Muere Luke Perry, el protagonista de 'Sensación de vivir', a los 52 años

Luke Perry, uno de los principales protagonistas de la famosa serie de los 90 'Sensación de vivir', ha fallecido hoy lunes 4 de marzo a los 52 años de edad después de que la pasada semana sufruiera un derrame cerebral.

La noticia era adelantada por el portal de noticias 'TMZ' y rápidamente ha sido reflejada por otros medios como 'Page Six'.

La semana pasada, el Departamento de Bomberos recibió una llamada desde la casa que el protagonista de 'Beverly Hills, 90210' (título original de la serie) tenía en Sherman Oaks, California. La llamada se producía alrededor de las 9:40 de la mañana, hora local, y rápidamente el actor era trasladado al hospital. El incidente se producía justo el mismo día en que Fox anunciaba que reviviría la famosa serie adolescente, aunque Perry no volvería a dar vida al inolvidable Dylan McKay, aquel personaje que le lanzó al estrellato y que le dio el sobrenombre de James Dean de los noventa. De hecho, el actor fallecido había declarado que no podía soportar hablar sobre la serie porque "ya no es relevante para nada de lo que estoy haciendo".

Desde que se supo la noticia, los excompañeros de Perry en la exitosa serie han estado mandado mensajes de apoyo deseándole una pronta recuperación que por desgracia no ha podido producirse.

Luke habia nacido en Ohio en 1966 y antes de la famosa serie de los 80 había aparecido en algunas telenovelas menos conocidas. Fue su papel de chico rebelde en la serie protagonizada por Brenda y Brandon el que le convirtió inmediatamente en un ídolo adolescente.

Perry apareció en ocho de las diez temporadas que tuvo '90210', abandonando la serie durante dos años que dedicó a otros proyectos como 'El quinto elemento' o la película 'Buffy, la cazavampiros'.

Actualmente daba vida al padre de Archie Andrews en la serie 'Riverdale', que se graba en Los Ángeles, y además había sido rescatado por el mismísimo Tarantino para aparecer rodeado de estrellas (DiCaprio, Pitt o Pacino, por ejemplo) en la esperadísima 'Once upon a time in Hollywood', un regreso nostálgico y popero a la meca del cine en 1969.