Los Tous, una familia pegada a un oso

Érase una vez una familia pegada a un oso, o más bien una mujer que soñó con este plantígrado y se hizo de oro. Esa señora es Rosa Oriol, conocida popularmente como Rosa Tous, la matriarca de una joyería que ha pasado de estar tras un pequeño mostrador a facturar cifras multimillonarias. Y eso es lo que cuenta Los Tous, un libro que no va a ganar un Premio Nobel pero que se acerca a esta familia con un perfil sensiblero y positivo.

En los últimos tiempos, los Tous se han convertido en los joyeros patrios por antonomasia. Han sabido rentabilizar sus diseños, explotar la imagen de un oso que compite en popularidad con Yogui y contratar con buen tino a diversos famosos de renombre que han impulsado la marca. Detrás de esto hay un trabajo planificado y medido al milímetro, una estrategia digna de mención que no se ha visto empañada ni las ligeras tensiones familiares ni un robo con asesinato que conmocionó a la opinión pública.

Pero para saber quiénes son los Tous hay que situarnos en la década de los veinte en Manresa. Por entonces, Salvador Tous y Teresa Ponsa montaron un taller de relojería. Muchos años después sería heredado por su hijo de nombre Salvador, que se casó con la hija del zapatero, Rosa Oriol. A ambos se les quedó poco a poco pequeño el mostrador y empezaron ampliando el negocio con pequeñas piezas de plata de precio asequible y que funcionaron muy bien entre la burguesía local. Y entonces Rosa se convirtió en el alma mater del negocio, controlando tanto las ventas como el diseño y la distribución. Y eso fue lo que le obligó a renunciar a parte de la infancia de sus cuatro hijas.

En casa de los Tous hay un antes y un después: el famoso oso. Se le ocurrió a Oriol mientras paseaba por Milán. Trasmitió sus ideas a los encargados del diseño y de ahí al estrellato. Según el libro Los Tous, otras empresas de la talla de Tiffany’s o Vivian Westwood han intentado sin éxito conseguir un oso como el suyo, pero no lo han logrado. Aunque esta afirmación peca de osada -igual que aquellas palabras pronunciadas por Rosa de “seguiremos con el oso como Hermès sigue con su bolso Kelly”-, la verdad es que no ha funcionado mal este plantígrado en los mercados. Pese a que han intentado jubilarlo varias veces para aventurarse en nuevos proyectos, no ha sido posible. Y es que, ¿quién no tiene uno de estos asequibles osos en sus joyeros? Y es lo suyo, hasta hace unos años, apostaban sólo por las joyas democráticas.

Si hay algo que une a esta familia, un matriarcado en toda regla, es Rosa. Las cuatro hijas del matrimonio, cada una con sus vidas, siguen al dedillo las indicaciones maternas dentro de la empresa. Sólo han tenido algún que otro momento de tensión al intentar meter en el negocio a sus maridos. Como la cosa no salió bien, prohibieron la entrada de maridos y parejas en los estatutos. Sin embargo, eso no ha sido motivo de resentimiento familiar, ya que todavía todos viven en la misma urbanización.

Famosas a por el oso

Los Tous han sabido relacionarse bien para forjar este imperio basado en el trabajo. Sus pendientes y anillos comenzaron a venderse como churros cuando algunas famosas como Carmen Conesa, Eva Cobo, Lola Herrera, Belén Rueda, Mar Flores, Judith Mascó… se los colocaron y aparecieron en los medios. Pero esta familia también ha mandado ositos a determinados líderes de opinión, por si les gusta el modelo. Y eso es lo que ha pasado con la Princesa de Asturias. Lleva una pulsera con los nombres de sus niñas porque, desinteresadamente, le fue enviada.

Otra que ha sabido rentabilizar su ‘amistad’ con los Tous ha sido Eugenia Martínez de Irujo. Aunque no conocía ni por asomo esta marca, le propusieron ser su imagen aprovechando que aparecía frecuentemente en las revistas. Pero la duquesa de Montoro se cansó de ser la protagonista del papel cuché tras su divorcio de Fran Rivera. Entonces, en un segundo plano, comenzó a diseñar joyas para la marca. La que podría seguir esta estela esKylie Minogue que, según este libro, le gustan más el oso que cualquier joya de Bvlgari.

Pero como todas las familias, los planificados Tous no son ajenos al escándalo. El marido de Alba Tous mató, presuntamente en defensa propia, a un ladrón que intentaba entrar en el chalé familiar. Para ellos, y pese a la libertad condicional de Corominas, todo es un error, aunque las respuestas no se encontrarán en este libro, que pasa de puntillas por los temas más interesantes. Sólo un dato más: tienen alrededor de 235 tiendas entre franquicias y propias y facturaron 226,8 millones de euros en 2006.