Ana María Morales, la hija de Alexia de Grecia y sobrina del rey Felipe, cumple 18 años

Día de celebración para la familia real griega, aunque las circunstancias actuales impidan una reunión de Constantino y Ana María de Grecia con sus hijos y sus nietos. Por eso, no van a poder felicitar en persona a Ana María Morales, la segunda hija de su primogénita, la princesa Alexia, que cumple este sábado unos significativos 18 años. Quizá, a pesar de su sangre real, no hayan oído hablar demasiado de ella. No es raro: si algo caracteriza su vida y la de su familia es una absoluta discreción. De ahí que sea prácticamente imposible encontrar una imagen suya actual, ni siquiera en redes sociales. Una opción completamente opuesta a la exposición mediática que tienen, por ejemplo, sus primos maternos, los hijos de Pablo de Grecia y Marie-Chantal Miller, con su hija Olympia a la cabeza.

Ana María, que se hace llamar Anne Marie, recibió su nombre en honor a su abuela materna, princesa de Dinamarca y hermana de la actual reina Margarita. Nació en Barcelona y fue bautizada, dos meses después, en el monasterio de Pantanasa, en el Peloponeso griego. La cita familiar significaba mucho más que celebrar el simple sacramento: era la primera vez que el depuesto rey Constantino, expulsado del país en 1967, podía reunir a su familia en su tierra, después de ganar el derecho a volver en los tribunales. En la cita estuvo hasta la reina Sofía, que no dudó en hacer un paréntesis en sus vacaciones en Mallorca para asistir a la fiesta, en la que el príncipe Pablo de Grecia actuó de padrino de su nueva sobrina.

De ese día, en el que descansaba plácida en brazos de su madre, las reuniones familiares a las que Ana María ha asitido con presencia de prensa no han sido muchas. La última, cuando la reina Margarita de Dinamarca quiso celebrar una Navidad más que especial en 2014. Para ello, invitó a Fredensborg a sus hijos y sus nietos, además de los de sus dos hermanas, Ana María y Benedicta. Desde entonces, no hemos vuelto a ver a la hija de Alexia de Grecia y sus hermanos en un ambiente tan palaciego. Cierto es que sus visitas a Porto Heli, donde se instalaron sus abuelos al volver a Grecia, son frecuentes. Pero para los Morales de Grecia no se trata de una cita royal, sino simplemente de unas vacaciones familiares.

Lógicamente, la pandemia hace que no pueda ver a sus cinco primos griegos tanto como quizá las dos familias quisieran, ya que, a excepción del príncipe Nicolás y Tatiana Blatnik, que se instalaron en Atenas hace unos años, los demás hijos de Constantino y Ana María de Grecia están repartidos por el mundo. Alexia y Carlos Morales viven en Lanzarote con sus cuatro hijos. Teodora lo hace en Estados Unidos con su prometido. Pero en el caso de Pablo y Philippos es aún más complicado. El primero vive a caballo entre Nueva York y Londres, con varias propiedades en ambas ciudades. Philippos, por su trabajo y el de su chica, viaja con muchísima frecuencia.

Así que las reuniones de la familia al completo no son especialmente fáciles. La última fue virtual tuvo lugar en la pasada Pascua ortodoxa de 2020, para la que los de Grecia y Dinamarca tuvieron que echar mano de las pantallas, ya que la situación de pandemia era muy grave, especialmente en el país heleno, donde además las restricciones eran muy duras y las correspondientes sanciones por saltárselas, aún más.

Como es lógico, hemos intentado bucear en las redes sociales de Ana María. Y podemos confirmar que es discreta hasta el extremo. El único perfil que tiene a su nombre -en el que reivindica el origen de su nombre y su isla, por cierto- es privado y no tiene ninguna publicación. Así que algo nos dice que tiene un perfil con el que no pueda dar cualquiera que sepa su nombre y sus apellidos. Lo curioso es que, desde esa cuenta, ella sigue a varios centenares de perfiles y tiene más de 1.000 seguidores. Entre ellos su tío, el príncipe Nicolás, su tía materna, la princesa Teodora, o su prima segunda, Victoria Federica, hija de la infanta Elena. Y es que no podemos olvidar que Ana María es sobrina de la reina Sofía y su madre, Alexia de Grecia, siempre ha tenido una estrecha relación tanto con el actual rey Felipe como con sus dos hermanas, especialmente la infanta Cristina, de quien es una de sus más fieles amigas.

Redes sociales aparte, lo que sí sabemos es que a Ana María Morales de Grecia, nieta, sobrina y bisnieta de reyes, le apasiona la natación, exactamente igual que a sus dos hermanas, con las que ha compartido club en Lanzarote. Durante unos años, compitió en la misma categoría que Arrietta, la mayor, pero todo apunta a que ni una ni otra realizan ya ninguna competición oficial y se han centrado en sus estudios. La que sigue entrenando y compitiendo es Amelia, la más pequeña de la familia, una prometedora figura de la natación sincronizada, a juzgar por los resultados de sus últimas citas deportivas.

En definitiva, Ana María Morales, la nieta de los reyes de Grecia, llega a los 18 años con un perfil absolutamente discreto y más que alejado de los grandes eventos y círculos de exclusivos contactos con los que suele codearse la realeza. Un perfil muy diferente al de sus primos, los hijos de Pablo de Grecia y Marie-Chantal, quienes tienen los mismos vínculos familiares con la realeza europea, pero una vida diametralmente opuesta y mucho más habituada a alfombras rojas y atención mediática.