De Sassa de Osma a Olivia Palermo: el nuevo posh es ahora el más extravagante

Ni mechas rubias ni jerséis de polo: las claves clásicas de la estética ‘posh’ ya no son las de antaño. De hecho, los nuevos iconos de la moda que encajan dentro de este mundillo vienen a demostrar que el mundo del pijerío estético es ahora el más divertido y extravagante. Sí: ahora las pijas apuestan por looks que huyen de la sobriedad, esa que, paradójicamente, se ha convertido en una de las bazas de quienes antes querían llamar la atención.

Basta con echar la vista atrás para pensar en cómo Olivia Palermo enamoró al mundo con su estética de Blair Waldorf y sus looks perfectamente conjuntados para comprobar cómo, en la actualidad, la socialité se ha transformado en la reina de la ostentación estética, de las mezclas de colores más insospechadas y del armario ‘peacock’.

Nada de abrigos camel ni de camisas blancas. Olivia posa ahora con un abrigo azul de estética ‘furry’ de Benetton, gorrito de estética 'après sky' de Ermanno Scervino, maxibotas de estética 'cyborg' de Stuart Weitzman, jersey de Rhode y bolso de Fendi. Sus looks han dado un giro radical en el que las combinaciones de estampados destacan y los colores se imponen frente a las tonalidades arena.

Sassa de Osma también ha venido a demostrar que no todo son perlas y aburrimiento en los armarios de las niñas bien. La diseñadora de una de las marcas de bolsos más atractivas del momento presume siempre de looks perfectos que si bien es cierto que nunca se exceden, no caen jamás en el olvido. Adora las siluetas amplias, los diseños de estética bohemia y hace de la burguesía chic su insignia estilística.

Trajes rojos de Sophie and Lucie combinados con un bolso burdeos de su propia marca, dos piezas florales de estética pijamera de uno de sus diseñadores de cabecera, Jorge Vázquez, y jerséis maxi de Falconeri combinados con faldas largas de estampados coloridos y deportivas son algunos de sus outfits 'neoposh'.

Qué decir de María de la Orden, que hace de cada look un auténtico editorial de moda en el que los complementos son tan relevantes como las prendas.

Sus abrigos son siempre coloridos, de siluetas diferentes y con motivos estampados ajenos a la uniformidad básica. Por si fuera poco, presume de estilazo junto a Blanca Miró, otro ejemplo de esta oleada de niñas bien con encanto y creatividad.

Combinar estampados es clave para la nueva generación posh-glam, y ella borda esta fórmula con este conjunto de patterns mini de Molli.

Su arte para combinar prints imposibles hace que las rayas diplomáticas más comunes se vuelvan atractivas, como ocurre cuando lleva este vestido camisero de rayas bicolores de la firma María de la Orden con una chaqueta de estampado bohemio con bordados de colores de Dior. Las niñas bien ya no quieren pasar desapercibidas, y por eso ahora los iconos de la burguesía 'it' se encargan de llenar nuestras redes sociales de color precisamente en la temporada en la que los grises, el negro y el camel reinan.