Champús antiencrespamiento para mantener el frizz a raya sin apelmazar
Además de mantener el cabello alegado de la humedad, seguir una adecuada rutina de cuidado de la piel reduce los riesgos el momento encrespamiento y un champú anti frizz puede ser la clave
Lo dice Isabel Preysler y cualquier peluquero lo puede corroborar: la hidratación es la clave de un cabello cuidado. Además de prevenir la rotura de las puntas y mejorar el brillo de pelo, una correcta hidratación es la mejor arma para luchar contra el encrespamiento. Agresiones diarias como la contaminación o el uso de herramientas de calor, extreman la sequedad del cabello. Por supuesto, tampoco hay que olvidarse del tipo de cabello con el que tengamos que vivir.
Si tienes el pelo rizado o lo has sometido distintas decoloraciones, claramente su tendencia será hacia el encrespamiento. En tal caso, no solo tendrás que prevenir la aparición del temido efecto encrespado como cualquier de los mortales, evitando la humedad o recurriendo a brumas nutritivas, también tendrás que hidratarlo a diario para pasar del efecto frizz al smooth y, sorpresa, además de la mascarilla -tratamiento intensivo de obligado cumplimiento-, un buen champú puede ser el mejor entrenamiento para tu cabello.
Puede que se deba a la humedad del ambiente o puede que, por desgracia, tu cabello tenga tendencia al encrespamiento. Si tu caso es el segundo, no habrá un peinado antifrizz que te salve de la rutina diaria, porque también tienes derecho a presumir de cabellera al viento. Mientras mascarillas, aceites, sérums y cosméticos de peinado ayudan a controlar el encrespamiento para conseguir ‘domar’ el pelo, hay que adentrarse en el origen de todo y, no, no nos referimos a investigar en la genética, sino a prestar atención al primer paso de todos, el champú. ¿Qué ingredientes ayudan a luchar contra el encrespamiento? ¿Qué fórmulas son las más recomendadas?
Existe un ritual completo para actuar frente al encrespamiento. Además de evitar frotarlo con una toalla o aplicarle calor sin protector térmico previo, las características de cada cabello le hacen más propenso al encrespamiento. Si tu cabello es rizado, fino o acostumbras a teñirlo de forma habitual, tienes papeletas para vivir con el efecto frizz. Pero otras prácticas como las fuentes de calor del tipo plancha o secador, así como una dieta poco equilibrada también son factores a tener en cuenta.
Pero ¿por qué se encrespa el cabello?
Básicamente por falta de hidratación. El pelo seco y debilitado, busca el agua como una planta busca el sol. En esta búsqueda, comienza a 'levantarse' en dirección a la humedad del ambiente y así aparece el fenómeno pelo encrespado y descontrolado. La única forma de plantarle cara es nutriéndolo y aplicando la hidratación que necesita. Esta función solemos esperarla de una mascarilla; sin embargo, el champú también puede contribuir.
De qué huir y qué amar
Conviene huir de los sulfatos presentes en algunos detergentes y que terminan por resecar el cabello además de poder irritar los cueros cabelludos más sensibles. El alcohol también termina por resecar el cabello, igual que ocurre con los tintes.
Sin embargo, sí se deben utilizar los aceites que penetren en la fibra capilar y ayuden a mantener la correcta hidratación del cabello. Serán amigos el aceite de jojoba, de argán, de aguacate o la manteca de karité.
Fórmulas que fichar ya
Champú al Dátil del Desierto de Klorane (4,75€). Mantiene el correcto equilibrio del cuero cabelludo gracias su ingrediente estrella, el dátil, que ayuda a limpiar y reparar. No contiene detergentes.
Bain Fluidéaliste de Kérastase (16,50€) está especialmente indicado para los cabellos rizados con tendencia al encrespamiento. Además de facilitar el momento del densenredado y de ayudar al alisado, mejora su movimiento y su apariencia. El cabello se nota más suave y brillante. Para conseguir controlar el encrespamiento, el complejo Morpho-Keratine™ contiene agentes y polímeros que actúan sobre la superficie de la fibra capilar.
Champú Smoothproof de Biolage (11,28€). Consigue plantarle cara al efecto frizz al actuar frente la humedad, controlándola hasta en un 97%. Esta magia se logra gracias al agua de camelia de su fórmula.
ISDIN Shampoo Ultrasuave Daylisdin (11,25€). Actúa especialmente sobre el cabello dañado y frágil, así como para pieles especialmente sensibles. Las proteínas de trigo se encargan de limpiar e hidratar el cabello y actuando directamente frente al encrespamiento, el brillo y la suavidad. Además, el polyquaternium facilita el desenredado.
Smoothing Oil-Infused Shampoo de Kiehl’s (20€). La mezcla de aceites de argán y babasu nutre el cabello intensamente. Consigue controlar el encrespamiento al alisar la cutícula capilar, dejando el cabello con movimiento y liso, sin nada de apelmazamiento.
Hoy en Amazon
Karinga Champú Concentrado de Hidratación de René Furterer (17,03€). Una de las mejores formas para controlar el encrespamiento es una hidratación muy intensa y con la manteca de karité (aporta una hidratación profunda), el extracto de moringa (reconstituye la fibra) y el aceite de argán (mantiene la hidratación del pelo), que componen un 16% su fórmula, devuelve la hidratación, brillo, suavidad y flexibilidad a la fibra capilar del cabello rizado, eliminando el encrespamiento. Elaborado con ingredientes 100% de origen vegetal.
Champú Botánicals Camelia Ritual de Alisado de L’Oréal Paris (7,65€). De nuevo, la camelia se convierte en la clave para mantener una correcta hidratación, aporta movimiento y flexibilidad.
Champú Aussie Repair Miracle. De nuevo, nada como una hidratación múltiple y completa. El maravilloso aguacate y su aceite se suman al aceite de nuez de macadamia y al de las semillas de jojoba para crear una fórmula altamente nutritiva que evita el encrespamiento.
El correcto ritual de lavado
Igual que existe una forma indicada para lavar el rostro, el cabello también debe de seguir su propia rutina. Aplicar el champú en las manos, aplicarlo en la raíz del cabello masajeando el cuero cabelludo y dejar que las espuma baje hasta las puntas.
Es importante evitar frotar el cabello, ya que esto abre la fibra y favorece el posterior encrespamiento.
También se debe huir del agua muy caliente. Lo mejor es aclarar el cabello con agua fría o templada. El agua fría ayuda a cerrar la cutícula del pelo.
A la hora de secar, cuidado con la toalla. Puede que este sencillo paso sea al culpable de todos tus males. Utiliza la toalla solo para quitar el exceso de agua nada más salir de la ducha. Es preferible utilizar una toalla de fibras más finas que las de la toalla o incluso una camiseta de algodón, Y, de nuevo, no frotes.
A la hora de cepillar el cabello, procura cepillarlo desde la raíz hasta las puntas, pero si te cuesta mucho por la presencia de enredos, es preferible que lo hagas por partes para no romper el cabello.
Si cepillas el cabello en seco, te salvarán la vida los cepillos ionizados ya que neutralizan la carga del cabello y evitan el encrespamiento.
Lo dice Isabel Preysler y cualquier peluquero lo puede corroborar: la hidratación es la clave de un cabello cuidado. Además de prevenir la rotura de las puntas y mejorar el brillo de pelo, una correcta hidratación es la mejor arma para luchar contra el encrespamiento. Agresiones diarias como la contaminación o el uso de herramientas de calor, extreman la sequedad del cabello. Por supuesto, tampoco hay que olvidarse del tipo de cabello con el que tengamos que vivir.