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El rey Felipe, en su salsa: relajado y navegando con su tripulación en Mallorca
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El rey Felipe, en su salsa: relajado y navegando con su tripulación en Mallorca

Este jueves, vestido con el uniforme del Aifos, el monarca se hizo a la mar en otra jornada de la Copa del Rey Mapfre, uno de sus momentos favoritos del verano en la isla balear

Foto: Don Felipe, durante la Copa del Rey Mapfre. (LP)
Don Felipe, durante la Copa del Rey Mapfre. (LP)

Para el rey Felipe, Mallorca forma parte de sus recuerdos más felices y este jueves ha vuelto a demostrarlo. La familia Borbón llegó al palacio de Marivent cuando el actual jefe del Estado tenía 8 años y sus padres eran los Príncipes de España. En este mundo de veraneo, tanto las regatas como los paseos marítimos para echar el ancla en calas o en la isla de Cabrera eran la agenda habitual de las vacaciones. Desde muy pequeños, don Felipe, sus hermanas y sus primos los griegos acudían a la escuela de vela de Calanova.

El mar siempre ha estado muy presente en la vida de los Reyes (ahora eméritos) y de sus hijos. Una herencia que viene de años atrás y, sobre todo, de su abuelo, el conde de Barcelona, que comenzó sus estudios en la escuela militar naval y tras el exilio entró a formar parte de la Royal Navy.

Foto: Segunda jornada de la Copa del Rey de vela en Palma de Mallorca. (EFE/Ballesteros)

La tradición continuó con los padres, los Reyes eméritos. El príncipe Felipe y sus hermanas recibieron y recogieron el testigo marinero. La reina Sofía llegó a regatear junto a su marido en aquellos veranos felices cuando había unidad familiar. El mar fue también testigo de aquel primer amor oficial del heredero con la hija del marqués de Mariño. Las primeras imágenes del joven Felipe, de 21 años, y la bella Isabel, de 24, fueron a bordo de una lancha en una cala de la isla Cabrera. La Princesa de Asturias y la infanta Sofía rompieron ese hilo conductor náutico que formaba parte de la costumbre del hoy Rey.

placeholder El rey Felipe, estos días con toda la tripulación. (LP)
El rey Felipe, estos días con toda la tripulación. (LP)

Eran veranos amplios donde todos los Borbón navegaban y don Felipe no ha abandonado la tradición. Este jueves era el cuarto día día de competición de la edición 41 de la Copa del Rey que patrocinan Mapfre y BMW en calidad de coche oficial. Comenzó el 29 de julio y finalizará el sábado con la entrega de trofeos que, como siempre, presidirá don Felipe. A diferencia de otras ediciones que por problema de agenda no podía formar parte de los entrenamientos, esta vez sí lo hizo y mantiene su ritual, que no suele variar.

Este jueves, el monarca llegaba a la sede de las regatas a las 10:30 de la mañana. Una vez que saludó a Emerico Fuster y a Jose Manuel Incháustegui, presidentes respectivos del club náutico y de Mapfre, no tuvo inconveniente en posar con algunos de los socios y saludar a los jóvenes que se encargan de los diferentes stands . Después, subió a la zona del restaurante donde hay un bufet libre que sirve de punto de reunión. Tanto para los navegantes principales, que no participan en la regata directamente, como de los invitados de las firmas patrocinadoras.

La llegada del Rey siempre es un aliciente y de ahí que por la mañana esté más concurrido el lugar. Apareció vestido con el uniforme del Aifos y compartió desayuno con algunos de sus compañeros de tripulación. Entre ellos, el almirante Jaime Rodríguez Toubes. Un hombre cariñoso y receptivo con la prensa y que mantiene una relación muy afectiva con el compañero real del Aifos. La primera regata en la que participó don Felipe, cuando tenía 16 años, fue en el Sirius IV de la Armada con Rodríguez Toubes como patrón. Con ellos, y aunque navega en el barco de Javier Banderas, estaba también el cantautor Jaime Anglada, amigo desde hace años. En esas primeras horas antes de embarcarse, al Rey se le veía en su salsa compartiendo anécdotas de las regatas que debían ser divertidas por las carcajadas de todos ellos.

placeholder Don Felipe, a bordo de la embarcación. (LP)
Don Felipe, a bordo de la embarcación. (LP)

Según confirman a Vanitatis, “solo hablan de temas relacionados con los barcos y de cómo está el mar y el viento. Nada más”. Una hora y media después, el jefe del Estado bajaba al pantalan para embarcar. Estar en alta mar es quizá uno de los momentos más distendidos para don Felipe, con una agenda política futura muy complicada.

Esta misma noche, a las nueve, los Reyes y la reina Sofía reciben a la sociedad civil y autoridades en el palacio de Marivent.

Para el rey Felipe, Mallorca forma parte de sus recuerdos más felices y este jueves ha vuelto a demostrarlo. La familia Borbón llegó al palacio de Marivent cuando el actual jefe del Estado tenía 8 años y sus padres eran los Príncipes de España. En este mundo de veraneo, tanto las regatas como los paseos marítimos para echar el ancla en calas o en la isla de Cabrera eran la agenda habitual de las vacaciones. Desde muy pequeños, don Felipe, sus hermanas y sus primos los griegos acudían a la escuela de vela de Calanova.

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