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¿Ir de compras puede ser mejor que el sexo?
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¿Ir de compras puede ser mejor que el sexo?

”Me he gastado 40.000 dólares en zapatos y no tengo donde vivir. Voy a ser oficialmente una vieja que viva en sus zapatos”. Lo decía Carrie Bradshaw.

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Me he gastado 40.000 dólares en zapatos y no tengo donde vivir. ¡Voy a ser, oficialmente, una vieja que viva en sus zapatos!

El personaje de Carrie Bradshaw dejaba claras sus preferencias en Sexo en Nueva York: el sueldo se gasta antes en ropa que en pagar el alquiler. Hace años, nos reíamos ante el televisor y pensábamos que se trataba de una divertida hipérbole esta 'shoeaholic', pero ha nacido un nuevo término que deja claro que, lejos de chistes, las compras se han convertido para muchos en una necesidad extrema. Un estudio muestra que muchas personas han optado por saltarse algunas comidas y han dejado de pagar ciertas facturas con tal de poder comprar ropa. Son los denominados 'fashionoréxicos'.

El dato puede no resultar escalofriante de primeras. Pero quizá el hecho de que la web de ropa infantil Hbkidz.com haya revelado que muchas madres tratan de emular los hábitos de compra de moda para sus hijos de Victoria Beckham, optando por adquirir menos comida y más ropa, sí te ponga la piel de gallina. Y saber que una de cada seis de las personas encuestadas (inglesas, como sabrás cuando descubras qué alimento eligen para subsistir) vive a base de tostadas con judías durante al menos dos semanas al año para poder derrochar en trapitos resulta ciertamente alarmante.

La 'fashionorexia' es un hábito que implica no comer de forma correcta durante al menos 12 momentos al año con el finde usar el dinero ahorrado para comprar ropa, accesorios o permitirse unas vacaciones por encima de las posibilidades. De los encuestados por Vouchercodes.co.uk, el 39% gasta su dinero en actualizar su armario y no encomprar comida. El 35 % lo hace en fiestas. Un cuarto de los encuestados emplea sus fondos en vacaciones y entradas de conciertos. Además, un tercio de los 'compradores tóxicos'tienen remordimientos, pero optan por olvidarlos. El 34% ignorala culpa y afirma ser feliz con la decisión de anteponer la satisfacción ante la responsabilidad. Supone el triunfo del hedonismo frente a las necesidades primarias.

Al fin y al cabo, lo que hacía Carrie Bradshaw respondía a un comportamiento que suele ocurrir en mujeres que no tienen altos ingresos y que aman la moda. “Las mujeres se han dado cuenta de que los zapatos son la forma más barata de darle un giro a sus armarios”, contaba Bonnie Takhar, de Charlotte Olympia, a The New York Times. Y que conste que hablamos de modelos que superan siempre los 500 euros de media.

La obsesión por las compras no ha eludido su presencia en Japón, donde en el año 2007 nació un término referido a loschicos: los 'herbívoros'. También responden al calificativo en su idioma'soushoku danshi', bautizados por Maki Fukusawa. Los medios se fijaron en esta nueva categoría gracias a Masahiro Morioka, profesor de la Universidad Osaka Prefecture, que habló de ellos en su libroLove Lessons for the Herbivore Boys. Pero¿quiénes y cómo son estos chicos? Se trata de hombres que se saltan por encima dela tradicional forma de vida japonesa y anteponen las compras y el cuidado personal a las relaciones, a la familia y al sexo. Lo sorprendente es que el 60% de los jóvenes encuestados se engloban a sí mismos dentro de este grupo. Frente a ellos se encuentran los 'carnívoros', auténticos 'workaholics' que le dan todo el dinero a sus mujeres y familias.

Un ejemplo de 'herbívoro' (Foto: Cordon)Mucho antes de que se le asignara un nombre, la 'cultura herbívora' ya existía en Japón. Su origen se encuentra a principios de los 90 como una reacción ala recesión económica japonesa. Ellos optan por defender la felicidad individual ante el tradicional modo de vida impuesto. La forma de hacerlo es gastarse dinero en productos estéticos y en ropa. Muchos de ellos prescinden del sexo en sus vidas o simplementeles es indiferente.

El efecto de estacultura herbívora ha sido que las firmas de lujo han encontrado un cliente muy jugoso al que recurrir e incitar. La otra consecuencia es algo más dramática: desde el año 2010, la demografía ha bajado en Japón, ya que los 'herbívoros' no quieren casarse ni tener hijos. Muchos creen que son los responsables de una futura catástrofe. En 2012 se propuso una curiosa medida de la mano del analista financiero Morinaga Tokuro: la llamada 'handsome tax', es decir, un impuesto para los guapos. El economista intentó que los hombres que tenían buen aspecto pagaran una tasa para fomentar así que ellos dejaran de cuidarse y que los menos agraciados encontraran con más facilidad el amor.

¿Comprar antes que disfrutar del amor carnal? Según una reciente encuesta de la web de venta online Kugati.com, las mujeres renunciarían al sexo 15 meses con tal de tener un armario lleno de ropa. El 2% de las encuestadas estarían dispuestas a renunciar completamente al sexo por un armario totalmente nuevo. El 61% de ellas creen que se sentirían peor si tuvieran que prescindir durante seis meses de su ropa preferida que si tuvieran que vivir sin sexo durante seis meses. ¿Habrá llegado la 'cultura herbívora' a occidente?

Me he gastado 40.000 dólares en zapatos y no tengo donde vivir. ¡Voy a ser, oficialmente, una vieja que viva en sus zapatos!

El personaje de Carrie Bradshaw dejaba claras sus preferencias en Sexo en Nueva York: el sueldo se gasta antes en ropa que en pagar el alquiler. Hace años, nos reíamos ante el televisor y pensábamos que se trataba de una divertida hipérbole esta 'shoeaholic', pero ha nacido un nuevo término que deja claro que, lejos de chistes, las compras se han convertido para muchos en una necesidad extrema. Un estudio muestra que muchas personas han optado por saltarse algunas comidas y han dejado de pagar ciertas facturas con tal de poder comprar ropa. Son los denominados 'fashionoréxicos'.

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