Es noticia
Menú
Las imágenes más tiernas de Ernesto de Hannover, jugando con sus nietos en Formentera
  1. Casas Reales
VACACIONES EN ESPAÑA

Las imágenes más tiernas de Ernesto de Hannover, jugando con sus nietos en Formentera

Tras su estancia en Ibiza, el príncipe ha viajado hasta Formentera, donde ha disfrutado de la compañía de su hijo pequeño, Christian, su esposa, Sassa de Osma, y los hijos de estos: los mellizos Nicolás y Sofía

Foto: Ernesto de Hannover, con su hijo Christian y su nieto Nicolás. (Gtres)
Ernesto de Hannover, con su hijo Christian y su nieto Nicolás. (Gtres)

Ernesto de Hannover se encuentra disfrutando de unas vacaciones en Baleares. Hace unos días, el todavía marido de Carolina de Mónaco -ya que no han firmado los papeles de divorcio- era fotografiado en Ibiza, a donde viajó tras estar ingresado en una clínica de rehabilitación de Altaussee (Austria) para recuperarse de su alcoholismo, tal y como había indicado el juez, quien le ofreció esta posibilidad a cambio de reducir su condena tras ser juzgado por agresión verbal y física. De esta forma se comprometía a dejar la bebida mientras cumplía diez meses de libertad condicional.

Tras su estancia en Ibiza, el príncipe ha viajado hasta Formentera, donde ha disfrutado de la compañía de su hijo pequeño, Christian, su esposa, Sassa de Osma, y los hijos de estos: los mellizos Nicolás y Sofía, nacidos en Madrid en julio de 2020, por lo que ahora acaban de cumplir su primer año de vida. En estas vacaciones también han estado presentes los familiares de la peruana: su madre, Elizabeth Foy Vásquez, y uno de sus tres hermanos. Todos ellos fueron vistos disfrutando de un día de playa en el que los más pequeños fueron los auténticos protagonistas.

placeholder Ernesto de Hannover, sujetando a Sofía. (Gtres)
Ernesto de Hannover, sujetando a Sofía. (Gtres)

En unas imágenes muy inusuales, pudimos ver el lado más cariñoso de Ernesto, quien ejerció de feliz abuelo con Nicolás y Sofía, con quienes estuvo jugando, siempre ante la atenta mirada de Christian. También compartieron risas y juegos con la madre de Sassa, con quien el príncipe parece tener una muy buena relación. Tres generaciones disfrutando de un momento de ternura, complicidad y alegría que pudo verse en la amplia sonrisa y los gestos de Ernesto, que no paraba de hacer muecas a los bebés mientras chapoteaba con ellos.

Aunque la relación con su hijo mayor, Ernesto Augusto, es nula e incluso ha amenazado con llevarlo a los tribunales, el vínculo de Ernesto de Hannover y Christian parece intacto, como muestran estas imágenes. El joven príncipe quiso que su padre no faltara a su boda con Sassa de Osma, celebrada en marzo de 2017 en Lima, a pesar de las reticencias familiares. Un enlace en el que Ernesto acabó protagonizando una polémica al tener que ser ingresado de urgencia por una intoxicación.

placeholder Christian y Ernesto de Hannover. (Gtres)
Christian y Ernesto de Hannover. (Gtres)

Una clínica de lujo

Fue la revista ‘Bunte’ quien hizo pública la noticia del ingreso de Ernesto en esta clínica, que tiene normas estrictas que todos los pacientes deben cumplir, como levantarse a las 6:30 de la mañana o seguir todos los tratamientos y terapias recomendados. El medio también recogía declaraciones de Ernesto: “La mayoría de la gente está aquí para adelgazar, yo estoy para lo contrario. Estoy más delgado que nadie, tengo que construir músculo”. Una semana de desintoxicación en esta lujosa clínica cuesta en torno a 5.000 euros y cuenta con un 'bar de cócteles' en el que se sirven infusiones antiedad y vitamínicas; nada de bebidas alcohólicas, solo té y agua.

Ernesto de Hannover se encuentra disfrutando de unas vacaciones en Baleares. Hace unos días, el todavía marido de Carolina de Mónaco -ya que no han firmado los papeles de divorcio- era fotografiado en Ibiza, a donde viajó tras estar ingresado en una clínica de rehabilitación de Altaussee (Austria) para recuperarse de su alcoholismo, tal y como había indicado el juez, quien le ofreció esta posibilidad a cambio de reducir su condena tras ser juzgado por agresión verbal y física. De esta forma se comprometía a dejar la bebida mientras cumplía diez meses de libertad condicional.

El redactor recomienda