Jorge Ángel, enfermero: "¿Cómo cortar las uñas correctamente? Primero, utiliza un cortaúñas o unas tijeras de uñas limpias"

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El cuidado de las uñas, tanto de manos como de pies, es más importante de lo que a menudo se piensa. No solo tiene una función estética, sino que también es clave para prevenir molestias comunes como infecciones, uñas encarnadas o pequeñas lesiones en la piel. Una rutina correcta, basada en pequeños gestos, puede marcar la diferencia en el bienestar diario.

Jorge Ángel, enfermero, ha compartido una serie de recomendaciones sencillas y útiles sobre cómo cortar las uñas correctamente. La primera de ellas es evitar darles una forma curva. “Siempre es mejor hacerlo de forma recta, no de forma curva, porque luego, fijaos, cuando crece tiende más a encarnarse y esto puede dar problemas”, indica.

Otro punto básico que destaca es el uso de herramientas limpias y específicas para uñas. Tijeras o cortauñas deben estar desinfectados antes de cada uso, sobre todo si no se utilizan de forma individual. Este detalle, que suele pasarse por alto, puede evitar contagios por hongos o bacterias.

En cuanto al mejor contexto para realizar el corte, el experto sugiere hacerlo tras la ducha, cuando las uñas están más blandas y resulta más fácil darles forma sin ejercer demasiada presión. En el caso de personas con uñas muy duras, o con problemas de salud que afecten la circulación o sensibilidad, se puede optar por sumergir los pies en agua templada durante unos minutos para conseguir el mismo efecto.

La hidratación es otro paso que no debe olvidarse. Aplicar crema o aceite para cutículas mejora la salud del contorno de la uña, manteniéndolo flexible y menos propenso a agrietarse. En este punto, Jorge Ángel advierte de no eliminar las cutículas: “Protegen la base de la uña, así que es mejor no cortarlas ni retirarlas”.

Mantener esta rutina de forma regular no solo previene molestias, sino que también contribuye a la salud general de manos y pies. Y si hay dudas sobre cómo hacerlo correctamente o dificultades físicas que lo impidan, siempre es preferible recurrir a un profesional sanitario o podólogo que pueda ocuparse de ello con seguridad y precisión.