En foto: Jean-Paul Belmondo recibe con honores de Estado el último adiós de los franceses

Es algo a lo que nos estamos acostumbrando: que un personaje que no tienen ninguna relación con la vida política reciba un adiós con honores de jefe de Estado. Lo presenciamos hace unas semanas con el multitudinario funeral de Raffaella Carrà en Italia y lo hemos vuelto a vivir este jueves 9 de septiembre en las calles de París con el último adiós a uno de sus actores más famosos: Jean-Paul Belmondo.

El actor fallecía a los 88 años el pasado 6 de septiembre. Poco después, la presidencia francesa hacía saber por medio de un comunicado oficial la celebración este jueves de un homenaje nacional en los Inválidos, uno de los lugares más significativos de la capital francesa. “Era un tesoro nacional”, “un héroe sublime y figura familiar, un temerario incansable y mago de la palabra”, explicaba el presidente Emmanuel Macron el mismo día que se conoció la noticia. Macron condecoró al actor en 2019 como gran oficial de la Legión de Honor.

Nada más darse a conocer la noticia del homenaje, Jean Dujardin (Oscar al mejor actor por ‘The artist’ en 2011) explicaba: “Será seguramente solemne porque así debe ser. Pero al mismo tiempo tenemos que aplaudir muy fuerte”. Y así ha sido: semblantes serios se alternaban con manifestaciones de alegría por tomar parte en un acto que servía como homenaje a un hombre que es una institución en Francia.

Algunos rostros conocidos de la vieja escuela de la canción clásica francesa como Patrick Bruel se mezclaban con la savia de la electrónica representada por el DJ Bob Sinclair.

Segundo de tres hermanos, Jean-Paul Belmondo nació el 9 de abril de 1933 en Neuilly-sur-Seine. Era mal estudiante, pero mostró una gran versatilidad para los deportes, como el ciclismo, el fútbol y el boxeo. A los 16 los dejó, coincidiendo con una tuberculosis que le tuvo postrado en Allanche y de la que, afortunadamente, salió indemne. Después de debutar en los escenarios sin conseguir destacar especialmente, da sus primeros pasos en el cine en 1958 en la película 'Sois belle et tais-toi', donde sus caminos se cruzan con un debutante Alain Delon.

Aupado por su propio éxito, Belmondo creó su productora, Cerito Films, con la que saca adelante proyectos como 'La Scoumoune', al lado de Claudia Cardinale. Los premios llegarían más adelante: en 1989 gana el César por 'El imperio del león’ y en 2011 recibe la Palma de Oro por toda su carrera en el Festival de Cannes. El ritmo de trabajo del actor bajaría considerablemente en la década de los 90 y se acrecienta después de sufrir un derrame cerebral el 8 de agosto de 2001, de cuyas secuelas estuvo años recuperándose. En 2019 sufrió también una fuerte caída, que le dejó con fuertes dolores en los hombros, las costillas y las piernas. Aun así, el mejor bálsamo fue su familia, que estuvo pendiente de él hasta el final.