Dior nos presenta una alta costura en la que las telas reinan
La maison francesa ha presentado su nueva colección en un nuevo homenaje a las mujeres con un claro protagonista: el tejido
En esta colección de alta costura primavera-verano 2023, Maria Grazia Chiuri "explora los complejos procesos de pensamiento relacionados con una prenda construida para un cuerpo", contaban desde la marca. La puesta en escena del desfile, a cargo de la artista afroamericana Mickalene Thomas, sigue en la línea de los últimos de la firma, en la que las mujeres son el epicentro del discurso. En esta ocasión, rinde homenaje a las mujeres negras y mestizas, como Josephine Baker, que se convirtieron en poderosas figuras rompiendo las barreras raciales y yendo contra corriente.
Han sido, precisamente, retratos de Josephine Baker y otras musas que han inspirado a Maria Grazia los que forraban las paredes en una instalación hecha con paillettes como fondo de una pasarela en la que la sobriedad y la simplicidad de los cortes daban relevancia a unos tejidos que concentraban la atención. Los cuellos han sido los únicos accesorios que han acompañado a muchas de las prendas. Pero la intención no era otra que las miradas se centraran en lanas frías, organzas adamascadas, mallas entretejidas y una abrumadora lista de tejidos magníficos donde Chiuri ha demostrado que las formas del pret-â-porter pueden ser elevadas si se construyen con los lienzos adecuados.
Una colección en la que el dorado, el gris, el negro, el blanco, el plata y el beis han sido los colores que han bañado la pasarela en una constante neutra que buscaba aparentar que color prácticamente no ha habido. Aunque al final del desfile los neutros han dado paso a algunos terciopelos tintados en tonos como el verde oliva o el burgundy, han sido las únicas notas alegres de esta presentación de primavera-verano. Y sí, no nos hemos equivocado al hablar de terciopelo.
Si hablamos de prendas está claro que el pantalón ha sido desterrado. Su presencia ha sido pura casualidad, los trajes iban acompañados de faldas midi, quizá la gran reina junto a los vestidos de esta nueva propuesta de la italiana. Otros de los grandes triunfadores de la tarde parisina han sido los batines, como abrigos de un verano que Dior prevé fresquito porque también ha habido una capa, para no olvidar, y mucha manga larga y también francesa.
Sin querer las siluetas nos han retrotraído a los años veinte, esa época de posguerra en la que los trajes perdieron sus formas y los vestidos caían sin rozar el cuerpo. Mucho tirante asimétrico que retorcía el tejido o le daba vida según interesara. Todos ellos subidos a unas sandalias de plataforma del que Maria Grazia ha considerado el tejido del verano: el terciopelo. Esperamos que sea uno de nueva generación, que no dé calor, sinceramente.
Los looks han evolucionado desde la lencería del primer look con un body encorsetado y la estética de oficinista de los años cuarenta a unos vestidos de fiesta que quizá han sido lo más comercial de la marca en su propuesta de alta costura de los últimos años. Para muestra un batín, digo, un botón.
En esta colección de alta costura primavera-verano 2023, Maria Grazia Chiuri "explora los complejos procesos de pensamiento relacionados con una prenda construida para un cuerpo", contaban desde la marca. La puesta en escena del desfile, a cargo de la artista afroamericana Mickalene Thomas, sigue en la línea de los últimos de la firma, en la que las mujeres son el epicentro del discurso. En esta ocasión, rinde homenaje a las mujeres negras y mestizas, como Josephine Baker, que se convirtieron en poderosas figuras rompiendo las barreras raciales y yendo contra corriente.