La máquina expendedora de cosméticos que salva tu piel cuando estás de viaje

“Me di cuenta de que había un problema en el mundo de los viajes con las mujeres negras”, asegura Maxine Pittman, la emprendedora detrás de Tress Obsessed Beauty Vending, la máquina expendedora de cosméticos orientada a las mujeres negras, con cabello afro o con un tono de piel del que resulta complicado encontrar bases de maquillaje y demás cosméticos.

Desde hace tiempo las máquinas expendedoras han cambiado de contenido. A los refrescos o snacks se les han sumado frutas, kits de primeros auxilios, libros o, más recientemente, mascarillas y geles hidroalcohólicos. Incluso podíamos encontrar gel de baño o incluso champú… ¿Dónde está entonces la innovación de Tress Obsessed? Como apunta su creadora, a la hora de viajar, es cierto que podemos encontrar en las tiendas duty free o en otras máquinas expendedoras bienes de primera necesidad para salir de una aprieto; sin embargo, estos productos rara vez se adaptan las necesidades de los hombres y mujeres negros.

Puede que si tu tono de piel es claro, entre beis y rosado, siempre que hayas acudido a comprarte una base de maquillaje, hayas encontrado sin demasiado problema un producto que te sirviera. Sin embargo, según se va oscureciendo tu piel, las bases desaparecen. En muchas ocasiones se debe a que el fabricante ofrece tan solo unos pocos tonos, pero la falta de demanda, en otras, hace que haya menos productos para pieles oscuras. Al viajar a países donde la piel predominante es la clara, resulta una auténtica odisea encontrar con una base de maquillaje para piel negra. Pero este no era el único problema al que Maxine Pittman se enfrentaba cada vez que viajaba. El cuidado de su piel o de su cabello afro sufría más consecuencias que el jet lag de su cabeza.

La situación no cambiaba cuando Pittman llegaba a su habitación. “Cuando te registras en un hotel, te dan gel de baño y lociones gratis. Pero me di cuenta de que no podía usar ninguno de esos productos. Las mujeres negras gastamos más en cabello y uñas, pero tenemos una menor cantidad de espacio en los estantes de cosmética”, confesaba a Byrdie. La falta de oferta de sus cosméticos de confianza en distintos lugares del mundo se unía a lo difícil que resultaba hacerse con el mítico ‘travel size’ que poder subir al avión. A esta frustración personal, esta angelina le sumó una de sus obsesiones desde la etapa universitaria, las máquinas expendedoras.

Durante años había querido sustentar un negocio en las máquinas expendedoras, pero hasta la llegada del covid no había dado con qué productos podría colocar en su interior… Hasta que pasión, indignación y negocios se materializaron en Tress Obsessed Beauty Vending. Las inmensas máquinas de Pittman son fáciles de reconocer por su color rosa pastel y por estar adornadas con la cara impresa de su fundadora. De momento solo se encuentran en los Estados Unidos, pero su idea es extenderse para que las personas negras puedan encontrar sus cosméticos de confianza en tamaño mini y en cualquier parte del mundo, de Dubái a Japón.

Conforme el negocio va creciendo, las máquinas rosas van ampliando productos y marcas, llegando a alcanzar hasta 60 productos distintos por vending, que van de los 2 dólares a los 16 del más caro, un protector del cabello elaborado con proteínas de seda. Entre las categorías disponibles, además de cuidado del cabello, cuerpo y rostro, también podemos encontrar cosméticos para hombres como la mítica cera para el peinado Murray's Hair Dressing Pomade. Por supuesto, tampoco faltan jamás horquillas o tiritas con color, todos los productos que Maxine Pittman echaba en falta cada vez que viajaba alrededor del mundo por negocios.

De momento, la máquina expendedora Tress Obsessed Beauty Vending solo está disponible en algunos centros comerciales de California, Las Vegas, Phoenix y Arizona, pero la idea es expandirse a nivel internacional y colarse en los aeropuertos con mayor tráfico.