Así es el interior de la casa de Carmen Lomana en Marbella

Es su segunda residencia y a ella acude la socialité siempre que puede. Con visita obligada en verano o en Semana Santa, esta amante de Marbella posee allí un magnífico ático del que nos ha mostrado algunas imágenes de su interior. Es muy habitual verla posando con sus looks en la gran terraza de la casa, que cuenta con una fuente de diseño clásico, con base hexagonal y mosaicos, de triple caño, decorando el patio del ático.

Pero no ha mostrado tanto la decoración del interior, que ahora hemos visto al detalle. Una residencia, que a pesar de ser de vacaciones, la colaboradora tiene decorada ricamente, hasta el último detalle, con influencias árabes y andaluzas en un estilo muy ecléctico, pero fundamentalmente clásico.

En la entrada vemos uno de elementos fundamentales a la hora de decorar de Carmen Lomana. Se trata de una colorida alfombra en tonos ocres y rojizos, que adereza la casa nada más entrar. Sobre ella, un banco con cojines a juego y un espejo. Al fondo, una puerta blanca pintada con motivos florales multicolores.

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Es de sobra conocido el amor de la socialité por las flores, con las que decora habitualmente su casa. Las paredes están pintadas en tonos fuertes, que contrastan con los suelos de mármol y los elementos decorativos.

En el salón, la gama de color es similar, con paredes en tonos terracota que contrastan con el blanco de las estanterías, los muebles hechos a medida y el gran sofá. De nuevo, una gran alfombra cubre el suelo, sobre la que hay una mesa baja llena de libros y revistas, con elementos decorativos, y alrededor de la que están el sofá blanco y un sillón de estampado étnico.

En las librerías no solo vemos libros y fotografías personales, también grandes velas aromáticas, un detalle que no falta en casa de Carmen Lomana. Tampoco algunas figuras decorativas y una pequeña escultura de estilo budista, que ocupa una parte principal del salón.

Las molduras de estilo mudéjar del techo y en forma de arco para separar estancias también decoran otras partes de la segunda residencia de Lomana, como el arco en color blanco que da paso a la casa desde la entrada. Entre los detalles, un gran espejo ricamente decorado de madera se posa sobre el sillón, con cojines étnicos y que Carmen denomina como estilo Al-Andalus.