Los orígenes de Chanel: la historia detrás de su 'total-look'

Ayer la presentación de Chanel de su colección de otoño-invierno 2022 en la Semana de la Alta Costura de París fue un homenaje y una reivindicación que tomaba inspiración de las mujeres más fuertes a lo largo de la historia, especialmente de la historia del arte, como Berthe Morisot. El feminismo es una seña de identidad de la firma francesa y uno de los principales valores que siempre defendió su fundadora, Coco Chanel.

La historia del conocidísimo ‘total look’ de Chanel esconde una gran cantidad de mensajes revolucionarios bajo sus telas, que estamos deseando poder desgranar. La silueta creada por Chanel marcó una era y consiguió deslegitimar la impuesta en la mujer que triunfaba en esos momentos. Sin embargo, el camino no fue fácil, la diseñadora francesa tuvo que realizar una enorme cantidad de sacrificios para ganarse por derecho propio su sitio en la historia de la moda.

Una historia feminista

Coco Chanel elaboró su ‘total look’ a través de signos y elementos opuestos a lo concebido como femenino en los inicios del siglo XX, y esta es su mayor aportación al mundo de la costura. La diseñadora tomó prestadas prendas y telas del mundo del deporte, del trabajo de las fábricas y de la indumentaria masculina, y así construyó el significado de su estilo. Este ensamblaje ha permitido en el tiempo otorgar un significado imperecedero a este diseño porque fue el encargado de definir la nueva feminidad.

Chanel se propuso rechazar la estética de los corsés y los cancanes, para ella la ropa debía basarse en la funcionalidad: debía permitirte caminar, moverte cómodamente, trabajar… “La ropa debe ser práctica y confortable. Apuesto a favor de una sociedad nueva. Hasta entonces se había vestido a unas mujeres inútiles, desocupadas, quiero vestir a mujeres activas, una mujer que pueda estar a gusto en su vestido, una mujer que pueda remangarse”, afirmaba.

La francesa se negó a hacer bolsillos pequeños, suprimió los botones decorativos y se preocupó especialmente de que las aberturas de las faldas permitieran que las piernas se moviesen libremente. Para favorecer aún más la libertad del cuerpo acortó las faldas, eligió el tejido de crepé por su elasticidad, eliminó el estrechamiento de los tobillos en los vestidos que impedían el libre movimiento, inventó el bolso en bandolera y trató siempre de que la espalda tuviese un cierto juego que permitiese agacharse.

Coco Chanel era feminista, era una mujer tremendamente avanzada a su época. El look de Chanel buscaba conquistar libertades individuales. “Inventé ropa deportiva, no porque las demás mujeres practicaran deportes, sino porque yo los practicaba. Hice moda por y para mí, porque he vivido la vida del siglo como la primera”, explicaba con el paso de los años.

La diseñadora construyó para ella misma una definición de identidad femenina única y acabó legándosela a la sociedad. Coco Chanel transmitió con su look una visión de vivir, una visión de ver la vida: modernidad, libertad y revolución serían las principales palabras para describirla. La francesa no solo reinventó la definición de mujer, sino que también aportó una nueva concepción del lujo y el glamour. Gabrielle no solo quería ser y estar bella, quería cambiar la historia.

Los básicos de Chanel

El propio heredero de la firma, Karl Lagerfled, repetía constantemente: “Existen signos de identificación inmediata de Chanel”. ¿Serías capaces de recordar cuáles son?

En primer lugar, en cuanto a las prendas: todo lo que tiene que ver con el mundo de los marineros. Coco veía en él una valentía digna de replicar en las mujeres. Eso sumado a la representación de la libertad encarnada en el mar completó su convencimiento para el uso de dicha estética. Y es que pocas prendas representan mejor el espíritu de Chanel que las chaquetas de corte marinero, creadas en 1913, o los jerséis a rayas, creados en 1916.

Como explicábamos, su relación con los deportes convirtió el cárdigan, asociado al golf, en otra de los signos más icónicos de la marca. Junto a ello su empeño por la comodidad femenina hizo que fuese la diseñadora que introdujo el uso del pantalón en la mujer en el año 1920.

Tampoco podemos olvidar que Chanel fue rechazada socialmente por decisiones como esta y la diseñadora se ganaba su vida con la moda. Por ello, para ganar dinero, sus clientas eran princesas y duquesas para las que confeccionó y creó el traje 'box' de tweed, de línea robusta y cuadrada, acompañado de jerséis y collares de perlas. Un diseño clásico, pero que a su vez conservaba su defensa de la ropa práctica.

