Qué es la cura de sebo y cómo puede sanear tu cabello y devolverle el brillo

Uno de los términos más buscados en Francia durante la cuarentena ha sido ‘cure de sébum’, lo que podríamos traducir como cura de sebo o de la grasa del cuero cabelludo. Hace varios años, la moda del ‘no poo’, que defendía no lavarse el cabello con champús sino con mejunjes caseros, consiguió cierta popularidad, y la rara situación con la que hemos vivido durante el 2020 parece haber despertado al gigante dormido.

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Tal y como adelantaba la edición francesa de 'Elle' hace unas semanas, al reducir nuestra agenda social considerablemente y estar en casa más tiempo, lavarse el pelo se ha convertido en una opción muy tentadora. Sin embargo, la cura de sebo poco tiene que ver con la moda del 'no poo', más bien es una desintoxicación del exceso de lavado.

En más de una ocasión hemos escuchado aquello de que “cuanto más a menudo te lavas el pelo, antes se ensucia”, y la base de esta sentencia puede ser cierta. Al lavar el cabello, retiramos la suciedad y la grasa que se acumula en el cuero cabelludo. Dependiendo del champú que utilicemos, el cuero cabelludo se puede resecar en exceso y, como respuesta, las glándulas segregan más grasa. Entramos entonces en un círculo vicioso en el que de un día para otro, el cabello se reseca y engrasa, debilitándose cada vez más y perdiendo brillo.

"Esta moda surge para compensar la agresión que producen los productos que contienen sulfatos / jabones agresivos que dañan el cuero cabelludo y produce una acción de autodefensa segregando mayor cantidad de sebo, caspa, irritación", explica Sonia Márquez Dorsch, directora de comunicación de los laboratorios Fridda Dorsch.

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La solución que suma adeptos en Francia es la cura de sebo, es decir, no lavar el cabello en absoluto durante un mes. La idea está en hacer un tratamiento detox en el pelo para recuperar su normal segregación de grasa en el cuero cabelludo. El primer paso es lavar el cabello a conciencia para eliminar cualquier tipo de residuo y suciedad acumulada. A continuación, poco misterio, no lavar el cabello durante un mes.

Un paso ineludible de la cura de sebo es el cepillado diario. Al peinar el cabello, se distribuye por todo el pelo la grasa que de normal se acumula en el cuero cabelludo. Detrás de este gesto se esconde el secreto del brillo que se consigue con esta técnica. Además de mejorar la hidratación, una de las finalidades de esta grasa que tantos quebraderos de cabeza nos genera es que se extiende a lo largo del cabello, hidratando la fibra y dejando el pelo brillante.

Pero este cepillado diario tiene su propio sistema. No se puede hacer con cualquier cepillo y no vale con una simple pasada para eliminar enredos. El cepillo debe ser grueso y de fibras naturales para distribuir mejor el sebo, es importante cepillar el cabello en todas las direcciones para eliminar las células muertas y la caspa, además de para ahuecar la raíz y favorecer su oxigenación, algo para lo que nos podemos valer de nuestras propias manos.

Higiene extra

Aunque la cura de sebo signifique un notable ahorro para nuestra economía al tener que utilizar el champú tan solo una vez al mes, hay otros gastos añadidos como consecuencia del libre flujo de la grasa del cuero cabelludo. Como varios tutoriales de YouTube alertan, la funda de la almohada se ensuciará más a menudo de lo normal. Ese sebo que ejercerá un poder detoxificante en nuestro cabello también se va a adherir a las superficies con las que esté en contacto nuestro cabello: almohada, diademas, boinas, gorros…

La higiene del cepillo con el que trabajemos a diario debe ser precisamente eso, diaria. Tras cepillar profusamente el cabello y en todas las direcciones, hay que lavar con jabón el cepillo para eliminar los restos de grasa, caspa y cualquier tipo de suciedad.

