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El duro camino de Melania Trump hasta convertirse en Primera Dama otra vez
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UN AÑO DIFÍCIL

El duro camino de Melania Trump hasta convertirse en Primera Dama otra vez

Para la esposa de Donald Trump, el año 2024 ha sido complicado. Melania Trump ha vivido varios episodios difíciles de gestionar

Foto: Melania Trump. (Getty)
Melania Trump. (Getty)

Por segunda vez, Melania Trump ejercerá como Primera Dama tras la victoria de su marido, Donald Trump, en las últimas elecciones de EEUU.

A pesar de que ya ejerció ese rol durante cuatro años, Melania Trump ha sido siempre una gran desconocida para la ciudadanía. Siempre hermética, siempre silenciosa, siempre hierática, su discreción ha hecho que se especule mucho sobre su figura y su papel en la política.

Este año en el que Donald Trump ha vivido unas intensas jornadas de campaña, el camino de Melania Trump a su lado para volver a ser la Primera Dama, no ha sido fácil. Este 2024 ha sido especialmente duro para ella, un año en el que ha vivido varios episodios difíciles de asimilar.

Comenzaba el año sufriendo una importante pérdida: la de su madre Amalija Knavs, que falleció el 10 de enero a los 78 años. En el funeral, se refirió a su progenitora como “un rayo de luz en los días más oscuros”:

En marzo, Donald Trump arrancó su campaña y su esposa ha sido la gran ausente en muchos de los mítines que el magnate ofreció en distintos estados. Muy llamativa fue su no asistencia en la fiesta que Trump organizó en su mansión de Mar-a-lago tras la gran campaña de las primarias conocida como Supermartes, la más relevante de las primarias, después de confirmarse el triunfo de Trump en 14 de los 15 estados. Gran parte de la familia del político estuvo allí arropándolo, sin embargo, Melania Trump, que vive en esa mansión, no se dejó ver. La exmodelo parecía centrada aún además de en superar su luto, en su hijo Barron, que el día 20 de ese mes cumplió la mayoría de edad y que es un joven al que su madre siempre ha intentado mantener alejado del foco mediático.

Mientras Trump ocupaba todo su tiempo en conquistar de nuevo el poder en EEUU, Melania Trump trataba de buscar una universidad donde su primogénito pudiera estudiar tras graduarse en la Oxbridge Academy.

Cuando las ausencias de Melania comenzaban a llamar la atención de los medios, una respuesta de la esposa de Trump a las preguntas de los periodistas cuando acudió junto a su esposo a votar en Florida en marzo, dejó asomar de nuevo su carácter reservado y misterioso. Ante la pregunta de si haría campaña más a menudo junto a su esposo, contestó un críptico: “Permanezcan atentos”.

Abril fue un mes especialmente complicado para Melania Trump. El día 15 se inició el juicio contra Donald Trump, acusado de 34 delitos. El más delicado para su esposa, el de haber realizado pagos a la actriz porno Stormy Daniels durante la campaña de 2016 para que ésta no aireara sus presuntos encuentros sexuales con Trump en 2006, año en el que Melania Trump dio a luz a su hijo Barron.

A principios de junio, Trump fue declarado culpable y durante todo el proceso judicial no contó con el apoyo público de su mujer, quien decidió adoptar un perfil bajo. Melania se esfumó de la vida pública, exceptuando alguna aparición aislada que protagonizó en eventos con fines solidarios cuyo objetivo fue recaudar fondos.

Muy sonado fue el debate que se llevó a cabo a finales de junio entre Trump y Joe Biden. El mundo entero siguió aquel encuentro, televisado por la CNN, en el que Trump salió muy reforzado ante un Biden titubeante y debilitado ante la vehemencia de su contrincante. Era un día importante para Donald Trump, pero una vez más, su esposa no estuvo a su lado.

Todo cambió a partir de julio, mes en el que el matrimonio vivió un duro episodio: un intento de asesinato de Donald Trump durante un mitin en Pensilvania. Un joven disparó contra el candidato republicano hiriéndolo en una oreja.

Tras el terrible suceso, Melania no dudó en pronunciarse públicamente para apoyar a su marido, al que se refirió como “el hombre generoso y cariñoso con el que he pasado los mejores y peores momentos”.

Trump se recuperó y continuó con su campaña presidencial en la que, ya sí, su esposa comenzó a protagonizar más apariciones públicas junto a él. Pocos días después del atentado, el matrimonio se mostró unido en la convención republicana de Milwaukee, donde ambos se besaron en público tras un discurso del político, un gesto poco habitual en ellos.

Aun así, ni Trump ni su mujer se libraron de la polémica. Un vídeo de ese romántico momento se hizo viral porque algunos usuarios de redes sociales percibieron en él un gesto de Melania Trump que interpretaron como un desprecio a su marido. En las imágenes, muchos creyeron ver cómo Melania esquivaba el beso en la boca de Trump, poniendo la mejilla.

En septiembre comenzó la recta final de la campaña de Trump y su esposa Melania redobló su protagonismo. A finales de ese mes concedió una entrevista en la cadena a Fox, Era la primera que concedía en dos años y aprovechó la ocasión para apoyar públicamente la candidatura de su esposo. Faltaban también pocos días para que se publicara su libro de memorias titulado ‘Melania’, del que la exmodelo hizo promoción durante semanas. La expectación por lo que en él contaría fue grande, ya que desvelaría una parte desconocida hasta ahora de ella, como por ejemplo su ideología a favor del aborto, la cual chocaba frontalmente contra la de su marido y el partido republicano. Esto, lejos de poner en apuros a Trump, lo reforzó, porque de manera astuta, Melania Trump hizo ver que su esposo no imponía su forma de pensar dentro del matrimonio y que dejaba a su mujer total libertad para defender sus ideas aunque fueran contrarias a las suyas.

"Donald sabía mi posición desde el día en que nos conocimos. Me deja ser quien soy y respetar nuestras diferencias”, afirmó en Fox.

En octubre, Trump tuvo claro que una de sus mejores armas era su esposa. Contar con Melania a su lado mejoraba su imagen y la presencia de su mujer fue constante. En uno de sus últimos mítines, en Nueva York, a una semana de las elecciones, Melania Trump aportó el toque femenino a la jornada, con un llamativo look con estampado de cebra.

No faltó tampoco en el día decisivo de las elecciones. Enfundada en un look de Dior acudió a votar junto a su marido. Radiante de felicidad se mostró también cuando Trump se alzó con la victoria, luciendo un discreto color gris que no robara protagonismo a su esposo.

Por segunda vez, Melania Trump ejercerá como Primera Dama tras la victoria de su marido, Donald Trump, en las últimas elecciones de EEUU.

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