Las tradiciones y cena de la familia real noruega, en unas navidades marcadas por el recuerdo de Ari Behn

Si hay algo que caracteriza la Nochebuena de la familia real noruega es que, a diferencia de la mayoría de casas reales, los reyes Harald y Sonia la celebran separados de sus hijos. Es algo que llevan haciendo desde hace ya algunos años y se había convertido en algo habitual, por lo que estas navidades se celebrarán igual, motivados además por la situación de pandemia. Pero si por algo se van a caracterizar estas fiestas para la familia es porque se cumple un año del fallecimiento de Ari Behn. El escritor y exmarido de la princesa Marta Luisa decidía quitarse la vida el mismo día 25 de diciembre, por lo que la Navidad va a estar marcada, inevitablemente, por su recuerdo.

Lo que aún no se sabe es si, tras pasar la Nochebuena por separado, se celebrará la tradicional reunión familiar del día 25, cuando los reyes asisten a la misa de Navidad en Holmenkollen, una cita a la que nunca fallan, habitualmente acompañados de sus hijos y sus nietos. Fue precisamente la cita en la que veíamos a Durek Verrett, el novio de Marta Luisa de Noruega, junto a sus suegros por primera vez. Una imagen muy esperada, pero que quedaba empañada poco después de darse a conocer el trágico fallecimiento de Ari Behn, que consternó a todo el país.

Dudas y recuerdos a un lado, hay algunas costumbres con las que la familia real cumple a rajatabla, independientemente de cómo y dónde cenen. La reina Sonia se encarga personalmente de colocar y adornar el árbol unos días antes de Navidad. Una peculiaridad de la decoración es que algunos de los adornos, bolas y candelabros pertenecían a la reina Marta, la madre del actual rey Harald, y datan de los años 20, antes incluso de que la princesa sueca contrajera matrimonio con el entonces príncipe heredero Olaf. Una costumbre muy arraigada en el país es reunirse en torno al árbol con las manos cogidas para entonar villancicos y expresar sus deseos para el año que entra, por lo que la reina Sonia se esmera especialmente en que no falte detalle al abeto, que también decora con velas, otra tradición noruega.

En el apartado gastronómino, sí hay que destacar que la familia real tiene tu propia tradición. Aunque los platos más típicos en Noruega para la cena de Nochebuena son el bacalao o el cordero, ellos cenan cerdo asado, una costumbre que implantó el rey Haakon VII -abuelo del rey Harald- en 1905. Lo que no se pueden perder es el pudin de arroz de postre o las galletas de jengibre, muy típicas en todos los países del norte de Europa, además de las pasas o las frutas escarchadas. Y, por supuesto, tampoco faltan los regalos, que los más pequeños de la casa encuentran bajo el árbol la mañana del día 25. En el país, existe la creencia de que quienes los reparten por las casas son los ayudantes de Santa Claus, unos pequeños duendes de orejas puntiagudas llamados 'julinessen'.