El 'toile de Jouy': la historia del mítico estampado que inspiró el vestido de la reina Letizia en Marivent

Una vez más, la reina Letizia se hizo con todos los focos (en el terreno estilístico) durante la recepción celebrada en el palacio de Marivent. Tras el éxito del diseño bohemio de Charo Ruiz hace tan solo un año, Su Majestad quiso repetir su apuesta por los vestidos midi estampados con un modelo de la firma Desigual, la cual nunca había conseguido hacerse un hueco en el armario de la royal española. De esta manera, el estreno por partida doble, tanto de la prenda como de la marca, se convertía en un éxito rotundo.

La esposa de Felipe VI lucía radiante la pieza de escote bardot elástico en forma de volante superior y falda acampanada de silueta fluida, confeccionada en un tejido de fondo blanco con mosaicos del Mediterráneo sobredimensionados en tonalidades azules, que no pasaba desapercibido. Lo que en principio parecía un homenaje a la isla balear, y acabó siendo comparado con la artesanía vista en las vajillas de La Cartuja o los azulejos de la ciudad de Oporto, no consistía más que en una magistral lección de moda. La apuesta de la Reina se dirigía al ojo de los expertos en tendencias, que al instante consiguieron reconocer su referencia al ‘toile de Jouy’, un estampado vinculado directamente a la realeza europea.

TE PUEDE INTERESAR

Letizia y la coleta Ariana Grande, la historia de un peinado de éxito

Margarita Velasco

El vestido diseñado por Stella Jean en colaboración con la marca española se inspira, de forma clara, en el tejido de algodón pintado solamente por el anverso, creado a finales del siglo XVIII por el empresario Christophe-Philippe Oberkampf en la Real Fábrica de telas muy cercana a Versalles. Dicha tela se encargaba de representar escenas bucólicas o pastoriles, temas mitológicos o acontecimientos de la época en múltiples colores, aunque especialmente azules, rojos y sepias, sobre paisajes claros.

Su escasa proximidad con el refugio de la monarquía francesa, además de su originalidad dentro de los cánones de la época, hizo que el matrimonio conformado por Luis XVI y María Antonieta de Austria se enamorase de él. Es más, la mítica reina, apasionada del interiorismo, revistió una sala al completo con ‘toile de Jouy’, donde recreó una idílica vida de granja a través de sus paredes y asientos. Así el estampado se estableció como el principal objeto de deseo de la nobleza, la alta burguesía y, obviamente, las monarquías.

Tiempo después, la tela vinculada a los elementos de decoración, como sillas, cojines, cortinas o tapicerías, comenzó a vincularse con el mundo de la moda mediante accesorios, entre los que destacaban delantales o fulares. Sin embargo, Christian Dior realizó toda una revolución al añadirla a las prendas de sus colecciones de alta costura, iniciando así una auténtica fiebre que se expandió alrededor del globo terráqueo.

No obstante, a modo de dato curioso, el diseñador francés no fue el que se enamoró por cuenta propia de la ‘toile de Jouy’. Según cuenta en una de sus biografías su amigo el pintor Christian Bérard, fue él mismo quien le aconsejó que tapizase por completo su boutique ubicada en el número 30 de la Avenue Montaigne de París con tal tejido, trasladándose posteriormente a sus propuestas para el hogar y convirtiéndose a su vez en uno de los buques insignia de la maison.

A pesar de su atemporalidad, la tela de algodón es una de las tendencias más cíclicas dentro del mundo de la moda. Es por ello por lo que lo que en un inicio eran bordados realizados con planchas de cobre; en la actualidad, a causa de las necesidades de amplias cantidades de producción, es únicamente un estampado. El ‘toile de Jouy’ ya no requiere una técnica exacta de elaboración. Solo así ha logrado invadir las calles y las pasarelas.

Más allá de las colecciones de Dior de primavera-verano 1991 y 1998, tal tejido también protagonizaba las propuestas de Acne Studios o Chloé en el pasado 2019 y, además, se establecía como una de las tendencias más seguidas de este verano. Por ello, la reina Letizia, gran apasionada del mundo de la aguja, no ha podido resistirse a rendir homenaje a dicho sector, además de probar una vez más su título de una de las royals europeas más ‘in’.