Toda la historia de la moda se expone en el Palais Galliera de París
Desde los voluptuosos vestidos a lo María Antonieta a las disruptivas creaciones de Comme des Garçons. El Museo de la Moda de la ciudad de París muestra por primera vez su colección tras su periodo de renovación
“La moda no es cíclica, pero mira al pasado y lo recupera”, nos cuenta Marie-Laure Gutton, co-comisaria de la exposición, justo en la sala donde se inicia la visita, frente a un Robe volante de 1730 y a un traje Comme de Garçons de 2019, entre los que se puede apreciar la similitud volumétrica.
'Una historia de la moda en el Palais Galliera' es la primera exposición de la colección del Museo de la Moda de la ciudad de París. Traza un recorrido cronológico con más de 300 piezas para explicar al visitante la evolución de la vestimenta desde el siglo XVIII a nuestros días, las cuales cambiarán hasta la clausura en junio de 2022.
Los archivos del Palais Galliera cuentan con 200.000 piezas. ¿Cómo ha conseguido el museo reunirlas? Su origen se remonta a la Sociedad de Historia del Vestido creada en 1907. Maurice Leloir, el fundador, fue un pintor, coleccionista y precursor de la historia de la moda, al que Gutton considera justo homenajear en esta muestra.
Leloir quiso que se ideara en París un museo del traje y durante cuarenta años organizó múltiples exposiciones en diferentes museos de la ciudad. Sin embargo, nunca lo consiguió. Ni siquiera con la donación a la Ciudad de París de la colección de 2.000 piezas de la Sociedad de Historia del Vestido, que quedó englobada en los archivos del Museo Carnavalet (Museo de Historia de la ciudad de París).
Esta donación constituyó el germen del museo donde se expone un siglo después. A pesar de que Leloir consideraba que en su Sociedad no debían ingresar mujeres fue una, Madeleine Delpierre, la que consiguió con una exitosa exposición en 1956 que se creara el Museo del Traje de París adyacente al Museo de Arte Moderno para llegar finalmente en los años 70 a instalarse en el Palais Galliera.
El trabajo de Leloir no se limitó al coleccionismo, sino que desarrolló varios proyectos de labor pedagógica, entre ellos doce tomos de 'Historia del traje de la Antigüedad a 1914'. Uno de ellos se expone junto a dos prendas centrales datadas de 1730 y que aparecen en el cuadro 'La Bienvenue', de Gustave Jean Jacques (1892).
La línea temporal, escenografiada con paneles de lino y una luminosidad adaptada a cada periodo, permite analizar y apreciar las sustanciales mutaciones de la indumentaria, siempre asociadas a cambios sociales, culturales, económicos y políticos.
La ruptura más drástica en la silueta fue la que experimentó la encorsetada vestimenta femenina a finales del siglo XIX. Obras maestras de Paul Poiret, las hermanas Callot, Jeanne Lanvin muestran la liberación del cuerpo gracias a los vestidos sin corsé, a la que contribuyó Gabrielle Chanel, objeto de la primera exposición tras la renovación de sus salas.
De los exóticos y decorativos locos años 20, la femenina sofisticación de los 30, los accesorios producto de la penuria en la época de la ocupación nazi, la explosión con el New Look en los años 50 y la alta costura seguida del prêt-à-porter hasta la exuberancia de los 80, la irrupción de los vanguardistas japoneses y los Seis de Amberes + Martin Margiela y los contemporáneos Rick Owens o Phoebe Philo.
Los archivos del Palais Galliera han aumentado gracias a donaciones privadas y al papel de Vogue Paris Foundation en la adquisición de creaciones de diseñadores contemporáneos, para algunos consideradas 'indignas' de entrar en un museo.
La historia de la moda nos llega a los visitantes gracias a los directores y conservadores, y para ellos hay un espacio en el que podemos ver su papel y las diferentes formas de exponer que han tenido desde 1977 hasta 2017. Año en el que la actual directora, Miren Arzalluz, tomó el relevo a Olivier Saillard, y que como confiesa Gutton no ha querido aparecer en este reconocimiento.
“La moda no es cíclica, pero mira al pasado y lo recupera”, nos cuenta Marie-Laure Gutton, co-comisaria de la exposición, justo en la sala donde se inicia la visita, frente a un Robe volante de 1730 y a un traje Comme de Garçons de 2019, entre los que se puede apreciar la similitud volumétrica.