La novia modelo de Sverre Magnus que ya dispone de pleno acceso al armario de su suegra, la princesa Mette-Marit

Ingrid Alexandra de Noruega es una de las jóvenes royal que no duda en rebuscar en el armario Mette-Marit para encontrar ropa que ella misma pueda utilizar. Son muchas las ocasiones en la que hemos visto a la princesa con prendas que habían pertenecido a su madre, sobre todo las de su primera época tras casarse con Haakon. Es algo de la más normal entre la realeza y también lo hacen Leonor y Sofía o Amalia y Alexia de Holanda. Lo que es más inusual es que las suegras presten ropa a sus nueras, sobre todo si no han pasado por el altar.

Y eso es precisamente lo que veíamos el pasado fin de semana en la boda de Marta Luisa, con Mette-Marit y Amalie Giaever Macleod. La familia real noruega acudió a las nupcias de la hija de Harald y Sonia con el chamán Durek Verrett. Tan solo faltó Marius Borg, el hijo mayor de la heredera, en plena polémica tras ser acusado de haber agredido a una chica y a dos de sus exnovias. Durante los actos, Sverre Magnus apareció de la mano de su nueva novia, Amalie, quien vistió hasta en dos ocasiones ropa de Mette-Marit.

La joven llamó la atención de toda la prensa desde el primer momento, al aparecer junto a la familia de los príncipes herederos. Pronto se supo que aquella chica era la novia del hijo pequeño de Haakon y Mette-Marit y que su nombre es Amalie Giaever Macleod. De lo poco sabemos de ella es que conoció a Sverre Magnus durante la secundaria, hace ya unos meses que salen juntos y ha trabajado como modelo, dada su innegable belleza.

Aquella imagen familiar daba a entender que Amalie había sido recibida con los brazos abiertos en la familia de los herederos. Pero hay otro detalle que nos demuestra que es una más. Y es precisamente que Mette-Marit no dudó en dejarle algunas de sus prendas de ropa para asistir a las celebraciones de la boda de Marta Luisa. Un gesto que ha sido muy alabado en la prensa noruega, en un momento en el que la futura reina no lo está pasando bien por la situación de su primogénito.

En la primera noche, en la que se celebró una cena preboda en el hotel Union, en el fiordo de Geiranger, Amalie apareció con un vestido en color ojo que combinó con un abrigo beis propiedad de la madre de su novio. Se trata de un diseño de la firma Prada que la princesa heredera ha lucido en infinidad de ocasiones.

Pero no solo eso. Tras el enlace matrimonial el sábado, en el que todas las damas de la familia real, incluida Amalie, lucieron los trajes típicos noruegos, hubo una cena para la que cambiaron, vistiendo de gala. La joven echó mano del armario de su suegra, rescatando un vestido de Vera Wang que Mette-Marit lució en 2002. Un diseño con escote palabra de honor en color marrón chocolate.

Queda claro, pues, que a pesar de que aún son muy jóvenes y puede pasar cualquier cosa con Sverre Magnus, Amalie ha sido recibida con los brazos -y el armario- abiertos por su suegra.