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Bodas de plata de Marie-Chantal y Pablo de Grecia: 10 cosas que (quizá) no conocías de su historia de amor
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25º ANIVERSARIO

Bodas de plata de Marie-Chantal y Pablo de Grecia: 10 cosas que (quizá) no conocías de su historia de amor

El primogénito de los reyes Constantino y Ana María de Grecia y la heredera del imperio de los exitosos Duty Free se casaban el 1 de julio de 1995 en Londres

Foto: Marie-Chantal y Pablo de Grecia, en una imagen de archivo. (Getty)
Marie-Chantal y Pablo de Grecia, en una imagen de archivo. (Getty)

La historia reciente de Grecia y los conflictos políticos en las últimas décadas han hecho que Pablo de Grecia y Marie-Chantal Miller sean hoy dos empresarios con mucho éxito en sus negocios y proyectos, en lugar de los futuros reyes helenos. Lo que ni la historia ni la política griega han podido cambiar ha sido su historia de amor, que comenzaba en 1992 de una forma un tanto particular y que se celebraba el 1 de julio de 1995 en la catedral londinense de Santa Sofía, en un enlace al que asistieron todas las casas reales europeas, mostrando así su apoyo a la depuesta monarquía griega.

Marie-Chantal y Pablo de Grecia celebran este miércoles, por tanto, sus bodas de plata. Y lo hacen como una de las parejas más solidas y estables del Gotha, sin que haya habido ninguna crisis conocida en estos 25 años, ni rumores de separación, algo que sí ha existido en otras casas reales europeas. Y sus cinco hijos son uno de los resultados de este tándem casi perfecto tanto en cuestiones sentimentales como empresariales, ya que sus respectivas familias también salieron beneficiadas de su unión.

Para celebrar con ellos una fecha tan especial, en Vanitatis hemos querido recopilar algunos de los datos más curiosos de su historia de amor, que unió a dos herederos: él, de una familia real; ella, de un gran imperio empresarial.

placeholder Marie-Chantal Miller y Pablo de Grecia, en una imagen de archivo. (Getty)
Marie-Chantal Miller y Pablo de Grecia, en una imagen de archivo. (Getty)

1. La cita a ciegas

Marie-Chantal y Pablo se conocieron en 1992, gracias a un 'celestino' muy especial. Hablamos de Alecko Papamarkou, un exitoso y conocido banquero neoyorquino, que tenía relación con la familia real griega. Llevaba hablándole desde hacía más de un año al príncipe sobre Marie-Chantal y vio una oportunidad perfecta para que se conocieran en la fiesta que el naviero Stavros Niarchos le había preparado a su hijo para su 40º cumpleaños. Se las ingenió para que se sentaran juntos y salió bien: "Fue amor a primera vista", ha declarado la pareja en alguna ocasión.

2. El rey Felipe, cómplice de su noviazgo

Dos meses después de conocerse, Marie-Chantal se mudó desde París -donde vivía hasta entonces- a Nueva York. Pablo estudiaba por aquel entonces en Georgetown, donde el entonces Príncipe de Asturias también se matriculó en 1993. Los dos primos compartieron casa durante dos años, por lo que el actual monarca fue testigo de primera mano de los primeros meses de su relación, ya que más tarde también la novia del príncipe Pablo se mudó a Washington, cerca del campus de la universidad, para poder estar cerca de su amor.

placeholder Felipe de Borbón, en la boda de su primo Pablo de Grecia y Marie-Chantal. (Reuters)
Felipe de Borbón, en la boda de su primo Pablo de Grecia y Marie-Chantal. (Reuters)

3. Rompiendo las reglas

Pablo de Grecia fue uno de los primeros príncipes herederos de su generación en casarse con una plebeya, una tendencia que luego siguieron prácticamente todos sus homólogos. Claro que el no seguir la tradición merecía la pena. Robert Miller, padre de Marie-Chantal, proporcionó una dote de unos 200 millones de dólares, la misma que a sus hermanas en su momento, Pía y Alexandra.

4. Su boda, a lo grande

También el empresario se hizo cargo de los altísimos gastos de la boda y la cena previa, a la que asistieron 1.300 invitados, entre ellos el rey Juan Carlos o Isabel II. Solo el vestido de la novia, un espectacular Valentino, se valoró en 225.000 dólares. También la familia del novio quiso aportar lo suyo, ofreciendo un almuerzo mucho menos multitudinario -unos 100 invitados- el día anterior en el yate de la reina Margarita, tía materna de Pablo, atracado en el Támesis para la feliz ocasión.

