La verdad sobre las herramientas para quitar granitos

“Cuatro presillas, dos extractores afilados y uno curvo”. Podría parecer la descripción de una mesa de quirófano, pero no. Es un set de herramientas para acabar con espinillas, granos y puntos negros. Los promocionan en perfumerías y en páginas web como artículos nada traumáticos para la piel y de calidad profesional. Y los venden, teniendo en cuenta que entre el 80 y el 90 % de personas lo padece en algún momento de su vida, sobre todo en la adolescencia. También en redes como TikTok aparecen por doquier vídeos en los que algunos usuarios (de la misma franja de edad, claro) muestran cómo utilizar lo que popularmente se conoce como 'palitos para quitar espinillas'. El doctor Adrián Alegre forma parte del GEDET, grupo de Dermatología Estética y Terapéutica de la Academia Española de Dermatología.

Según el especialista, estas agujas para quistes y demás herramientas similares para lesiones de acné (quistes, quistes de Millium, comedones, abscesos) deberían ser de uso restringido para el dermatólogo o personal de enfermería entrenado en dermatología. “El acné es una patología inflamatoria y su tratamiento debe ser global: médico, cosmético y en algunos casos con técnicas como la eliminación de comedones. Muchas veces no es un problema de higiene, sino de generar un exceso de inflamación y de propagación del problema por exceso de manipulación de las lesiones”.

Dejando marca

Como dicta el sentido común, emplear objetos punzantes para pinchar o rebanar granos no solo puede generar más cantidad, sino también dejar marcas. “El exceso de manipulación es una de las principales causas de cicatrices a largo plazo. Únicamente debe realizarse la extracción de lesiones en fases residuales y cuando el acné esté en fase no inflamatoria. Por ejemplo: los quistes de Millium que quedan después de un brote, pero siempre tras el tratamiento médico”.

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Lo que está claro, y en eso coincide con la experta en estética Carmen Navarro, es que en casa no se debería de manipular ninguna lesión de este tipo, ya que al generar más inflamación de forma poco controlada se puede reactivar el acné o generar las mencionadas cicatrices. Además, como afirma la especialista, en algunos casos puede tratarse de granos internos, dolorosos y producir incluso quemaduras a nivel externo. “Al doler, la tentación es tocarlos, algo que hay que evitar. Lo que necesitamos es equilibrar y restaurar la zona para mantenerlos bajo control”.

En casa, esto sí

Sin embargo, no tocar los granitos en casa no equivale a cruzarse de brazos. Una buena higiene es fundamental. “Uno de los errores más comunes es saltarse la fase de limpieza, mañana y noche, o emplear maquillajes demasiado oclusivos o cosméticos inapropiados. Si dejamos residuos, células muertas, toxinas, las bacterias encontrarán su mejor caldo de cultivo. No olvidemos que el tabaco tampoco ayuda. Y que el estrés está detrás de muchos de los brotes de acné”, cuenta Carmen Navarro. Aconseja también evitar cremas que aporten exceso de grasa, pero sin olvidar que es clave mantener la hidratación. El uso del retinol es también importante, y ácidos como el azelaico y el glicólico contribuyen no solo a controlar ese brote de acné, sino también a provocar un cambio en la piel y a prevenir la aparición de nuevos brotes. Previa visita al dermatólogo, el tratamiento puede ser compatible con una limpieza profesional profunda, pero ojo: siempre en cabina. Suele incluir la aplicación de luz led azul con fines antibacterianos.