Los secretos de la recepción en Marivent: menú de 15 platos, cóctel en la explanada y un gran ventilador

Los Reyes han vuelto a recibir a cerca de 600 invitados en el palacio de Marivent, en una noche en la que no faltaron las curiosidades y en la que la reina Sofía y la reina Letizia volvieron a brillar con sus looks. Era la segunda vez que se celebraba en los jardines de la que es su residencia habitual para sus estancias en Mallorca, donde la Reina emérita se instala a mediados de julio y disfruta casi todo el verano. Este jueves, se convertía de nuevo en el escenario de una recepción en la que hubo cerca de 600 invitados y un menú compuesto por 15 platos.

Para los informadores este cambio de escenario resulta más cómodo. Al no haber público, es más fácil trabajar. Antes de que tuviera lugar la llegada de los anfitriones reales a la explanada de Marivent, hubo rumores que aseguraban que la Princesa de Asturias y la infanta Sofía también estarían presentes. Finalmente el rumor no se hizo realidad. Será el año que viene cuando la heredera sea ya mayor de edad y haya más posibilidades de verla en este tipo de citas oficiales, a las que se unían las infantas Elena y Cristina con sus parejas hace años, cuando la familia real era mucho más amplia.

Lo que no variaba este jueves en relación con la anterior edición era la puesta en escena. Salvo que en la zona de prensa colocaron un ventilador gigante. El catering lo firmaba la chef Maca de Castro y su hermano Dani, los mismos que crearon el de la boda de Nadal.

Un menu típicamente balear con más de quince degustaciones y tres postres: cacahuetes con cuatro especias, ensalada líquida de judía tierna, croquetas de sobrasada y de mejillón de Menorca, 'pa amb oli' con queso mahonés y camaiot, trampó de tomate de Valdemossa, coca de berenjena con queso curado y arenque, espinagada de anguila, banderilla poblera, raya con tumbet y codorniz con escabeche fueron algunos de los platos salados. Los postres que presentó la chef fueron los siguientes: ensaimada con chocolate, gató con cremoso de limón y pino piñón. Todo acompañado con vinos Pla i Llevant y Binissalem.

Entre los invitados se pudo ver a la presidenta del Gobierno balear, Marga Prohens; el presidente del Consell, Llorenç Galmés; el alcalde de Palma, Jaime Martínez, y algunos de los nuevos consellers. El mundo del diseño estuvo representado por Charo Ruiz, que el año pasado fue elegida por la reina Letizia para lucir uno de los vestidos de su colección; Pablo Erroz, también responsable de uno de los looks que llevó en una de sus salidas por Mallorca; la creadora de joyas Isabel Guarch, orgullosa porque los pendientes que la esposa de Felipe VI lucía esa noche eran también una creación suya; o el nieto de Miró, Joan Punyet, que lleva la fundación.

Tampoco faltaron el escultor Lolo Garner; el equipo de fútbol sala Mallorca Palma Futsal, campeones de Europa; las empresarias Paula y Carmen Serra; Cristina Zaforteza, propietaria del jardín de Alfabia, que los Reyes y sus hijas visitaban el pasado lunes, o algunos cocineros como Koldo Royo, que acudió vestido con su chaqueta blanca de chef.

El cambio de escenario

Esta costumbre de ejercer de anfitriones con la sociedad civil en un lugar que forma parte del recinto privado comenzó el año pasado. Hasta el 2022, el jefe del Estado, doña Letizia y la reina Sofía recibían en el palacio de la Almudaina, la residencia oficial de la familia real en la isla y escenario de citas institucionales y posados familiares en años anteriores.

Hay diferentes versiones para este cambio. Uno de ellos tendría que ver con las manifestaciones que se organizaban a la puerta del recinto. Unas a favor de la monarquía y otras en contra. Nunca hubo complicaciones importantes y cada sector ocupaba un lugar. Los Reyes bajaban del coche y ambos hacían el paseíllo saludando a los ciudadanos. Hubo un año en que la reina Letizia no estaba en su mejor día y terminó el paseo antes que el Rey. La otra explicación para celebrar la recepción en Marivent es más subjetiva: el cambio serviría para mostrar que el palacio es la residencia oficial del jefe del Estado en la temporada de verano, dejando así la Almudaina para cuestiones estrictamente institucionales.