Activos para las marcas de acné y tratamientos de consulta para una acción total

Como es muy probable que pertenezcas a ese 80% de personas que tienen acné en algún momento de su vida, también lo es que de algunos granos te haya quedado cicatriz. Y esta sí que es difícil de eliminar. A veces, pasados los meses o incluso los años, y ahí sigue, como un mal recuerdo.

Es cierto que no se puede generalizar y que hayas tenido espinillas o comedones no significa que automáticamente quede señal, porque depende de nuestra piel, del tipo de acné y de cómo lo hayamos tratado, pero en muchas ocasiones aparecen socavones o incluso manchas.

La Dra. Ana Rodríguez-Villa, dermatóloga y directora médica de IMR Castellana, define y clasifica estas cicatrices de la siguiente forma: “Se producen por una pérdida del sustento dérmico y aparecen como resultado del proceso inflamatorio que daña la piel, rompe sus fibras y crea defectos en el relieve. La mayoría son cicatrices atróficas (deprimidas) que se clasifican en icepick (deprimidas, muy estrechas pero profundas, como a punta de lápiz), boxcar (en forma de cubeta, más anchas) y rolling (de morfología ondulada). En ocasiones pueden ser hipertróficas, es decir gruesas y palpables, sobre todo en escote y espalda. Por último también pueden producir pigmentación por el proceso inflamatorio y la manipulación, sobre todo en pacientes de piel oscura”.

Dejar huella

Es importante tener en cuenta que algunas personas son más propensas que otras a las marcas de acné, y además de cómo nos cuidemos, también interviene el componente genético. Según Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD, “cuando una piel está dañada trata de autorreparase, y al hacerlo deja una cicatriz detrás. Afortunadamente muchos brotes que son más superficiales se curan con el tiempo sin dejar marca, mientras que otros más profundos o virulentos pueden dejar una cicatriz. Precisamente por eso se aconseja evitar explotar granitos, ya que al hacerlo aumentan las probabilidades de lesiones”.

Cómo tratarlas en casa

No, no tienen que ser para toda la vida. Una vez que aparecen, pueden tratarse con los ingredientes cosméticos adecuados, que, según la Dra. Rodríguez-Villa, dependerán de lo que el médico especialista determine.

“Los tratamientos pueden llevar tiempo, a menudo semanas e incluso meses, antes de ver resultados significativos en las marcas de acné. El especialista adecuará la concentración, la frecuencia de uso y las pautas para evitar cualquier irritación o efectos secundarios, sin olvidar que el protector solar es crucial a diario cuando se usan los siguientes activos, ya que pueden hacer que la piel sea más sensible a la radiación UV y podrían producirse hiperpigmentaciones posinflamatorias en lo que inicialmente era una rojez”:

Niacinamida. Es una forma de vitamina B3 que puede ayudar a reducir la inflamación y la pigmentación, así como a mejorar la barrera cutánea. “Es un ingrediente suave, bien tolerado por la mayoría de los tipos de piel”, explica la dermatóloga.

Retinol. Se trata de una forma de vitamina A que puede ayudar a estimular la renovación celular y mejorar la textura de la piel. “En dermatología se usa para el tratamiento de las marcas de acné, porque reduce el grosor de la capa córnea, con lo que homogeniza un poco la piel y, más interesante, estimula la actividad del fibroblasto para que sintetice nuevas fibras de sostén dérmico”, cuenta la experta.

La contrapartida es que puede ser irritante para personas que no estén habituadas a su uso o que tengan alguna patología añadida que afecte a la barrera cutánea; aquí lo importante es comenzar con una pauta de retinización (es decir, de habituarse a su uso poco a poco) que haya sido validada por un especialista, según la patología y la potencia de retinol.

Ácido salicílico. Puede ser efectivo en el tratamiento de cicatrices poco excavadas o incipientes, según Ana Rodríguez-Villa, por el efecto peeling que genera, que permite alisar sutilmente la epidermis. Es un beta-hidroxiácido (BHA) que ayuda a exfoliar la piel, limpiar los poros y reducir la hiperpigmentación. También resulta eficaz para tratar el acné activo y prevenir futuros brotes, pues disminuye la producción de sebo.

