Secar el pelo sin encrespar para conseguir un acabado de peluquería: cómo lograrlo
Uno de los causantes del encrespamiento del cabello es la forma de secarlo. La electricidad estática sobre el pelo seco puede desaparecer si se siguen algunos pasos
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Quién no ha frotado profusamente su pelo contra una toalla o se ha secado el cabello boca abajo… Culpables, todos somos culpables. Pero estos erróneos movimientos no son los únicos responsables del encrespamiento o de que nunca consigamos recrear el acabado de peluquería en casa. Del mismo modo que hay pequeñísimos gestos en nuestra rutina de cuidado del cabello en los que nos equivocamos, también hay oportunidades que mejorar: una toalla adecuada, un acondicionador ultrahidratante, un buen cepillo…
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Prepara el terreno
Además de utilizar un champú que limpie el cabello sin resecarlo, el acondicionador es de vital importancia. Ese paso que parece estar eternamente nominado a que nos lo saltemos es en realidad un aliado con el que hidratar y desenredar el pelo. Es decir, si aplicamos un acondicionador con propiedades nutritivas y que ayude a suavizar el pelo, conseguiremos evitar tener que desenredarlo con un cepillo tras el secado, lo que aumenta la probabilidad del temido frizz.
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La cantidad de producto y el tiempo que le dejemos actuar son dos condicionantes que medir con precisión. Aplica el acondicionador tan solo de medios a puntas, pero sin utilizar demasiada cantidad, la justa para que el cabello lo absorba. El último paso que hacer desde la ducha es aclarar el cabello con agua fría. De este modo cerramos las cutículas y evitamos, de nuevo, el frizz.
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Una nueva forma de secar
A la hora de escurrir el cabello es cuando más errores solemos cometer. Para quitar la humedad al pelo, no es recomendable utilizar una toalla tradicional. La salvación son las toallas de microfibra o algodón, capaces de absorber la humedad en menos tiempo. Queda prohibido frotar la toalla, en su lugar presionaremos y luego enrollaremos el cabello en ella, sin mucha tensión y a modo de turbante, durante unos 20 minutos. Después de liberar el pelo, vuelve a presionar con la toalla. Ahora el cabello está casi seco y llega el momento de aderezarlo para los pasos finales.
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¿Sérum reparador? ¿Aceite hidratante? ¿Crema para el peinado? Nuevamente, solo de medios a puntas y utilizando la cantidad exacta para no engrasar el pelo, con este paso mejoramos la hidratación y protegemos el cabello en el caso de que vayamos a utilizar una fuente de calor para moldearlo. Evita cosméticos con alcohol, ya que resecarían el pelo, favoreciendo el efecto frizz. Para conseguir un acabado más pulido o alisar el pelo, podemos volver a peinarlo, pero siempre con un peine de púas anchas a poder ser de madera, pero nunca de metal o plástico pues favorecerían el encrespamiento.
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El paso final depende de ti. Si tu pelo está casi seco, puedes dejarlo secar al natural o utilizar el secador. Aplica el calor sobre la raíz, para secarla en el caso de que esté húmeda, pero no sobre las puntas porque, hay que subrayarlo, el frizz haría su aparición. Si se sigue esta sencilla rutina, durante el proceso de peinado no aparecerá el encrespamiento y será más fácil lograr un acabado pulido.
Quién no ha frotado profusamente su pelo contra una toalla o se ha secado el cabello boca abajo… Culpables, todos somos culpables. Pero estos erróneos movimientos no son los únicos responsables del encrespamiento o de que nunca consigamos recrear el acabado de peluquería en casa. Del mismo modo que hay pequeñísimos gestos en nuestra rutina de cuidado del cabello en los que nos equivocamos, también hay oportunidades que mejorar: una toalla adecuada, un acondicionador ultrahidratante, un buen cepillo…