Hisahito de Japón, el único que puede salvar la corona: presionado para tener una mujer y grandes desafíos
Pese a su corta edad, las miradas apuntan a su persona. Por las leyes que imperan allí, es el único heredero que puede garantizar la continuidad de la dinastía
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Hisahito de Japón, con tan solo 18 años, lleva sobre sus hombros una pesada carga: ser el único heredero varón de la familia imperial japonesa. En un momento crucial para la monarquía, su futuro se presenta como la última esperanza para garantizar la continuidad de la dinastía. Todo esto porque la ley vigente no permite que las mujeres puedan ascender al trono. Así, todas las miradas apuntan hacia su persona. De él depende el destino de los suyos. El sobrino de Naruhito, actual emperador del país asiático, se enfrenta a las expectativas de su pueblo y a una presión histórica que marcará su futuro.
Las estrictas normas que imperan en la familia imperial japonesa se caracterizan por su conservadurismo. Las féminas no pueden ascender al trono y, por ende, no forman parte de la línea de sucesión. Pero no solo eso. También dejan de formar parte de esta aquellas que decidan darse el ‘sí, quiero’ y formar familia con plebeyos. Durante décadas -se trata de la corona más antigua del mundo-, no ha habido ningún problema. No obstante, estos preceptos están dificultando su continuidad.
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En 2004, la preocupación sobre una posible extinción de la corona motivó que el entonces primer ministro pidiera que se revisase la ley que impedía que una mujer ascendiera al trono. Algo que hubiera permitido que la princesa Aiko -primogénita de Nahurito de Japón- hubiera ocupado posición en la línea sucesoria. El hecho de no traer un varón al mundo hizo, entre otras cosas, que la salud de Masako de Japón se resintiera. Las continuas críticas a las que se vio sometida derivaron en una fuerte depresión que mermó sus apariciones públicas y el cumplimiento de sus compromisos institucionales.
Pese a su corta edad, Nisahito de Japón es conocedor de que es una figura clave en la familia imperial japonesa. Aunque, por el momento, sigue inmerso en sus estudios. Hace unos días, se graduó en Secundaria en una ceremonia celebrada en Tokyo. “He pasado tres años muy gratificantes estudiando y participando en actividades extracurriculares. Estoy profundamente agradecido a todas las personas que me apoyaron, incluidos mis profesores y amigos”, deslizó a los medios de comunicación con una sonrisa que evidenciaba su felicidad tras terminar una de las etapas más importantes de su recorrido estudiantil.
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También se sabe que comenzará sus estudios universitarios en abril. El joven cursará biología en la Facultad de Ciencias de la Vida y del Medioambiente de la Universidad de Tsukuba. Su pasión por esta disciplina la ha heredado de su abuelo, el emperador Akihito de Japón. Que esté inmerso en seguir formándose no le exime de estar presente en distintos compromisos institucionales. Durante sus años en la escuela, el príncipe Nisahito ha acompañado a sus progenitores, Fumihito y Kiko, en sus deberes reales. Prueba de ello es que se ha reunido con miembros de otras realezas como la de Bután y la de Bélgica.
Su reciente graduación se suma a su primera conferencia de prensa, que concedió el pasado 3 de marzo. Natural y cercano, confesó que sentía cierto nerviosismo por los derroteros que iba a tomar su vida, pero que era plenamente “consciente de sus responsabilidades”. Así, tras esta, acudió a los archivos de la Agencia de la Casa Imperial para conocer los trabajos que se llevan a cabo para la protección de libros clásicos -tanto los trabajos de caligrafía como de restauración-. Estas labores permiten que la Oficina de la Biblioteca cuente con proyectos literarios históricos cuyo valor es inconmensurable.
Sus palabras sobre el matrimonio
Durante la conferencia de prensa, Hisahito de Japón también tuvo unas palabras para el matrimonio. Ante las preguntas de los periodistas que, preocupados por la continuidad de la realeza japonesa, quisieron saber sus planes, el joven expresó: “Realmente, aún no he pensado profundamente en el momento o la pareja ideal”. Una respuesta acorde a su edad, pues acaba de cumplir los 18 años, pero que no calma a sus conciudadanos.
El sobrino del emperador Nahurito está sometido a una gran presión para que sepa escoger a la mujer adecuada, formen una familia y garanticen la continuidad de la dinastía. “Este tema será recurrente desde ahora. Sentimos mucha curiosidad por el tipo de mujer con la que se casará”, deslizó Hiromi Shimada, experta en estudios religiosos.
Hisahito de Japón, con tan solo 18 años, lleva sobre sus hombros una pesada carga: ser el único heredero varón de la familia imperial japonesa. En un momento crucial para la monarquía, su futuro se presenta como la última esperanza para garantizar la continuidad de la dinastía. Todo esto porque la ley vigente no permite que las mujeres puedan ascender al trono. Así, todas las miradas apuntan hacia su persona. De él depende el destino de los suyos. El sobrino de Naruhito, actual emperador del país asiático, se enfrenta a las expectativas de su pueblo y a una presión histórica que marcará su futuro.