Virginie Viard hace un tributo al tweed en el desfile de Chanel

Virginie Viard presenta colección en unas semanas convulsas para el planeta y unos días especialmente aciagos para la marca. El viernes de la semana pasada, la maison francesa cerraba las 17 boutiques que tiene en tierras rusas en las que trabajan 371 empleados. “La seguridad de nuestros trabajadores es nuestra prioridad y nos mantenemos conectados con nuestro equipo local, que continuará recibiendo nuestro apoyo”, explicaba la compañía en comunicado publicado en LinkedIn. Tan solo horas después que Hermès, la firma de lujo decidía que sus tiendas en el país del Volga debían bajar las persianas.

Con unos pocos minutos de retraso, una característica que se ha repetido en todas las presentaciones de moda de estos días en la capital parisina, las creaciones de Viard han desfilado por un espectacular Grand Palais, que en esta ocasión se había ambientado en la naturaleza. La dirección creativa ha estado de nuevo en manos de Inez & Vinoodh. En el adelanto, la marca contaba: "Por el campo corre un río. A vista de pájaro, aguas misteriosas se encuentran como un espejo. Como en un sueño, aparece un puente de ladrillos y piedra, luego un viaducto arqueado y un poste indicador: River Tweed".

Hoy, en un martes gris para todos, los looks de tweed nos han recordado que 'the show must go on' o el espectáculo debe continuar. El color de un invierno que se augura optimista en el que el rosa que hemos visto en Valentino vuelve a brillar desde la enseña francesa. "Dedicar toda la colección al tweed es un tributo”, dice Virginie Viard. “Seguimos los pasos de Gabrielle Chanel a lo largo del río Tweed, para imaginar tweeds en los colores de este paisaje. Como el de un abrigo largo rosa jaspeado de azul y morado, o un traje burdeos con un delicado brillo dorado. Esto es lo que hacía Gabrielle Chanel en sus paseos por la campiña escocesa: juntaba helechos y ramos de flores para inspirar a los artesanos locales en los tonos que quería”.

Luego está su historia con el duque de Westminster, sus chaquetas que ella misma hizo. “No hay nada más sexy que usar la ropa de la persona que amas”, continúa Virginie Viard. “Por supuesto, estoy fascinada por este gesto siempre contemporáneo. Y es Chanel quien vuelve femenino el tweed”. Para la colección prêt-à-porter otoño-invierno 2022/23 de Chanel, presentada en un espacio del Grand Palais, Éphémère, completamente envuelta en tweed, hay chaquetas en colores psicodélicos, otras sutilmente masculinas o ligeramente oversize, pantalones en negro terciopelo, faldas ceñidas con calcetines largos y zapatos de tacón puntiagudo con minitacón de aguja en charol o lana bouclette, así como botas hasta el muslo en caucho negro o beis. “También estaba pensando en la Inglaterra de la década de 1960 y en las portadas de discos muy coloridas”, agrega Virginie Viard. Al permitir infinitas combinaciones de colores y materiales, el tweed es un código eterno para la maison: “Me encanta trabajar con él, no podría vivir sin él en Chanel”.

La salud ha llegado a la pasarela: unos minibolsos que imitaban colgantes parecidos a los antiguos pastilleros serán el próximo objeto de deseo de las millennials y las que no lo somos tanto. En cuanto a prendas, de todo, vestidos, trajes, faldas, pantalones, mil apuestas de todo tipo que recorrían las miles de opciones del punto y el tweed; también algún brillo nacido de detalles de lamé como la americana con forma de capa y lentejuelas en looks completos o bordadas en los suéteres.

Los accesorios han sido los protagonistas de una pasarela silenciosa por el punto y por la katiuskas que pisaban el río de tweed que ha instalado la maison. Kitten heels en búsqueda de una mujer cómoda, bonito homenaje en el Día de la Mujer Trabajadora.