Cameron Douglas desvela detalles de su infierno personal que salpican a su padre
El hijo de Michael Douglas ha desvelado en su polémico libro de memorias que su padre le hacía pasar porros a los invitados a sus fiestas
Cuando todavía nos estamos recuperando de la resaca de todos los titulares que generó Demi Moore con su libro de memorias y el estupor entre sus exmaridos, Bruce Willis y Ashton Kutcher, ahora le ha llegado el turno a uno de los cachorros de Hollywood cuya caída a los infiernos daría para un serial.
Por este motivo, no es de extrañar que Cameron Douglas, hijo del ganador de dos Oscar Michael Douglas, se haya decidido a contar los detalles más escabrosos de lo que parecía iba a ser un cuento de hadas y se ha acabado pareciendo más a un capítulo de 'Prison Break'.
Este martes sale a la venta 'Long Way Home' ('Largo camino a casa'), que puede interpretarse como una metáfora de su vía crucis, pero 'Daily Mail' había desvelado antes algunos de los pasajes más estremecedores del periplo vital del nieto del legendario Kirk Douglas, quien a sus 102 años es una de las pocas leyendas vivas del Hollywood de oro con el que Cameron estuvo lidiando desde su más tierna infancia.
Las adicciones de Cameron a distintas sustancias como la cocaína y la heroína, y el hecho de que acabara traficando con crystal meth terminó con él entre rejas en 2009 para cumplir una condena de ocho años.
"Es extraño crecer viendo a tu padre y a tu abuelo como gigantes proyectados en pantallas y pancartas... Te empequeñece ser percibido solo como el hijo de alguien. ¿Cómo compites con Kirk Douglas? ¿Cómo vives con la sombra de Michael Douglas?", desvela en su libro en el que, claramente, dibuja un panorama de 'pobre niño rico' que inevitablemente nos recuerda al infierno que también vivió Drew Barrymore, que igualmente pertenece a una de las sagas más legendarias de la meca del cine, en su infancia y adolescencia.
"Incluso en mi infancia me acuerdo pasando porros entre unos y otros", manifiesta al recordar algunas de las fiestas de su padre, a las que solían acudir estrellas como Jack Nicholson y Danny DeVito, con quien Michael, por cierto, ha trabajado en su última serie, 'El método Kominsky', disponible en Netflix. "Papá me decía: 'Ey, lleva esto a tu tía', y lo hacía, sin darme cuenta hasta años más tarde de lo que había sido. Cuando crecí, me arrastaba por los balcones entre casa y casa y veía más de lo que se suponía que tenía que ver: bellos adultos haciendo las cosas propias de quienes llevan vidas de excesos".
Fue en esas fiestas también cuando se dio cuenta de la relación que su padre tenía con las drogas y sus consecuencias después de largas noches de fiesta. Algo que no ayudó a la relación paternofilial como tampoco lo hizo la carrera del actor que le llevaba a pasar mucho tiempo fuera de casa. Y años más tarde también le marcó la noticia de que su padre había ingresado en un centro de rehabilitación para luchar contra su adicción al sexo después de que su madre, Diandra, le encontrara con otra mujer en la cama.
Aunque Diandra le dio una oportunidad, siempre y cuando se tratase sus adicciones al alcohol y las drogas, le puso un detective, que le descubrió entrando con una mujer en en el hotel Beverly Wilshire. "Es triste recordarlo, pero cuando me dijeron que se iban a divorciar, no me quedé con la boca abierta. De hecho, me pareció bien".
Cameron estuvo siete años en la cárcel y ahora quiere reconducir sus pasos al mundo de la interpretación y tiene sentimientos enfrentados sobre su apellido y el peso que conlleva. De hecho, lleva tatuados en su torso los rostros de su padre y su abuelo: "Nunca he sido capaz de superar los conflictivos sentimientos que tengo con mi apellido, mi orgullo y al mismo tiempo mi incomodidad por el hecho de que defina cómo otras personas me ven. Cuando me tatué sus caras, me sentí preparado finalmente para mostrarme orgulloso de ellos. Cuando le enseñé el tatuaje a mi padre parecía avergonzado".
Cuando salió de prisión se instaló en el Bronx y posteriormente se mudó a un apartamento en TriBeca con su novia, Viviane Thibes, profesora de yoga. En diciembre de 2017 fueron padres de una niña, Lua Izzy Douglas, con la que ahora viven en las colinas de Hollywood. "Mi padre y yo no nos hicimos amigos, como muchos padres e hijos hacen en cierto momento, pero estamos comenzando a serlo. Estamos creando la relación que siempre quise".
Cuando todavía nos estamos recuperando de la resaca de todos los titulares que generó Demi Moore con su libro de memorias y el estupor entre sus exmaridos, Bruce Willis y Ashton Kutcher, ahora le ha llegado el turno a uno de los cachorros de Hollywood cuya caída a los infiernos daría para un serial.