Ácido láctico. Este alfahidroxiácido (AHA) exfolia suavemente la piel y puede mejorar la textura, la luminosidad y la apariencia de las marcas de acné. “Como punto a favor, puede ser menos irritante que algunos otros AHA, aunque también menos potente”, revela la doctora de IMR.

Antioxidantes como la vitamina C. Ayudan a prevenir y también a reparar, porque mejoran la síntesis de colágeno y elastina y también inhiben la producción de melanina, por lo que mejoran el tono y la textura, como cuenta Sonia Ferreiro, de Byoode.

Completan el tándem…

Hemos visto los ingredientes top contra las marquitas del acné, pero hay tres gestos cosméticos cotidianos de los que no nos podemos olvidar: higiene, exfoliación, porque renueva la piel y mejora la textura evitando la proliferación de algunas bacterias que producen acné, explica Natalia Abellán, directora técnica de la firma Ambari, y la mencionada fotoprotección diaria durante todo el año: “En el caso de las cicatrices, muchas veces nos encontramos una lesión posinflamatoria que ha dejado únicamente una rojez, y ¿qué puede ocurrir si no nos protegemos bien en esta fase? Que la exposición al sol podría producir hiperpigmentación posinflamatoria y oscurecerse”, aclara Ana Rodríguez-Villa.

Ya en consulta

Si los cuidados en casa se nos quedan cortos, urge pasar a los tratamientos sin procrastinar, ya que, como dice la dermatóloga “cuanto más precoces seamos en el tratamiento de las cicatrices, mejores resultados tendremos”. Estos son los que han demostrado mayor eficacia:

Láser. La elección del tipo de láser depende de la profundidad y el tipo de cicatriz, y también del tiempo de recuperación que el paciente quiera o pueda asumir.

Peeling químico. Puede mejorar la textura y el tono y suavizar las señales de granitos. Los de tipo superficial suelen utilizarse para las menos profundas y los de tipo profundo para las más pronunciadas.

Radiofrecuencia con microagujas y ultrasonido focalizado. “Ambos dispositivos son capaces de estimular la creación de colágeno y mejorar cicatrices y calidad cutánea. La primera lo hace mediante un cabezal que ejerce un efecto mecánico al perforar la piel con microagujas y el segundo envía calor a la dermis”, aclaran desde IMR.

Inyecciones de relleno dérmico. Por ejemplo, de ácido hialurónico. Se pueden inyectar en las hendiduras de forma temporal.

Cirugía de elevación. Se realizan pequeñas biopsias para quitar la cicatriz y se sutura la piel para unir los bordes. Es habitual en las cicatrices 'picahielo' o icepick.

Subcisión. Cuando el grano se cura, a veces la cicatriz queda anómala, con cuerdas fibrosas que tiran de ella y le dan un aspecto más hundido. En ese caso se recurre a la subcisión: se accede a la capa donde se alojan esos tractos fibrosos para que la cicatriz se desancle y tenga menos profundidad.

Eso sí, independientemente de la señal que nos haya quedado, hay algo que no solemos tener en cuenta: nuestra piel ha sufrido y necesita un plus. Para la doctora Rodríguez-Villa, “la lesión ha hecho que se destruya la estructura que sujetaba a la piel. Es como si le quitaran la mesa al mantel, este se va a hundir y va a quedar arrugado, por eso podemos apoyarnos en ácidos hialurónicos e inductores de colágeno que mejoren la calidad de la piel y le devuelvan tersura”, concluye.

Cosméticos a tener en cuenta

Midnight Renewal de Omorovicza. Es un sérum de noche con retinal, microalgas y un complejo regenerador.

Le Soin Noir Microconcentré de Givenchy. Tiene un gran poder antioxidante gracias a su Alga Vital, que resiste a las condiciones de los océanos, y también es superregeneradora.

Crema Hidratante Sensations Hydro Revitalizing de Casmara. Muy rica en vitamina C, A y E, en textura crema-gel, unifica el tono y estimula la creación de colágeno.

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