Por qué el bolso de marca (muy) usado es el nuevo símbolo del lujo

¿Recuerdas las imágenes de los 2000 de las Olsen paseando por las calles de Nueva York con sus inmensos bolsos Birkin de Hermès con claras señales de haber vivido más viajes y aventuras que el resto de los mortales? ¿Tienes en mente el vídeo de TikTok en el que Julia Fox muestra el Birkin que le regaló Ye ciertamente destrozado? Pues ahora lo que se lleva es lucir bolsos de lujo cuya estética deje bien claro que no han estado encerrados en un armario. TheRealReal, la web conocida por vender tesoros de lujo de segunda mano, decidió un día cambiar sus filtros y permitir que los usuarios intentaran vender también productos que tienen signos de haber sido (muy) usados, aunque, por supuesto, manteniendo su calidad. Los productos de este tipo se pueden conseguir por un 33% menos que los que están nuevos, por los que, sin duda, sirven de llave a quienes quieren acceder al mercado del lujo por primera vez con una compra especial. Decidieron poner en marcha esta nueva fórmula y comprobaron que la gente está más que dispuesta a hacerse con bolsos que han sido vividos.

“Una recesión potencial, un clima de crisis y un ambiente generalizado de inquietud son algunas de las razones por las que, al adentrarse en 2023, los consumidores están haciendo compras basadas en valores personales. Estamos viendo a muchas personas comprar de forma diferente, como por ejemplo rechazando bolsos de ultralujo por versiones más asequibles y diseños que han sido bastante utilizados para poder así expresarse mediante sus compras y la moda”, explicaba Rati Sahi Levesque, co-CEO y presidente de The RealReal. De hecho, del mismo modo que quienes no llevan bolso, como Anna Wintour, están en realidad presumiendo de clase, porque la ausencia de este accesorio demuestra que tienen tras de sí a todo un equipo capaz de darles todo lo que necesitan, llevar un Birkin con señales de haber sido usado manda el mensaje de que no se trata para quien lo tiene de una pieza tan especial, sino un elemento del día a día… ¿Y acaso hay algo más lujoso que poder convertir a uno de los bolsos más exclusivos del mundo en un complemento más?

Seguro que has visto a decenas de celebridades llevar sus bolsos de Hermès al gimnasio, como si fueran sus mochilas deportivas, e incluso ir a la playa con un bolso de ultralujo en el que guardar la toalla y el protector solar sin temer los efectos del sol ni la arena… Bueno, y sin tener miedo a un robo, aunque suponemos que para eso ya cuentan con sus pertinentes guardaespaldas mientras que el resto del mundo se muere de miedo cada vez que entra al mar y deja su teléfono escondido en su tote bag.

De hecho, fue en los años 80 cuando Jane Birkin le pidió a Jean-Louis Dumas, CEO de Hermès, disponer de un modelo mucho más grande que el diseño Kelly para poder meter en él todas sus pertenencias, y eso fue lo que hizo cuando nació el Birkin: emplearlo como un bolso más casi de batalla. Hoy esta fórmula regresa, y pese a que muchos se han sumado a ella porque abre las puertas del exclusivo mundo del lujo a quienes de otra forma no tendrían acceso a él, lo cierto es que cambia la manera en la que ver a los bolsos más prestigiosos.