Planchas de seda para alisar sin encrespar... ¿Qué es eso y cómo lograrlo?
En el camino por moldear al gusto el cabello, a menudo nos encontramos con el encrespamiento como compañero de viaje… Hasta la llegada de las planchas de seda
El alisado japonés revolucionó los salones de belleza e hizo que el look sleek o glass se convirtiera en la tendencia predominante en los 2000. Pero mucho ha evolucionado la cosmética desde entonces. Menos agresivos e incluso con acabados naturales, los tratamientos capilares logran el alisado de larga duración. La otra opción es la de cambiar cada día de peinado, y ahí el terreno le pertenece única y exclusivamente a las planchas del pelo.
El planchado de seda es una técnica de sobra conocida para las personas con el cabello rizado, pero algo más desconocida para el resto. Unos pocos pasos y el uso de una plancha de titanio algo más ancha que las habituales son capaces de conseguir un alisado con movimiento y brillo, pero sin encrespamiento.
La plancha de seda recibe su nombre de la suavidad y el brillo con el que deja el cabello, así que si estabas pensando en una lujosa plancha recubierta por seda, lamentamos decirte que estabas equivocado y que, en realidad, se trata de un alisado mucho más sencillo aunque meticuloso. A diferencia de otras técnicas, este tipo de alisado no utiliza químicos para alisar, sino que se centra en hidratar y proteger el cabello, multiplicando el movimiento y el cuerpo. Adiós apelmazamiento.
Aunque en su mayoría el alisado seda se realiza en centros de belleza especializados, también se puede recrear el procedimiento en casa, aunque su duración o perfección no sea la misma. Hay que señalar que se trata de un alisado temporal, es decir, se irá con el lavado, pero se diseñó pensando en los cabellos rizados que, por naturaleza, son especialmente secos y no se engrasan con tanta rapidez, por lo que pueden espaciar más los lavados.
La técnica, aunque sencilla, requiere de precisión. Lavar, hidratar, secar y alisar, estos son los cuatro pasos del alisado de seda, pero el cómo es la clave del éxito. Es importante que lo que se busca con esta técnica es un cabello con cuerpo y movimiento, no un liso tabla sino un liso que pueda pasar por natural y cuyo brillo deje a todo el mundo con la boca abierta.
Lo primero, igual que en prácticamente cualquier tratamiento capilar, es lavar el cabello en profundidad pero sin irritarlo. Hay que eliminar tanto residuos de polución o de otros cosméticos como la grasa que genera nuestro cuero cabelludo. Con este paso, además de asegurarnos de que el cabello aguante más tiempo limpio, evitamos el apelmazamiento de la raíz.
Tras lavar y aclarar el cabello, hay que hidratarlo con intensidad ya que este alisado, a diferencia de otros, busca que haya mucho movimiento en el pelo. “Un tratamiento de acondicionamiento intenso debe aplicarse durante al menos 15 minutos, con una toalla o un gorro húmedos y calientes, y finalmente enjuagar con agua fría para sellar la cutícula. Esto bloquea todos los buenos ingredientes y permite que tu cabello quede más liso", detallaba la estilista Chrissy Zemura en la edición estadounidense de 'Harper’s Bazaar'. La mejor opción es recurrir a un acondicionador o una mascarilla especialmente nutritivos.
El tercer paso es secar el cabello con especial cuidado, eliminando toda la humedad y trabajando desde la raíz hasta las puntas. Durante este proceso de secado, hay que aplicar un protector de calor para no dañar el cabello con el secador y acompañar todo el secado con un cepillo. Dependiendo de cómo sea el tipo de rizo, será recomendable utilizar un cepillo u otro. Los rizos más grandes pueden utilizar un cepillo plano mientras que si el rizo es muy pequeño, Chrissy Zemura recomienda recurrir a un cepillo redondo grande. Al fin y al cabo, si tu cabello es rizado, al secarlo con ayuda de un cepillo irás alisándolo poco a poco y facilitando el paso final de la plancha.
Para cumplir con este alisado de seda, duradero y lleno de brillo y movimiento, la estilista recomienda utilizar una plancha con placas de titanio, una herramienta poco habitual y más utilizada por profesionales, puesto que “distribuyen el calor de manera más uniforme que las planchas de cerámica u otras planchas", explicaba. Una alternativa al uso de la plancha es utilizar pequeños cepillos de presión o pressing comb, un cepillo de cerámica que aplica calor a la vez que peina y alisa el cabello.
La plancha de seda (silk press) está especialmente recomendada para personas con el cabello muy rizado, y en Instagram es fácil encontrar resultados asombrosos en personas con el pelo afro. Sobre todo el brillo es lo más impactante. Sin embargo, aunque se trate de un alisado que no daña el cabello tanto como otras técnicas, no es recomendable abusar de él y es preferible dejar que el cabello descanse una temporada entre alisado y alisado.
Para mantener la duración del alisado de seda más tiempo, ahora sí, la seda de verdad es una gran aliada. Las almohadas de seda o los coleteros de ese tejido evitan que el cabello se encrespe y adopte formas indeseadas. Por supuesto, mantener el pelo alejado de la humedad y el agua es otra parte fundamental porque, en cuanto te laves el cabello, la magia desaparecerá.
El alisado japonés revolucionó los salones de belleza e hizo que el look sleek o glass se convirtiera en la tendencia predominante en los 2000. Pero mucho ha evolucionado la cosmética desde entonces. Menos agresivos e incluso con acabados naturales, los tratamientos capilares logran el alisado de larga duración. La otra opción es la de cambiar cada día de peinado, y ahí el terreno le pertenece única y exclusivamente a las planchas del pelo.
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