Kylie Jenner ya tiene su propia muñeca (y viene cargada de polémica)

En plena fiebre de la película (y la muñeca) 'Barbie', Bratz acaba de presentar su nueva colección en colaboración con Kylie Jenner, que replica tanto su imagen como algunos de los looks más icónicos de la integrante del clan Kardashian.

Kylie Jenner, fan desde hace años de este juguete, inspira la próxima minicolección de seis muñecas Mini Bratz y sus accesorios, entre los que destacan su perro y su coche descapotable. Todas ellas portan algunos de sus vestidos más reconocidos.

La marca presentaba la colaboración con gran ilusión. En palabras de la directora creativa de Bratz, Jasmin Larian, “Kylie encarna realmente todo lo que Bratz ha representado desde su creación hace 22 años, desde ser disruptiva y rebelde a enérgica y expresiva. Esta colaboración no solo llegará a los millones de fans de Kylie, sino que también lo hará a las audiencias que crecieron con Bratz y están emocionadas de revivir el estilo de vida de Bratz hoy”.

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Kylie Jenner, por su parte, declaró en un comunicado que ha sido fan de la firma desde su infancia y que siempre quiso tener su propia muñeca. “He amado cada paso del proceso de creación de estas muñecas desde el año pasado”, declaraba en un comunicado. “¡Estoy tan emocionada de que estén aquí ya!”. Sin embargo, el lanzamiento no ha resultado como ambas partes esperaban.

Las críticas no han tardado en llegar por todos los frentes. En primer lugar, por el hecho de que Bratz, marca famosa por representar a mujeres de raza negra, haya elegido a una mujer blanca para su primera colaboración con una famosa. A raíz de esta surge otra de las principales críticas: el tono de piel de la muñeca es demasiado oscuro comparado con el de Kylie Jenner, y las redes sociales hierven con acusaciones de que no se parece nada a ella.

La colección llega en el momento perfecto para avivar la polémica desatada por los comentarios de la joven, que recientemente, en su reality, reconocía haberse sometido a ‘algunos’ retoques estéticos de los que se arrepiente, y está levantando ampollas debido al físico desproporcionado de las muñecas.

Si bien Barbie siempre ha sido criticada por su figura perfecta y por promover un estereotipo de belleza femenina irreal (pese a los esfuerzos de Mattel por dar una imagen de diversidad), lo mismo, aunque en otro estilo, podría decirse de las Bratz. Cabezas desproporcionadamente grandes, cuerpos extremadamente delgados, labios recauchutados y cinturas imposibles; en resumen, una imagen totalmente distorsionada de la realidad.

La pugna entre Barbie y Bratz empezó en el año 2000, cuando Carter Bryant, el creador de Bratz, que trabajaba en Mattel como diseñador de Barbies, presentó sus ideas a la empresa MGA, con la que firmó un acuerdo el mismo día que dimitió de su puesto en Mattel. La rivalidad entre ambas muñecas, aunque Barbie siempre ha estado a la cabeza en popularidad y seguidoras, aparece reflejada incluso en la película de Greta Gerwig.