Abrimos el armario de la serie sobre Balenciaga: alta costura, vestidos para soñar y un gran reto

Por su personalidad introvertida, seguramente, a Cristóbal Balenciaga no le habría entusiasmado tanta atención mediática. El maestro entre los maestros está más de moda que nunca. Su vida, su legado y su visión son objeto de estudio continuo y justificado. Un libro, 'El enigma Balenciaga' (Plaza y Janés), de María Fernández Miranda; una serie, y ahora una exposición. Ligada directamente al inminente estreno de Disney+ (será el próximo 19 de enero cuando por fin podamos visionar los seis capítulos), el Real Jardín Botánico de Madrid acoge una muestra que recopila los trajes que desfilarán capítulo a capítulo. Unos looks recreados por Bina Daigeler y Pepo Ruiz Dorado, los diseñadores de vestuario, y que son fieles a la obra del maestro.

Con Alberto San Juan metido en la piel del diseñador vasco, y Aitor Arregi, Jon Garaño y Jose Mari Goenaga a cargo de la dirección, la serie creada por Lourdes Iglesias y producida por Disney+ arranca su relato en 1937, cuando Balenciaga presenta su primera colección de alta costura en París. Guiado por su obsesión por el control en todos los aspectos de su vida, terminará por definir su estilo convirtiéndose en uno de los diseñadores más importantes de todos los tiempos.

Como un protagonista más del rodaje, el vestuario que envuelve a los personajes y que representa la obra, década a década, del vasco bien merecía una exposición. Detrás de cada prenda, de cada accesorio, además de una minuciosa labor de documentación, están Bina Daigeler, nominada a un Premio de la Academia en la categoría de mejor diseño de vestuario por la película de acción real 'Mulán', y el figurinista Pepo Ruiz Dorado. Creados a partir de los bocetos originales del diseñador, de sus patrones y tirando del archivo de la casa de moda, se respira, se ve y se siente el alma Balenciaga.

Antesala del estreno de la serie el 19 de enero, una fecha que coincide casi con el nacimiento del modisto, el 21 de enero de 1895, la exposición que recoge esos trajes (gratuita e incluida con la compra de la entrada general al Real Jardín Botánico) estará abierta un mes. ¿Nuestra recomendación? Por supuesto, no perdértela y, al mismo tiempo, deleitarte con el viaje en el tiempo por la historia Balenciaga que nos regalan Daigeler y Ruiz Dorado.

"Si Balenciaga viera la repercusión actual que ha generado su figura y su trabajo, estaría asustado. También creo que si fuera capaz de ver el amor que hemos puesto, lo apreciaría. Para nosotros era importantísimo reflejar el oficio de la alta costura para que no se pierda con el paso del tiempo y presentarla como contrapunto al 'fast fashion', ese tipo de moda que tanto consumimos ahora", explica Bina Daigeler para Vanitatis.

El viaje en el tiempo que sumerge al visitante de la muestra comienza en 1937. "Tardamos tiempo en decidir qué vestidos de esa época recrearíamos para el vestuario de la serie. Hablamos del principio de su creatividad y, como tal, todavía no había creado modelos icónicos, aunque sí tenía algunos trajes más interesantes que otros", cuenta la diseñadora de vestuario al inicio de la visita.

Uno de los inconvenientes que acompañó a Daigeler y Ruiz Dorado durante este proceso fueron los tejidos. "Encontrar las telas adecuadas para dar forma y vida a las recreaciones de la época fue muy difícil. No solo por el material en sí, también por el peso y la calidad que distinguían a aquellos trajes que Balenciaga creaba", argumenta la alemana. Aunque este no fue el gran reto al que tuvieron que hacer frente.

"El tiempo. Debemos señalar y entender que estábamos reproduciendo prendas que en el pasado elaboraba con detenimiento un gran equipo de patronistas y costureros. Nosotros nos hemos tenido que regir a los tiempos que marcaba el rodaje que, como en todas las producciones, posee unas directrices concretas. Aun así, hemos tenido el suficiente apoyo por parte de Disney y nosotros, como profesionales, hemos batido récords. Nuestra labor comenzó con el estudio de las prendas, entender cómo se habían construido y, después, poder reconstruirlos siendo fieles a los originales", confiesa la experta en vestuario.

Un resultado que queda expuesto en las diferentes salas. Del vestido de novia que Balenciaga creó para la reina Fabiola de Bélgica, pasando por diseños legendarios con nombres propios como el vestido con bajo 'Pavo real', la silueta 'Globo' o el traje 'Tulipán', hasta los favoritos de Bina Daigeler, los modelos de luto.

"Para nosotros ha sido un regalo poder recrear el vestuario de la serie. Los vestidos de alta costura, los trajes que lleva Alberto San Juan, de otros personajes influyentes en la moda que conviven con Balenciaga, como son Christian Dior o Coco Chanel, cada puntada ha sido un regalo", admite la alemana.

Nacido en 1895 en Guetaria, un pequeño pueblo pesquero del País Vasco, Cristóbal Balenciaga descubrió el mundo de la moda de la mano de su madre, una costurera que contaba con clientes de las familias más elegantes y nobles de la zona. En 1917, a los 22 años, estableció su primer atelier en San Sebastián, para posteriormente abrir nuevos talleres de costura en Madrid y Barcelona, antes de mudarse a París en 1937, donde entró en contacto con una clientela cosmopolita de enorme importancia social, económica y cultural.

Balenciaga fue uno de los diseñadores más grandes de la historia y su personalidad reservada y esquiva es hoy tema de interés. De hecho, una de sus mayores proezas fue que solo dio dos entrevistas a los medios durante sus 50 años de carrera. Balenciaga lideró una revolución en la moda, y su habilidad de precisión y perfeccionismo le valieron la admiración de famosos coetáneos y compañeros de profesión.