Los zapatos virales del verano son de rejilla: de los botines de Chanel a las bailarinas Alaïa

Ha costado, pero cada vez más la industria de la moda y las marcas que habitan en ella diseñan pensando en nuestra comodidad. Atrás quedan las prendas y los accesorios complicados que, en la práctica, nos amargaban la existencia con patrones, siluetas y tejidos que, aunque dotados de belleza, no se prestaban a un uso y disfrute fácil. En esa nueva oleada, cualquier elemento puede convertirse en un aliado en clave 'comfy'. Hasta nuestros zapatos.

Parece increíble si miramos atrás y recordamos un pasado protagonizado por las hormas imposibles, las estructuras regias y los tacones de vértigo. A las puertas del verano, y sin hablar del papel que sandalias planas, mules o alpargatas ejercen en nuestros pasos pensando siempre en el bienestar, varios modelos diferentes con un rasgo común son tendencia en Instagram. Los zapatos virales son de rejilla, palabra de Chanel y de Alaïa. Dos enseñas que, a su vez, son estandarte eterno del savoir-faire francés y, aunque con precios y clientelas distintas, han conectado a cuenta de sus nuevos pares estivales.

La primera vez que los botines de Chanel se dejaron ver fue en el desfile de la colección primera-verano de 2023. Precisamente este calzado se convirtió en el común denominador de todos los looks que Virginie Viard, la diseñadora al frente de la dirección creativa de la maison, había ideado para aquel show. En realidad, y tomando ese material de rejilla, se vieron desfilar botas y botines; los últimos son el par que hoy lucen las insiders sobre el asfalto.

Tomando la silueta de los botines clásicos y básicos que conservamos en el armario, la francesa modificó su imagen al incorporar nuevos materiales a su corte. Fabricados con un tejido de malla con hilos metalizados, se parecen a los modelos elásticos que emulaban a los calcetines, pero en este caso, con un halo de glamour gracias al brillo que desprenden.

Como rasgos distintivos en la casa fundada por Coco Chanel en 1910, puntera redonda a contraste efecto charol, tacón cuadrado y, adornando la pala, una cinta negra con un minilazo y el logo de la firma. Inconfundibles y, al mismo tiempo, inimitables.

Con esos ingredientes tan particulares y a pesar de tratarse de unos botines, un calzado reservado a otras épocas del año como son otoño o invierno, se han hecho hueco en algunos de los zapateros más exigentes. No es de extrañar: su corte en red permite una continua ventilación y sensación de frescura a cada paso. Prescriptoras como Charlotte Groeneveld, toda una institución en las calles de Nueva York, los calzan acompañando sus minivestidos o pantalones capri. Sean cuales sean las prendas adheridas, gracias a su corte brillante de estética joya, los botines de Chanel, por cierto, bautizados por las expertas como Chanel Rhinestone (diamante), acaparan la atención a su paso.

En esa misma línea de diseño y sin ser competencia directa, las bailarinas de rejilla de Alaïa, otro 'must' entre las insiders. Para los que desconozcan el poder y la influencia que esta enseña juega en la industria, un breve recordatorio. Azzedine Alaïa desembarcó en París en 1957, primero se formó en la casa Dior y después con Guy Laroche y Thierry Mugler, antes de abrir su propio taller de costura a mediados de los setenta. Entre sus clientas, Arletty, Claudette Colbert y Greta Garbo, pero también Victoria Beckham o Michelle Obama. A él se le atribuye el descubrimiento de Naomi Campbell.

Con el fallecimiento del diseñador en 2017 y su desaparición en la alta costura, en 2021 el belga Pieter Mulier tomó las riendas creativas de la marca, devolviéndole el lugar que siempre había tenido. Hoy sus bailarinas cotizan al alza.

Apodadas por la firma como 'Ballerines en résille', al igual que los botines de Chanel, toman prestada la horma tradicional de las bailarinas parisinas y le pegan un cambio de imagen gracias al material: un tejido red con calados. Inspiradas en los zuecos japoneses y a la venta por 650 euros, su puntera es redonda, presentan una banda lateral con cierre de hebilla, refuerzo en el empeine y plantilla de piel en color natural.

Ideales para cerrar cualquier look de verano aportando comodidad, frescura y ese toque chic, hemos elegido dos ejemplos prácticos diferentes e igual de efectivos. El atuendo con vestido satinado de la danesa Jeanette Madsen o el estilismo con vaqueros, americana de cuero y camiseta básica de la alemana Beatrice Gutu.