Es noticia
Menú
Protocolo en la mesa de Navidad: qué sí y qué no debemos hacer a la hora de montarla
  1. Estilo
deco & gastro

Protocolo en la mesa de Navidad: qué sí y qué no debemos hacer a la hora de montarla

Cómo colocar copas y cubiertos puede convertirse en un quebradero de cabeza... y cómo disponer a tus invitados también. Toma nota para no fallar y convertirte en un gran anfitrión

Foto: Todo en orden. Trucos de experto para saber colocar perfectamente vajilla, cristalería y cubertería en tu mesa de Navidad (Zara Home)
Todo en orden. Trucos de experto para saber colocar perfectamente vajilla, cristalería y cubertería en tu mesa de Navidad (Zara Home)

Asumámoslo. Todos nos hemos sentido alguna vez un poco Pretty Woman cuando nos han invitado a una cena de etiqueta y no estamos seguros sobre el orden del cubierto. O cuando tenemos invitados y buscamos a última hora cómo colocar la exquisita vajilla del ajuar, que coge polvo el resto del año y no sabemos ni para qué sirve.

Las normas básicas en una mesa de Navidad siguiendo el protocolo son las siguientes: tenedores a la izquierda del plato; cuchillos (con el filo hacia adentro) y cuchara sopera a la derecha del mismo. Y ya. Aunque podemos complicarlo. La servilleta se sitúa doblada, a la derecha del cuchillo y la cuchara, nada de hacer figuritas con forma de cisne para impresionar. Y mucho menos colocarla dentro de las copas: algunos teóricos de la etiqueta consideran que esto, además de hortera y poco higiénico, debería ser ilegal. Truco para invitados: la servilleta se despliega y coloca sobre el regazo y se usa cada vez que vayamos a beber. Cuando nos levantamos se deja –ligeramente arrugada, pero no perfectamente doblada como si no se hubiera usado–, de nuevo sobre la mesa.

Antes de que la cena de Navidad se convierta en un tetris, cabe preguntarse: “¿Realmente es necesario presentar toda la vajilla, incluido el tenedor de ostras y el de caracoles?”. A no ser que queramos ver sudar a nuestros invitados, no. Los expertos en protocolo aseguran que el secreto para ser un buen anfitrión es facilitar las cosas, no examinar sobre la pericia para comer gambas y langostinos con cuchillo y tenedor, espalda recta y codos fuera de la mesa.

“La preparación de una cena que siga normas de etiqueta va mucho más allá que colocar correctamente la cubertería y cristalería. Se trata de crear una experiencia, un ambiente, pensar en cada detalle que hará que nuestros invitados recuerden esa noche como algo agradable, no solo como una sucesión de platos. Y eso comienza cuando elegimos el menú teniendo en cuenta alergias, intolerancias o restricciones alimentarias que pueden ser por un embarazo o una creencia”, explica Marina Fernández, experta en protocolo social y directora de Relaciones Institucionales de la Escuela Internacional de Protocolo. Y añade: “Podemos asignar los asientos con unas sencillas tarjetas escritas a mano, que nos ayudarán a situar a los invitados por afinidades, a los padres junto a su hijo pequeño para que le ayuden en la cena o al cicerone que puede atender a un invitado nuevo que no conoce a nadie o habla otro idioma”. De sexo, religión, política o dinero no debería hablarse y es tarea del anfitrión distraer la conversación hacia otros temas para evitar las clásicas discusiones de cuñados en la mesa.

Protocolo entre cuchillos

Quien estaba muy acostumbrado a lidiar con este tipo de confrontaciones era Leonardo da Vinci, que trabajó como 'maestro de banquetes' en la corte del duque de Sforza. Su refinamiento le llevó a establecer reglas básicas de protocolo y algunos autores le atribuyen curiosas normas sobre invitados homicidas. “Si tiene planeado un asesinato en la mesa, lo decoroso es que el asesino se siente al lado de esta persona, a su izquierda o su derecha, dependiendo del método elegido, para no interrumpir la conversación durante la realización del acto. Lo correcto es que una vez sean retirados el cadáver y las manchas de sangre, si las hubiere, el asesino también se retire de la mesa para no molestar la digestión del resto de invitados”. Sin hacer ruido.

Sea leyenda urbana o no esta norma para asesinos, lo cierto es que el protocolo ha ido variando por países y por épocas, pasando de atar conejos a las sillas para que los comensales se limpiasen de grasa las manos en su lomo a colocar lavamanos en la mesa para solucionar problemas serios de higiene. En el siglo XXI, los retos para los teóricos del protocolo son la 'nouvelle cuisine' y las tecnologías. ¿Dónde deberíamos situar el teléfono móvil en una cena, a la izquierda o la derecha del plato?

“Aunque lo ideal sería dejar los móviles fuera de la mesa, el protocolo debe ser realista y adaptarse a las costumbres. Por lo tanto, lo correcto sería anunciar antes de empezar a comer que se espera una llamada importante y que en algún momento de la cena tendrá que retirarse un momento a atenderla. Dejamos el móvil en la chaqueta, en vibración, no encima de la mesa, y solo lo deberíamos atender cuando suene esa llamada. Como ya hemos advertido al resto de comensales, nos disculparán cuando nos levantemos para atender el teléfono, sin interrumpir la conversación en la mesa”, describe la experta en protocolo social. Suena a utopía, pero con esfuerzo es posible.

or último, si somos invitados a un restaurante de alta cocina, podemos darnos por perdidos. “La nueva cocina es tan vanguardista que el protocolo aún no ha descrito las normas que se aplican, porque rompen todas las normas. La cocina molecular se ha cargado el sistema: si antes el primer plato era un caldo en el menú clásico, en El Bulli tienes una gelatina de caldo que ya no se come con cuchara. Incluso ya no se sirve en un plato, sino en una pirámide o una espiral”, describe Fernández. También han cambiado los maridajes: los vinos tintos no necesariamente acompañan a las carnes ni los blancos al pescado y no se aplica el orden aprendido de platos. ¿Solución? Pedir al maître que nos dé algún consejo sobre cómo degustar estos platos. En definitiva... volver a sentirnos Pretty Woman.

¿Tienes un dispositivo móvil iOS o Android? Descarga la APP de Vanitatis en tu teléfono o tablet y no te pierdas nuestros consejos sobre moda, belleza y estilo de vida. Para iOS, pincha aquí, y para Android, aquí.

Asumámoslo. Todos nos hemos sentido alguna vez un poco Pretty Woman cuando nos han invitado a una cena de etiqueta y no estamos seguros sobre el orden del cubierto. O cuando tenemos invitados y buscamos a última hora cómo colocar la exquisita vajilla del ajuar, que coge polvo el resto del año y no sabemos ni para qué sirve.