5. Sonada ausencia

Pero en el enlace, en el que estuvieron presentes las casas reales europeas, las más importantes familias navieras griegas o algunas de las grandes fortunas estadounidenses, también hubo una notable ausencia, de la que se habló mucho. La de Alecko Papamarkou, quien propició que la pareja se conociera y ejerció de padrino cuando Marie-Chantal se convirtió al cristianismo ortodoxo para poder casarse. Según se rumoreó, había tenido una pelea con el rey Constantino cuando le solicitó una comisión por sus servicios, al favorecer que la pareja se conociera.

placeholder Marie-Chantal y Pablo, en las bodas de oro de Constantino y Ana María de Grecia. (Getty)
Marie-Chantal y Pablo, en las bodas de oro de Constantino y Ana María de Grecia. (Getty)

6. El sueño premonitorio

Pablo estaba muy unido a su abuela paterna, la reina Federica. Y poco antes de convertirse en padre por primera vez, soñó con ella. “Fue muy muy vívido. Estaba rodeada de luz y decía: 'Tendrán hijos maravillosos y serán muy felices juntos'. Creo que ella quería darle su aprobación y bendición", comentó en una entrevista a la edición británica de 'Vanity Fair'.

7. La cultura griega, muy presente

Aunque cuando se casaron la familia real no tenía permitido pisar territorio heleno, Pablo siempre ha tenido muy presentes sus orígenes. Tanto que sus cinco hijos llevan nombres relacionados con la cultura y la historia de Grecia: Olympia, Achileas-Andreas, Constantine-Alexios, Odysseas-Kimon y Aristidis-Stavros.

8. Los problemas de salud de Oddyseas

Marie-Chantal tuvo muchos problemas al dar a luz a su cuarto hijo. Perdió mucha sangre y el hospital privado donde se encontraba no tenía reservas, por lo que estuvo a punto de morir. Un momento crítico en su vida que recuerda como un punto de inflexión de la pareja. Pero no ha sido el único susto que les ha dado el chico. Hace unos años, la propia empresaria contaba en su blog cómo su hijo había sufrido un shock anafiláctico tras comer sushi.

9. Los sacrificios de Marie-Chantal

En 2006, la pareja decidió hacer un cambio radical en su vida. Se mudaron de Nueva York, donde habían vivido hasta entonces, a Londres. Cambiaban así la proximidad que tenían hasta entonces con la familia de Marie-Chantal por la cercanía con la familia de Pablo. También lo vieron como una forma de que sus hijos conocieran otra cultura y estudiaran en otro sistema, algo a lo que la empresaria ha estado acostumbrada desde su nacimiento, puesto que nació en Inglaterra, creció en Hong Kong y estudió más tarde en un internado suizo.

10. Su patrimonio

La fortuna de la heredera de los Duty Free está valorada en más de 2.000 millones de euros y la pareja posee varias mansiones y lujosas casas repartidas por diferentes países. La familia puede elegir entre la propiedad que tienen en los Cotswolds, para muchos la zona más exclusiva de Reino Unido; su espectacular casa del barrio de Chelsea; su finca de Yorkshire, también en territorio británico; el emblemático e histórico piso familiar de Nueva York -ciudad a la que volvían a vivir hace unos años-; la casa que poseen en Bahamas o la mansión que adquirían en los Hamptons hace unos meses. Como ven, un matrimonio estable pero también de lo más rentable.

placeholder Marie-Chantal y Pablo de Grecia, en el 80º cumpleaños del rey Harald de Noruega. (EFE)
Marie-Chantal y Pablo de Grecia, en el 80º cumpleaños del rey Harald de Noruega. (EFE)

La historia reciente de Grecia y los conflictos políticos en las últimas décadas han hecho que Pablo de Grecia y Marie-Chantal Miller sean hoy dos empresarios con mucho éxito en sus negocios y proyectos, en lugar de los futuros reyes helenos. Lo que ni la historia ni la política griega han podido cambiar ha sido su historia de amor, que comenzaba en 1992 de una forma un tanto particular y que se celebraba el 1 de julio de 1995 en la catedral londinense de Santa Sofía, en un enlace al que asistieron todas las casas reales europeas, mostrando así su apoyo a la depuesta monarquía griega.

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