Lactoplastia, el alisado que regenera el cabello y consigue una melena más natural (y otras alternativas)
Un cabello liso, con movimiento, brillante y sin absolutamente nada de encrespamiento. Suena bien, ¿verdad? Pues es todo lo que promete la lactoplastia, el alisado de moda
El cabello seco, dañado, expuesto a agresiones como el sol, las herramientas de calor o los tintes, termina por abrazar el encrespamiento, convirtiéndolo en casi su estado natural. Esta sensación de pelo electrizado dificulta su manejo y peinado, de ahí que muchos tratamientos alisadores actuales incluyan la hidratación y la reparación del cabello como punto indispensable en el moldeado del cabello, frente a tratamientos pasados que incluso potenciaban la sequedad y lo debilitaban.
En esta búsqueda de fórmulas regeneradoras, la ciencia cosmética ha llegado hasta las células madre de origen vegetal, encargadas de reparar y acondicionar el cabello.
Que su nombre raro o sus ingredientes no te confundan porque no se trata de un tratamiento ultraexclusivo y complicadísimo solo al alcance de las celebrities. La clave de su éxito y el ingrediente que diferencia la lactoplastia de otros tratamientos son las células madre presentes en su fórmula. Las células madre de la manzana se han convertido en los últimos ños en un aliado de la cosmética, especialmente en la orientada al cuidado del cabello.
Después del arrollador éxito del champú de cebolla Nuggela & Sulé, gracias a la lactoplastia descubrimos que otro ingrediente habitual en nuestra cesta de la compra alimenticia es capaz de cambiar radicalmente nuestro cabello. ¿Cómo? Alisándolo y evitando el encrespamiento logrando un resultado similar al de los tratamientos con keratina.
Al pensar en células madre, lo primero que nos viene a la cabeza son las innovaciones en medicina regenerativa. La lactoplastia trabaja con las células madre de las manzanas para tratar la regeneración capilar. Estas células madres se encargan del crecimiento celular en el entorno vegetal, algo que, trasladado al cuidado capilar y al combinarse con las proteínas y el ácido láctico, se convierte en un activo capaz de alisar y regenerar el cabello.
Las proteínas presentes en la lactoplastia son utilizadas a modo de enzimas y su función es la de alisar el cabello reforzando y reparando su estructura desde dentro, actuando en la fibra capilar. Además, el ácido láctico que le da nombre pertenece a los alfahidroxiácidos o AHA, capaces de alterar la carga iónica de las moléculas. Lo que se traduce en la recuperación de la elasticidad y fuerza del cabello.
Precisamente la marca de cuidado capilar detrás de lactoplastia lleva su mismo nombre y comercializa desde su web o desde centros de estética sus 7 productos, todos elaborados con la célula madre de manzana. El tratamiento alisante de lactoplastia está compuesto por 3 pasos: un champú purificante, tratamiento alisante y mascarilla equilibrante.
Los resultados del antes y el después del tratamiento con lactoplastia dejan ver que el cabello se homogeniza. No hay encrespamiento, el brillo se multiplica y el acabado es liso pero no aquel liso tabla, rígido, artificial y sin movimiento de los primeros tratamientos del alisado japonés. Con la lactoplastia el cabello se puede moldear con la plancha, dándole forma y volumen. El pelo tampoco pierde movimiento, por lo que el cabello se ve muy natural pero mucho más sano y brillante.
Ácido láctico, el aliado de la belleza
En los tratamientos tópicos para mejorar la textura y el tono de la piel, el ácido láctico se ha convertido en un ingrediente imprescindible, sin embargo, sus propiedades regenerantes también se trasladan al cabello. Igual que en la piel, el ácido láctico actúa deshaciendo la suciedad y despegando las células muertas y residuos que se encuentran sobre ella, esta acción se traslada al cuero cabelludo, sustento de la salud del cabello.
"Mejora la hidratación natural del cuero cabelludo, que a su vez hidrata el cabello, haciéndolo sentir menos seco y más elástico", explican los expertos de la marca australiana Frank Body, cuyo Exfoliating Scalp Serum, ahora 13,45€ en LookFantastic, funciona como un scrub químico del cuero cabelludo.
En este proceso de exfoliación del cuero cabelludo con ácido láctico también encontramos como beneficio extra la hidratación. Al limpiar en profundidad, la hidratación y demás propiedades cosméticas penetran en profundidad, calmando el cuero cabelludo y reduciendo la aparición de caspa. Este tipo de exfoliantes químicos no se deben utilizar a diario, pero sí con periodicidad, para mantener una correcta higiene y suponen una alternativa a los scrubs capilares tradicionales que pueden dejar más residuos al precisar un aclarado más intenso.
Otras técnicas revolucionadoras (y anti frizz)
Gracias a la Maison Eduardo Sánchez hemos podido descubrir otros alisados de larga duración con fórmulas innovadoras. Es el caso de la enzimoterapia, técnica de creciente popularidad. Al igual que la lactoterapia, es un tratamiento alisador orgánico que trabaja a través de enzimas y es capaz de revitalizar e hidratar el cabello, entre otras cosas, gracias al ácido tánico que, unido a las enzimas y activado por el calor, consigue alisar el cabello manteniendo el encrespamiento a raya y fortaleciendo la fibra capilar.
Reestructura el cabello y aporta más cuerpo, además de proteger de agresiones externas. Se puede aplicar en mujeres embarazadas. El precio del alisado enzimático cuesta a partir de 200 € dependiendo de la cantidad y longitud del cabello y tiene una duración de 4 a 6 meses.
Entre las innovaciones para conseguir un alisado a salvo del calor, pero de larga duración, el alisado francés de Valquer, 54€ en su web, es uno de los más llamativos al no utilizar químicos (siliconas, sulfatos, ni colorantes) que dañen el cabello ni fórmulas que alteren la coloración. Consta de tres pasos cosméticos: champú reparador, tratamiento alisador y mascarilla, esta última es la encargada de dar al alisado una mayor duración.
Se trata de un procedimiento termodinámico en el que, tras lavar el cabello dos veces con el champú específico y aclararlo perfectamente, se seca todo el cabello con secador. Es entonces cuando se aplica el Alisado Francés manteniendo una distancia de un centímetro desde la raíz, hasta las puntas. Este proceso debe realizarse con ayuda de una brocha y trabajando de mechón a mechón hasta cubrir todo el cabello. El tratamiento debe penetrar en la fibra capilar por lo que se deja actuar 20-25 minutos, tras los cuales se aclara por completo.
Al tratarse de un proceso termodinámico, el paso final es secar el cabello y alisarlo con una plancha a temperatura de 200-240ºC, de nuevo, mechón a mechón, realizando varias pasadas en cada mechón, para conseguir un acabado más pulido. El resultado final es un liso brillante, sin presencia de encrespamiento.
El cabello seco, dañado, expuesto a agresiones como el sol, las herramientas de calor o los tintes, termina por abrazar el encrespamiento, convirtiéndolo en casi su estado natural. Esta sensación de pelo electrizado dificulta su manejo y peinado, de ahí que muchos tratamientos alisadores actuales incluyan la hidratación y la reparación del cabello como punto indispensable en el moldeado del cabello, frente a tratamientos pasados que incluso potenciaban la sequedad y lo debilitaban.