Depilarse no es más higiénico que conservar el vello, es cuestión de gustos

Existen muchos mitos en torno a la depilación: que si el sudor huele más cuando hay pelo, que si esto nos hace sudar más o que es poco higiénico. Los estudios confirman que triunfa la piel sin vello, ya que según una encuesta de Philips sobre los hábitos en nuestro país, el 99,2% se depila alguna zona de su cuerpo.

¿Lo hacen por algún motivo relacionado con la salud? En realidad no. El mismo estudio dice que un 34% de las mujeres considera la depilación un factor clave para verse más guapas. Luego está la corriente en contra, que entiende la depilación como una tiranía y una moda machista y limitante bajo lemas del tipo #bodypositive. Según el instituto de marketing Mintel, una de cada cuatro mujeres deja las axilas a su libre albedrío, y famosas como Miley Cyrus o incluso una modelo en la última campaña de Zara no tienen pudor en exhibir las axilas tupidas. Ya Cameron Diaz en 2014 impulsó la corriente provello, en este caso púbico.

Ni mejor ni peor

“Si te depilas por estética, perfecto, pero que no te engañen con eso de que los cuerpos lampiños son más higiénicos, porque no es así. El vello que cubre el cuerpo cumple la función de protegernos de infecciones y evitar la pérdida de calor. Además, hay pelos especializados como el de la cabeza, que protege el cuero cabelludo del sol y el frío; las cejas, que protegen los ojos del sudor; el de la nariz, que filtra y bloquea polvo y bacterias, y el de los genitales, que nos protege de las enfermedades de transmisión sexual”, explica la dermatóloga y divulgadora Ana Molina en sus redes sociales.

¿Entonces es mejor dejarlo puesto o quitárselo? Le preguntamos a Isabel del Campo, dermatóloga del Instituto de Dermatología Integral (IDEI). “En realidad, no es más higiénico o menos tener vello corporal. El olor que se produce, por ejemplo, en axilas o ingles tiene que ver con la concentración de bacterias que se acumulan en estas zonas. Es cierto que si hay menos vello se retiene menos humedad y la proliferación de bacterias se reduce, lo que indirectamente podría disminuir el olor. Pero con buena higiene lo evitaremos, independientemente de que la zona esté depilada o no. De hecho, el vello sirve para que el sudor se quede retenido y no vaya a otras zonas del cuerpo, como ocurre con la espalda. Además, protege al cuerpo frente a las radiaciones solares y proporciona calor en climas o estaciones frías. Más bien es una cuestión estética”, concluye la dermatóloga. Apuntarse a la cuchilla o al láser tampoco influye en sudar más o menos: esto depende de la cantidad de glándulas sudoríparas en la zona.

Depilación y sexo, precaución

Si nos centramos en el pelo púbico y nos vamos al terreno íntimo, ahí sí hay que tener cuidado, pues como afirman las asociaciones de dermatología internacionales, este sí protege frente a posibles enfermedades de transmisión sexual. ¿Y qué hacemos, cuando la depilación que más se solicita en esta zona es la integral o la brasileña mínima expresión?

Al parecer, dice la dermatóloga, si ambas personas están depiladas aumenta la fricción en el momento de las relaciones, con lo se favorece la aparición de erosiones que actúan como puerta de entrada de posibles enfermedades; “Incluso utilizando preservativo, pues este no protege al 100% del riesgo de infección. Además, si la depilación se ha realizado hace 2 o 3 días mediante rasurado, pueden quedar pequeñas heridas por las que pueden penetrar microorganismos responsables de patologías, además de condilomas, como herpes, infecciones de hongos, impétigos e incluso sífilis”.

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Margarita Velasco

Láser, la mejor técnica

Si eres de esa mayoría que elige eliminar el pelo de su cuerpo, debes saber que no todas las técnicas son iguales. La maquinilla y la cera pueden irritar la piel, y el vello sale en un corto espacio de tiempo.

En cambio, el láser, sin ser definitivo, es duradero y menos agresivo, cuenta la Dra. del Campo.“Este actúa sobre el folículo piloso, debilitándolo para que, sesión tras sesión, se destruya. Sin embargo, a pesar de ser la técnica más duradera, no es definitiva, ya que ninguna lo es, siendo necesario acudir a sesiones de recuerdo. Los láseres más empleados para la depilación son alejandrita y diodo. Cuanto más oscuro y grueso sea el vello, más efectivo. Es fundamental, eso sí, que sea supervisado por un especialista en dermatología, que tras una revisión de la zona establezca la longitud de onda adecuada en cada caso. Tras cada sesión se recomienda utilizar cremas hidratantes en la zona depilada y evitar la exposición solar durante 2 o 3 días, así como las relaciones sexuales en el caso de que la depilación se haya realizado en la zona íntima”.