Richard Quinn, el nuevo enfant terrible de la moda
Surgen nuevos nombres en la moda, y aunque este lleva cuatro años dando guerra entre bambalinas, merece que nos detengamos porque será uno de los grandes, seguro
A Richard Quinn le encumbró a la fama la reina Isabel II y no fue precisamente luciendo uno de sus llamativos diseño florales. Fue porque apareció por sorpresa en su desfile de la London Fashion Week en 2018. Ella como una influencer más, que lo es, se sentó en el front row del diseñador paralizando hasta las críticas de la que sería la mejor de sus colecciones. Dejando a editores y diseñadores de piedra, se colocó junto a la editora británica Anna Wintour. (Sí, británica aunque se la conoce por su labor en Estados Unidos).
Quinn empezó a presentar sus colecciones en 2016, después ganó 50.000 euros en el premio H&M al mejor diseñador, y lo demás ha sido ya una subida hasta los altares de Pierpaolo Piccioli, Daniel Craig o Simone Rocha.
¿Y por qué lo ponemos a este nivel? Simplemente porque la firma italiana Moncler lo ha hecho. Es el nuevo diseñador del proyecto de costura colaborativa 'Una casa, distintas voces', en el cual algunos de los mejores creadores del planeta convierten los increíbles plumíferos en vestidos de costura. Este proyecto ha vuelto a poner su nombre en la diana de la moda.
Londinense, nacido en un barrio del sudeste de la ciudad, este creador colorista estudió Diseño de Moda en la Central Saint Martins, la escuela de donde han salido los mejores diseñadores británicos. Una de sus madrinas fue Stella McCartney, que entre sus facetas más desconocidas está patrocinar a estudiantes que promueven la sostenibilidad en la moda.
Se especializó en impresión, de hecho, cuenta la leyenda que se compró unas cuantas máquinas para imprimir tejidos de segunda mano y montó un estudio en Peckham, ahí empezó todo. Se las alquilaba a grandes diseñadores como Burberry o JW Anderson.
Pero poco a poco empezó a lanzar su propio proyecto, que llamaba la atención por un valiente uso del color. Hoy, tan solo cuatro años después, ha sido seleccionado por Moncler Genius para su última colección y vende en Matches Fashion y Farfetch. Pero de lo que está más orgulloso dicen es de su labor altruista, permitiendo a los jóvenes diseñadores utilizar sus máquinas de impresión para ayudarles a crecer, tal y como él ha hecho. Un millennial poco común.
A Richard Quinn le encumbró a la fama la reina Isabel II y no fue precisamente luciendo uno de sus llamativos diseño florales. Fue porque apareció por sorpresa en su desfile de la London Fashion Week en 2018. Ella como una influencer más, que lo es, se sentó en el front row del diseñador paralizando hasta las críticas de la que sería la mejor de sus colecciones. Dejando a editores y diseñadores de piedra, se colocó junto a la editora británica Anna Wintour. (Sí, británica aunque se la conoce por su labor en Estados Unidos).
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