasivo más allá de lo razonable. Cuando el poder se disfruta sin responsabilidad, la confianza que todos depositamos en esta industria tan necesaria se degrada.
Esta forma de hacer negocios tiene un costo humano real y afecta a todos los rincones de la sociedad.
El duque y la duquesa de Sussex han observado a personas que conocen, así como a completos extraños, ver sus vidas completamente separadas sin ninguna buena razón, aparte del hecho de que los chismes salaces aumentan los ingresos publicitarios.
Dicho esto, tenga en cuenta que el duque y la duquesa de Sussex no se involucrarán con su publicación. No habrá corroboración y cero compromiso. Esta es también una política que se está instalando para su equipo de comunicaciones, con el fin de proteger a ese equipo del lado de la industria que los lectores nunca ven.
Esta política no trata de evitar las críticas. No se trata de cerrar una conversación pública o censurar informes precisos. Los medios tienen todo el derecho de informar y, de hecho, tienen una opinión sobre el duque y la duquesa de Sussex, buena o mala. Pero no puede basarse en una mentira. También quieren ser muy claros: esto no es de ninguna manera una política general para todos los medios.
El duque y la duquesa de Sussex están ansiosos por trabajar con periodistas y organizaciones de medios de todo el mundo, interactuando con los medios de base, los medios regionales y locales, y los periodistas jóvenes y prometedores, para destacar los problemas y las causas que tanto necesitan ser reconocidas. Y esperan hacer todo lo posible para ayudar a que tengan nuevas oportunidad voces más diversas y subrepresentadas, que se necesitan ahora más que nunca.
Lo que no harán es ofrecerse como moneda para una economía de clickbait y distorsión.
Nos alienta que este nuevo enfoque sea escuchado y respetado.
De toda la carta, llama especialmente la atención un fragmento: "El duque y la duquesa de Sussex han visto a personas que conocen, así como a extraños completos, ver sus vidas completamente separadas sin ninguna buena razón, aparte del hecho de que los chismes salaces aumentan los ingresos publicitarios". Unas palabras que en gran medida pueden referirse a Thomas Markle, el padre de Meghan, quien fue el detonante de esta batalla legal, al haber facilitado al 'Daily Mail' la carta de la discordia que la duquesa le escribía unos meses después de su boda y que la cabecera británica publicaba en febrero del pasado año. Una carta que es, precisamente, uno de los pilares en los que se basa la demanda que los Sussex interpusieron a dos grupos editoriales en septiembre y cuyo desenlace está cerca.
Ya cuando anunciaron su salida de la Casa Real, dejaron clara su postura con respecto a los medios de comunicación, por lo que la carta, aunque no deja de ser un hecho insólito, no anuncia nada de lo que no hubieran avisado, aunque hasta ahora no lo han hecho efectivo de forma oficial. Y es posible que no tenga que ver solo con la cercanía del juicio: casualidad o no, dos de las cabeceras a las que ha ido dirigida la misiva han sido las primeras que han publicado fotos de la pareja en Los Ángeles.
Aunque lo cierto es que ya habían ido dando pistas de que la nueva política de comunicación ya era efectiva antes de que estos medios recibieran la misiva: para su última reunión en Buckingham, invitaron a un grupo reducido de periodistas, escogido por ellos mismos; hace unos días, la pareja confirmaba a 'The Telegraph' la información y el nombre sobre su nueva fundación, Archewell; y la propia Meghan va a conceder una entrevista este mismo lunes en el programa 'Good Morning America'. Aunque se prevé una entrevista muy blanca y en la que solo hablará sobre el documental 'Elephant', al que ha puesto voz, no deja de ser una evidencia más de su decisión: dado que no están vinculados de forma oficial a Buckingham, ellos deciden qué contar, cuándo y a quién.
Meghan Markle y el príncipe Harry han dado un nuevo -y decisivo- paso en su guerra contra la prensa británica. Este domingo, la pareja enviaba una carta a cuatro conocidos tabloides británicos para anunciarles que, a partir de ahora, no habrá ningún tipo de colaboración con estas cabeceras como tampoco con sus periodistas. Lo hacen, además, en un momento crucial en la batalla legal que emprendían el pasado verano, ya que el viernes está previsto que comience el juicio en el Tribunal Superior de Londres, para el que las declaraciones de uno y otro lado tendrán lugar de forma telemática.