La reina Sofía se cuela en la cena más familiar de Nicolás de Grecia y Tatiana Blatnik

En esta época de pandemia y de mucha distancia familiar, cualquier detalle sirve para que nos acordemos de nuestros seres queridos. Y Nicolás de Grecia y Tatiana Blatnik se han apañado para que, a pesar de la situación, en su mesa estén presentes muchos miembros de su familia, incluyendo a la reina Sofía y sus padres, Pablo y Federica de Grecia. Todos ellos a través de recuerdos y regalos que en su momento llegaron a manos de la pareja y que ahora han querido reunir en una fotografía de lo más especial.

Hace unos días, Tatiana Blatnik mostraba en sus redes sociales cómo había preparado la mesa para cenar con su marido, con una decoración digna de un posado de revista. Un servicio a cada lado de la mesa y, a modo de separación, varias velas, granadas, castañas y hojas rojas, en una imagen muy otoñal. Pero lo más importante estaba en los diferentes utensilios que tenían preparados para cenar, también dispuestos de forma pulcra y cada uno con un significado muy especial, ya que hacían que buena parte de la familia estuviera junto a ellos.

La propia Tatiana explicaba al compartir la imagen el origen de cada uno de los elementos. Sin ir más lejos, la vajilla, en color blanco con dibujos en azul, es un regalo de la reina Sofía, tía paterna de Nicolás. Los boles no solo son un regalo de la reina Margarita de Dinamarca, sino que estaban pintados por ella misma, dando rienda suelta a la que es una de sus grandes pasiones, la pintura. Las servilletas eran de Constantino y Ana María de Grecia, mientras que los cubiertos de postre, de plata, pertecieron a los abuelos de Nicolás, los reyes Pablo y Federica. Una explicación que además Tatiana acompañaba con una reflexión: "Incluso lejos, nos sentimos conectados con nuestra familia a la hora de cenar".

No es la primera vez que Tatiana homenajea de una forma tan cariñosa a la familia de su marido. Es más que habitual que en sus redes sociales publiquen fotografías con sus suegros, con quienes comparten muchísimo tiempo desde que se instalaran en Atenas, hace unos años. Una decisión que sirvió para que Nicolás de Grecia recuperara así el vínculo con su país, al que tanto echaba de menos viviendo en Londres. Su esposa se adaptó a las costumbres, a su familia y al idioma, de los que ahora presume cada vez que tiene ocasión, sea a través de una mesa dispuesta para la cena, como vemos, o a través de la promoción de la artesanía o de las recetas más tradicionales.