La espectacular casa de Isabel Preysler que acoge a Fernando Verdasco y a Ana Boyer: de su famosa piscina a sus últimas reformas

Este lunes, Bertín Osborne vuelve a entrar en la casa de Isabel Preysler para entrevistar a Fernando Verdasco y de paso hablar con Ana Boyer, con los que come en el jardín contándose anécdotas y preguntando por la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva, por los que acaban todos brindando. Ya había estado anteriormente hablando con la marquesa de Griñón y sus amigas.

Esta es la residencia del matrimonio en Madrid desde que el tenista se mudara a Doha, en Qatar, con su pareja y se deshiciera de su casa en la capital. Por eso, os mostramos cómo es la casa que la madre de Ana Boyer tiene en la lujosa urbanización Puerta de Hierro.

Hemos entrado en ocasiones en la mansión de Isabel Preysler gracias a sus hijas, que han mostrado en redes algunas de sus estancias, a algunas revistas y al mismo Bertín, que ya entrevistó allí a Tamara y ahora ha vuelto de nuevo.

Nada más entrar ya percibimos lo que Ana Boyer asegura de su madre, que es perfeccionista y se fija en todos los detalles. El suelo es cerámico y de grandes cuadros, entra luz natural, con la parte superior arqueada, y el mobiliario es elegante y clásico. Bertín reconoce que la casa sigue igual de bonita que la última vez.

Los grandes ventanales dan luz natural a las estancias principales de la casa, donde las mascotas encuentran su sitio. El exterior también es un remanso de paz en plena capital, en una de las mejores zonas de Madrid, muy cercana a la Dehesa de la Villa. Con grandes árboles y vegetación que protege del sol directo, Tamara nos ha mostrado el jardín, de más de 5.000 metros cuadrados. Aquel en el que comen Fernando Verdasco y su hermana Ana brindando por el próximo enlace familiar.

El tenista charla con el presentador de ‘Mi casa es la tuya’ con las piernas metidas en la piscina de Isabel Preysler, rodeada de esos grandes árboles, que son una de las partes más espectaculares de esta residencia. Que además cuenta con muebles de exterior para tomar algo o descansar al aire libre, cómodamente.

La piscina exterior no es la única de la casa, pues cuenta con una piscina interior que es, precisamente, el lugar favorito de Tamara Falcó, y donde se puede descansar o practicar algo de ejercicio (como hemos visto en ocasiones a la misma Ana Boyer practicando yoga en esta estancia). Además, cuenta con numerosos asientos para tomar el té con invitados, separados en diferentes zonas de descanso, cubiertas por grandes ventanales que dan al exterior.

Una casa donde los recuerdos abundan y las fotografías de la familia son parte de la decoración, como nos han mostrado Tamara o Ana. La casa en la que Fernando Verdasco reconoce que “Isabel nos tiene a cuerpo de rey”, como la perfecta anfitriona que ya demostraba ser la socialité en los anuncios de bombones.

Las estanterías están repletas de libros (no en vano fue la biblioteca de Miguel Boyer) en esta casa en la que los espacios son muy amplios y los suelos, con diferentes materiales y diseños, están cubiertos, en ocasiones, con grandes alfombras de estilo persa.

Una decoración clásica en la que las molduras en color blanco tienen gran presencia, además de la luz artificial que ilumina cada rincón de esta casa que sería un sueño para grandes lectores. Isabel ha mantenido una larga relación con el premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, que habrá disfrutado de dicha biblioteca.

Combinados con los muebles clásicos, Fernando cuenta a Bertín que la cocina de la conocida por muchos como Villa Meona, por sus catorce cuartos de baño, fue actualizada recientemente: “Cuando Tamara se hizo chef dijo: ‘Esta cocina hay que ponerla como Dios manda”. Una cocina muy amplia con una isla en el medio donde poder cocinar con gas y que cuenta con un céntrico extractor para que no huela la mansión a comida.

Como el resto de la casa, presume de grandes ventanales y puertas de cristal al exterior que le aportan luz natural y está decorada con muebles más modernos, sencillos y en tonos claros, con encimera de mármol. Una reforma que hacía falta, pues la última vez que vimos a Tamara en ella se veía más clásica.