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La Francerie, un café parisino en pleno Madrid (y con galettes)
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soñando con montmartre

La Francerie, un café parisino en pleno Madrid (y con galettes)

Si andas vagando por el centro de Madrid, como Horacio y la Maga lo hacían por París, puedes ir a desembocar a este café y entregarte al placer de esas delicias que son las crepes

Foto: La Francerie, para reponer las fuerzas en mitad de Madrid
La Francerie, para reponer las fuerzas en mitad de Madrid

El que viene no es uno de esos lugares gastronómicos que a punto están siempre de nublar la razón de los más sibaritas ni el refugio de algún renombrado chef. Y tampoco es de esos garitos de superdiseño recién salidos del horno del último estudio de interiorismo y decoración. La Francerie es un 'café parisino' sin más (ni menos) en la glorieta de Quevedo, que es como decir en pleno Madrid, a la sombra del poeta de la nariz superlativa y al amparo de ese teatro de nuestra vanguardia que es la Abadía.

placeholder Así es la entrada a La Francerie
Así es la entrada a La Francerie

¿Montmartre? No, Chamberí

Así que si echabas de menos pasearte por el viejo Montmartre en busca del Bateau-Lavoir de Picasso, para ir a parar a un café del Boulevard Saint-Germain -cómo no decir el Cafe de Flore, que frecuentó Apollinaire, pero también Truman Capote y hasta Jim Morrison-, y darte un homenaje, aquí tienes uno (otro) sin salir de Madrid, que nunca será lo mismo pero por momentos te parecerá igual. Viejo desde luego no es, sino al contrario, recién estrenado, y tiene a su favor (por eso de la francesía) que está inspirado en aquellos cafés parisinos que engrandecieron la bohemia. Con todo eso, presume de oferta gastronómica con "auténticos productos de allá", de los que apetece tomarse ahora y siempre. Te pondrán los dientes largos el 'pain au chocolat' o el 'pain au raisin' (con pasas, semejante a nuestra caracola). Y te entrarán las ganas de viajar.

placeholder Este es el aire parisino de este nuevo café en Madrid
Este es el aire parisino de este nuevo café en Madrid

De la 'galette' al 'croque monsieur'

placeholder Un bocadillo de pan de centeno con verduras a la francesa
Un bocadillo de pan de centeno con verduras a la francesa

En tiempos de prisas y 'póngamelo para llevar', dejamos el sushi a un lado esta vez para entregarnos a lo puramente francés, que por cierto siempre había estado ahí. Hablamos de bocadillos ('baguettes'), que pueden ser de carne, pescado o vegetales; de crepes y de su versión bretona, la 'galette', de ensaladas varias, de quiches y de 'croque monsieur', un sándwich de pan de molde con jamón cocido y queso, generalmente gruyere o emmental, asado al horno y gratinado (la cara sofisticada de nuestro mixto) Y esto no parecería nunca París sin macarons ni bollería de mantequilla. Los hay.

El crepe es el rey

La Francerie no es una crepería al uso ni uno de esos puestos callejeros en los que las crepes y las 'galettes' (hechas con otra variedad de trigo) nos están diciendo 'cómeme', pero aquí podrás caer con todas las de la ley en la tentación del dulce, con nata y sirope, o decantarte por uno de los salados, que tienen ese otro lado más serio. Lo hay de secreto y pimientos –el Gourmet–, de beicon y queso –Lorraine–, de hamburguesa –Nueva York–, de salmón y queso en crema –Normandie– y de pollo con pimientos –Poulet–.

placeholder Dale a tu cuerpo alegría (o un crepe dulce)
Dale a tu cuerpo alegría (o un crepe dulce)

Sin horario

placeholder Para empezar el día, un desayuno Petit France
Para empezar el día, un desayuno Petit France

La Francerie practica el horario 'non stop'. Es más, la oferta va cambiando según avanza la jornada. Esto quiere decir que se puede ir a desayunar y elegir entre un Bon Jour (cruasán, bollería o tostada más café o infusión), un Petit France (tres piezas de minibollería francesa) o un Mediterráneo (un mollete de jamón con tomate), que para eso estamos donde estamos. A tomar un 'brunch' relajado, en plan Grand, eligiendo dulce (crepe, tarta o tartaleta), salado ('wrap', quiche, 'petit pain' o crepe salada) y postre (fruta con yogur, fruta con zumo o 'panna cotta'), o la edición Petit.

O, por último, a embarcarse en una comida rápida un día laboral, por ejemplo un menú Grand, que consta de crepe salada, ensalada o sándwich más bebida, o pedir algo para llevártelo a casa o donde quieras (¿qué tal una 'baguette' tan tan de allí?). Además, tiene expuestas todas sus viandas en el mostrador. Te saltarán a la vista.

Dónde: Glorieta de Quevedo, 6. Madrid.

Toma nota: corchos sin TCA

Todo bodeguero sabe bien del riesgo de contaminación del corcho con TCA, un compuesto químico natural que puede causar desvíos sensoriales al vino. Por eso, una buena noticia es que Amorim, el mayor productor de corcho del mundo, ha conseguido garantizar la ausencia TCA detectable. Mediante la tecnología NDtech, se escanea de manera individual cada corcho en la cadena de producción, evitando que lleguen a la bodega tapones con TCA detectable. 

Por otra parte, una filial suya, Amorim Cork Vetures, ha lanzado un concurso de alcance mundial para 'startups' con el objetivo de apoyar e impulsar nuevos negocios y productos en torno al sector del corcho. 

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El que viene no es uno de esos lugares gastronómicos que a punto están siempre de nublar la razón de los más sibaritas ni el refugio de algún renombrado chef. Y tampoco es de esos garitos de superdiseño recién salidos del horno del último estudio de interiorismo y decoración. La Francerie es un 'café parisino' sin más (ni menos) en la glorieta de Quevedo, que es como decir en pleno Madrid, a la sombra del poeta de la nariz superlativa y al amparo de ese teatro de nuestra vanguardia que es la Abadía.

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