La vida después de la cura de sebo

Otra considerable diferencia entre el 'no poo' y la cura de sebo está en la duración del no lavado. Al sustituir los champús habituales por remedios caseros que no contuvieran ingredientes que sensibilizaran el cuero cabelludo, el 'no poo' se convertía en una forma de vida, pudiendo durar incluso años. La cura de sebo funciona de otra forma. Pasados los 30 días sin lavado, en los que hemos regenerado la segregación de grasa, hay que volver a lavar el cabello, eso sí, siempre utilizando champús con ingredientes suaves y evitando los sulfatos y las siliconas que puedan resecarlo. Así, el efecto detox durará más tiempo.

Esta duración delimitada ha sido una de las claves de su éxito durante la cuarentena. Poder aguantar sin lavar el cabello es mucho más fácil si no vas a salir de casa y nadie va a ver su melena llena de grasa porque disimularlo es mucho más sencillo a través de una videollamada que en persona.

¿Qué opinan los expertos?

Adolfo Remartínez, creador de Nuggela & Sulé no recomienda en absoluto esta moda: "Hay que tener mucho cuidado con las modas que aparecen de repente. Es una temeridad dejar el sebo en el organismo, especialmente en el cuero cabelludo, ya que los parásitos y bacterias se alimentan de estos residuos orgánicos, originando infecciones como puede ser la tiña. En este caso los parásitos se hacen fuertes, atacan a la glándula sebácea para que genere más sebo, aumentando su alimento, reproducción, y a la larga inflamando la glándula sebácea” concluye el experto.

"En Fridda Dorsch hemos realizado unas pruebas comparativas a 50 mujeres entre su champú regular y el champú Go Organic de Farma Dorsch, y el 94% notaron que el pelo les duraba mucho más tiempo suelto, brillante y limpio. Llegando en muchos casos a poder retrasar la repetición del lavado, hasta 1 semana", explica la directora de comunicación de los laboratorios Fridda Dorsch que ha desarrollado el champú Go Organic de Farma Dorsch, que está elaborado con activos naturales derivados del coco, "han demostrado ser muy eficaces emulsionando y eliminado grasas así como las diferentes sustancias que se adhieren al pelo, pero de forma suave para preservar la salud capilar", como alternativa a los jabones convencionales o sulfatos que tienden a resecar el cuero cabelludo.

Otros estilistas, como Eduardo Sánchez, director de Maison Eduardo Sánchez, no desaconsejan la práctica pero sí indican la importancia del tiempo: “A mis clientas con cabello muy graso le aconsejo hacerlo, pero nunca de forma permanente, solo a pequeños intervalos. Por ejemplo, si se lo lavan todos los días, les aconsejo hacerlo solo cada dos, y si hace falta, pueden darle un estilo wet look si es corto. No recomiendo usar champú seco porque ese tipo de cabello suele tener el cuero cabelludo sensible. Creo que el cabello hay que lavarlo en algún momento, al igual que limpiar el cuero cabelludo, pues además, culturalmente, genera en nuestra mente sensación de suciedad”.

Alternativas 'a la francesa'

Pero, además del 'no poo' y de la cura de sebo, otro truco que algunas mujeres francesas utilizan, como explicaba Caroline de Maigret en su libro 'Older but better, but older' (15€, en Amazon), es lavarse el cabello en días alternos, el llamado 'second day hair', que sería algo así como un día lo lavas y al otro lo disimulas.

El salvavidas de la exmodelo es el champú en seco, aliado con el que se absorbe la grasa del cuero cabelludo y de paso se gana volumen en la raíz. Con este pequeño truco, De Maigret no daña tanto su cabello y puede lucir peinados texturizados al día siguiente. El champú en seco se ha convertido en uno de los cosméticos más demandados por su poder para salvar el pelo cuando no hay tiempo para lavarlo o se quiere proteger del exceso de lavados. En nuestro país, el champú más vendido es el de la marca Batiste (2,64€), cuya fórmula a base de almidón de arroz se ha ido modificando hasta desarrollar uno para cada tipo de cabello.