Así fue como el tweed pasó a convertirse en una seña de identidad única de Chanel. El tweed es un tejido de lana áspera, cálido y resistente, que se obtiene girando juntas varias hebras de lana de diferentes colores en un hilo de dos o tres capas. Chanel lo empezó a utilizar gracias a su relación con el duque de Westminster que llevaba chaquetas de este material e inmediatamente, ella lo incorporó al vestuario femenino.

En el mundo de los accesorios destacan los zapatos de puntera negra, creados en 1957, con el objetivo de crear un diseño que le permitiera ir bien calzada siempre, pero que escondiera el paso del tiempo o la suciedad (de ahí la puntera negra), estilizara y combinase con todo. A este se suma el mítico bolso acolchado de cadena dorada, creado en 1955, conocido como el 2.55 de Chanel. La diseñadora lo diseñó para liberar a las mujeres de la esclavitud de los bolsos de mano, inspirándose en las bolsas que llevaban los soldados; es una pequeña cajita de piel acolchada de 20 centímetros de largo.

Una silueta única

Con estos elementos fue con los que Chanel creó una silueta propia compuesta por piezas y materiales muy concretos, que cobraban un gran sentido y valor en esos años 20-30 gracias a la oposición ejercida contra los estereotipos de la mujer. La silueta consiguió un despiece sobre el cuerpo femenino.

Aunque lo que conocemos como 'total-look' se refiere a un conjunto cerrado, la diseñadora francesa consiguió romper la idea clásica de este concepto porque la figura creada daba la posibilidad de distinguir las diferentes partes que la componen, pero dando a la vez una impresión general.

Esto es logrado gracias a la posición de las prendas que nos ofrecen un efecto visual de encerramiento en la forma general. La elección de la puntera negra de los zapatos en el suelo y el cabello corto o la cinta del pelo en la cabeza nos dan la sensación de algo completo.

Además, debemos recordar que la moda se relaciona con el entorno y el privilegio que se concede desde la marca a la línea, debido al famoso ribeteado del traje de chaqueta o la precisión de los pliegues, refuerza la segmentación general que asegura la delineación de la silueta y situación del espacio. Esto es potenciado por el cromatismo de Chanel que se basa en colores que crean una calidad absoluta como el beis, el azul marino, el blanco, el rojo y, por supuesto, el negro.

La silueta de Coco Chanel representa un hermoso ejemplo de constancia y de perseverancia, que ha sido sometida a un proceso de enriquecimiento progresivo. Esta es el ejemplo de como dar un testimonio ético a través de una profesión y, sobre todo, a través de los años. Una 'ética del mantenimiento' que también se manifiesta en la rigidez de las figuras gestuales de las modelos de la marca: los hombros rectos y la espalda derecha. Solo así pueden entenderse las formas de los diseños, su combinación, los materiales y la manera de tratarlos gracias a un corte y a una caída determinados.

Parece contradictorio que una figura tan rompedora haya encontrado en el esa idea de 'continuidad' una vía de expresión, pero es que, para Chanel, el mantenimiento no era sinónimo de negación de la libertad. Al contrario, el estilo Chanel se define gracias a la complementariedad entre libertad y continuidad. Una libertad femenina realizada a inicios del s. XX que se encuentra dentro de las prendas del look y una 'ética del mantenimiento' que reside en el mensaje que lanza el estilismo y que une así los diseños del siglo de historia de la marca. El de Chanel resulta ser así fruto de un trabajo de combinación y adaptación de signos de orígenes y épocas diversas de trabajo, que han continuado tras su muerte.

“Chanel creó con su look un mito a través del pensamiento salvaje. Parece que lo que importa siempre es trabajar con lo anterior para extraer de ello un sentido nuevo y volver a poner en funcionamiento una máquina de significado. La moda puede pasar de moda porque es un problema de signos; sin embargo, el look es imperecedero porque es una estructura que ha sido elaborada sin tener en cuenta sus características históricas ni su utilización original. Por ello el ‘total look’ de Coco Chanel sigue siendo historia”, sentencia Jorge Lozano, semiólogo especializado en moda, en su libro 'Moda: el poder de las apariencias'.