La camelia de Chanel, protagonista de su desfile con Penélope Cruz y Carlota Casiraghi

Última jornada de desfiles en París. Tras unos días de desenfreno en la industria de la moda y un despliegue de propuestas (la gran mayoría) comerciales sobre la pasarela francesa, con Giambattista Valli, Victoria Beckham, Valentino, Stella McCartney o Loewe, hoy le tocaba el turno a Chanel. La legendaria casa fundada por Coco Chanel en 1910, elevada a los altares por Karl Lagerfeld y en la actualidad con Virginie Viard al frente de la dirección creativa, ha presentado su nueva colección para el otoño-invierno de 2023/2024.

¿El hilo conductor en esta ocasión? Su aún más legendaria flor: la camelia. En torno a ella, a su silueta y a su belleza pura, ha girado todo el show. Desde el previo al desfile en las redes sociales, pasando por la puesta en escena presidida en el centro por una gigantesca flor de color rojo, hasta llegar a los detalles incluidos en los looks, la camelia ha sido la estrella.

Horas antes del arranque del show, una presentación que, por cierto, no se ha retransmitido en streaming, el perfil de Instagram de Chanel se inundaba de posts que nos avanzaban lo que íbamos a ver. Eso y algo más: un fashion film dirigido por la pareja de fotógrafos Inez van Lamsweerde y Vinoodh Matadin, y protagonizado por Nana Komatsu, actriz y embajadora de Chanel. "Los movimientos de luz, las flores camelia y el blanco y negro, son el espíritu del desfile prêt-à-porter", rezaba una de esas publicaciones.

El desfile daba comienzo y, sí, el clásico binomio cromático tiñe los estilismos de la primera parte. Partiendo de estructuras sencillas y patrones depurados, Virginie Viard crea un imaginario de prendas estampadas y aplicaciones 3D en el que el logo de Chanel compite con la icónica flor.

Con especial presencia de otro clásico de la maison, el tweed, los tejidos varían en función de las piezas. Para los jerséis, punto grueso decorado con aplicaciones de plumas. En los trajes, no falla el tweed, que en esta colección incorpora hilos metalizados para elevar las prendas. En las faldas, vuelve el largo midi en modelos confeccionados con materiales acolchados. Cuero o charol para los abrigos y chaquetas, siempre en negro. Y en los vestidos, desde diseños mini satinados hasta otros más tapados en lana y, de nuevo, tweed.

La camelia se esculpe también los accesorios. Mocasines, botas, pendientes o collares, no hay un solo elemento en la nueva colección de Chanel que no cuente con una flor para demostrar que lo suyo es un homenaje en toda regla. En los bolsos, el 2.55 en rosa palo, modelos circulares y carteras de mano, siempre con la camelia.

Se empasta con materiales texturizados, con pantalones anchos bordados con paillettes en tamaño XS, jerséis, fantasía y, en general, destellos que aumenten su presencia en escena.

Del blanco y negro saltamos a otros tonos insignia de la casa de Coco Chanel: rojo, rosa, morado y granate, ni rastro de ninguno más. En la categoría de los estampados, los prints florales comienzan a competir con la pata de gallo, las rayas diplomáticas, los cuadros y los motivos abstractos.

Los hombros resaltan las figuras y están presentes en chaquetas (más emblemas), camisas, vestidos y así en cualquier parte superior que complete faldas extralargas o de bajo asimétricos y pantalones bombachos de largo capri. Imposición del 'total look' para el armario working que se nutre de conjuntos formados por americanas cropped, minifaldas, blazer y pantalones sastre.

En los atuendos más festivos, las superposiones se imponen como máxima en la línea de prêt-à-porter. Algunos ejemplos: jersey de cuello perkins y, encima, vestido satinado con abertura en la falda; blusa, top y pantalón, y hasta cuerpo, camisa de manga larga y falda semitransparente. Para la enseña francesa, vestir a capas será la máxima a seguir el próximo invierno.

Para sorpresa, de los allí presentes, estilismos que tienden hacia la corriente gótica, eso sí, bajo el prisma de la sofisticación y la elegancia que sienta las bases de Chanel. Vestidos en negro con retales de encaje, dúos de jersey y falda que se accesorizan con collares con cruces y cadenas, y prendas estampadas con flores en tonos grises.

Testigos de todo ello, un buen plantel de celebridades y, destacando, la actriz Penélope Cruz y la royal Carlota Casiraghi, ambas embajadoras de la firma.

Haciendo las veces de minivestido, la protagonista de 'En los márgenes' ha lucido un abrigo de tweed en tonos azules con escote en V, botonadura central, cinturón negro y plumas bordadas en la falda. En su mano, el objeto de deseo de la casa, el bolso 2.55 de color negro.

Por su parte, la hija de Carolina de Mónaco ha escogido un sencillo vestido negro de corte plisado y, sobre este, un abrigo masculino confeccionado en un tejido de tweed multicolor. Más notas coloridas en el calzado: unos zuecos de charol rojo descubiertos por delante con plataforma y tacón.