5 años sin Jerry Lewis: acusaciones de abuso, el suicidio de un hijo y un vengativo testamento

En el año 2016, Jerry Lewis concedía una de sus últimas entrevistas: "Es duro para mí salir y hacer cosas, es como una prueba. Estoy ciego, no puedo oír, no camino demasiado bien, tengo problemas de sueño y mis manos se duermen cada 15 minutos". El testimonio era difícil de pronunciar y también de asimilar para el que lo escucha, pero él lo decía entre risas y rebajaba el tono dramático añadiendo: "Pero soy feliz porque sé que mi mente está muy lúcida". En ese momento tenía 90 años. Un año después, el 20 de agosto de 2017, fallecía en su casa de Las Vegas rodeado de su familia.

Lewis fue, sin lugar a dudas, uno de los actores con más relumbrón de los 50 y los 60, especialmente en la época (una década completa) que compartió con Dean Martin. "Me enamoré en cuanto le conocí. Fue un milagro que Dios puso en mi vida", explicaba el intérprete de ‘El profesor chiflado' hablando de su socio y amigo. Pero algo no fue bien entre ellos y la pareja acabó separándose. Ninguno de los dos explicó por qué y la cosa quedó en conjeturas: que si los celos de uno, que si la ambición del otro, que si el ego de ambos. Estuvieron 20 años sin hablarse. "Echo de menos a Dean. No hay un solo día que no piense en él", solía responder Lewis cuando le preguntaban por su compañero de fatigas.

Hasta que una noche de 1976, Frank Sinatra consigue el milagro delante de 85 millones de espectadores en un telemaratón destinado a recoger fondos destinados a la lucha contra la distrofia muscular. Sinatra en el escenario habla con Lewis sobre el dinero recaudado hasta el momento cuando el cantante le comenta al actor que tiene un amigo al que le encanta lo que hace Lewis cada año con el maratón y que solo quiere venir y saludar. Entra en escena Martin, besa al cómico en la mejilla y la gente irrumpe en aplausos.

Dos bodas, 7 hijos y Marilyn Monroe

Aunque Dean fuera su pareja artística más intensa y duradera, Lewis también tuvo su media naranja en el terreno personal. Dos, para ser exactos.

Con su primera esposa, Patti Palmer, estuvo décadas casado: contrajeron matrimonio en 1945 y permanecieron juntos hasta 1983. Tuvieron cinco hijos: uno adoptado en 1949, y los otros cuatro de origen biológico. La ruptura no fue nada amigable: tras el divorcio, Palmer acusó a Lewis de no tener respeto por su matrimonio, que solía dejarle sin dinero y que el estilo de vida de su ex la había obligado en más de una ocasión a tener que vender joyas para pagar cuentas. A eso hay que sumarle los continuos rumores de infidelidades, una de ellas con Lynn Dixon que tuvo como fruto una niña, Suzan Minoret, que durante años le reclamó al actor que la reconociera como hija sin éxito. Incluso logró pruebas de ADN, pero Lewis nunca quiso saber nada de ella. Ni de ella ni de los cinco hijos de su primer matrimonio, a los que dejó fuera de su testamento, que solo reconocía a su segunda mujer, SanDee Pitnick, y a la hija que ambos adoptaron el 2004, Danielle Sara Lewis.

Entre los supuestos romances extramatrimoniales del actor también se cuenta, al menos él alardeaba de ello, el que mantuvo con Marilyn Monroe. Lewis lo confesó en una entrevista realizada a la revista 'GQ' cuando le preguntaron si la rubia protagonista de 'Con faldas y a lo loco' había tenido un romance con John Fitzgerald Kennedy. "La única razón por la que lo sé es porque yo sí la tuve, ¿está bien?”, señaló. Además, Lewis entró en detalles sobre la sexualidad de la rubia actriz, asegurando que se quedó "lisiado durante una semana" después de hacer el amor con ella. "Utilizaba el sexo para hacer conexión emocional", añadió.

* Si no ves correctamente este formulario, haz click aquí

Mientras de puertas para fuera la vida de Lewis en su periodo dorado parecía ser un paraíso eterno, de puertas para dentro la cosa era más oscura. Su hijo menor, Joseph, ofreció una imagen muy distinta de aquellos años: “Vivir con él era un infierno. He probado las drogas. He probado la terapia y la verdad todavía me duele, mi padre no me quiere”, contaba en un artículo de 1989 para 'National Enquirer'. Joseph tuvo tres hijos que jamás conocieron a su abuelo. Cuando se suicidó, en 2009, Gary, el mayor de los hermanos, hizo unas duras declaraciones culpando a su padre y acusándole de haber dado siempre más importancia a su carrera que a su familia. Las palabras de Lewis cinco años después: "A día de hoy no entiendo su muerte, porque es injusta”.

Presunto acoso sexual

A principios de este 2022 veía la luz un artículo y un documental con entrevistas a distintas actrices que trabajaron con Lewis. Karen Sharpe, que participó en 'Caso clínico en la clínica' (1964) relataba que el actor se había colado en su vestuario. “Me agarró. Empezó a acariciarme. Se desabrochó los pantalones. Francamente, me quedé estupefacta”, contaba. Ella se enfrentó al cómico: “No sé si este es un requisito para las actrices protagonistas, pero es algo que no hago”, le contestó. El enfado de Jerry se tradujo en una orden: que nadie del equipo, excepto el director, hablara con ella durante todo el rodaje.

Hope Holiday, entrevistada también por ‘Vanity Fair USA’, relata su experiencia cuando en el primer día de rodaje de 'El terror de las chicas' Lewis la invitó a su camerino y echó el pestillo de la puerta. Según la actriz, el humorista le dijo: "Eres muy atractiva, pero usas pantalones todo el tiempo. Creo que nunca te he visto con falda. Tienes buenas piernas y buenas tetas". Después, “comenzó a hablarme de sexo, a decirme cosas sucias. Y mientras habla, se abre el pantalón, sale 'lo feo' y se empieza a masturbar... Estaba asustada. Tan solo me senté allí con ganas de irme”.

Bonita sonrisa, mal genio

Muchos que compartieron aquellos años de esplendor con Lewis le han definido como un tipo con un carácter complicado. Es el caso de la columnista Cindy Adams, que en un artículo publicado por 'Page Six' explicaba: “En los viejos tiempos, cabezas de cartel como Martin y Lewis y mi esposo, Joey Adams, eran estrellas en Copacabana. Fuera del escenario, el tipo era inquieto, malhumorado, no siempre amistoso”.

Aunque fue conocido por sus papeles que rozaban la ‘payasada’, Lewis tenía un su cociente intelectual superior a los 145, conoció a Albert Einstein y llegó a ser nominado al Premio Nobel de la Paz por su trabajo en favor de las personas con distrofia muscular y por los más de 2.000 millones de euros que ha recaudado para esta causa.

En una entrevista explicó cómo sus adicciones habían empezado en Las Vegas, en 1965, después de una caída en uno de sus espectáculos. Para evitar los dolores de la grave lesión de espalda, empezó a tomar opiáceos por recomendación médica. Las dosis fueron aumentando, y los efectos colaterales también: "Yo no recuerdo muchas cosas, pero mi mujer y mis hijos podrían contar lo duro que fue. Estaba terriblemente nervioso, irritable, intolerante e impaciente. La droga me estaba destrozando".