Pamelas gigantescas, oda al tejido vaquero y Gigi Hadid: el cambio de Chanel para la próxima temporada

En 1913, Gabrielle Chanel inauguró su primera boutique en Deauville, una localidad francesa situada en la región de la Normandía. Con la camiseta de rayas marinera, el tweed o el punto, aquel establecimiento marcó el comienzo de un estilo sencillo y audaz, que, con el paso del tiempo, se ha convertido en un icono. Un icono de moda y en la inspiración de Virginie Viard para la colección otoño-invierno 2024/2025 que han presentado hoy en el marco de la Semana de la Moda de París. "Una carta de amor a Deauville: el ambiente romántico y cinematográfico de Deauville, un lugar muy querido para Chanel, marca la pauta para el desfile prêt-à-porter", explica la maison en sus redes sociales.

Para esta colección, la firma fundada por Coco Chanel en 1910, ha contado con Claude Lelouch, un reputado cineasta francés a cargo del 'fashion film' que acompaña a las prendas y que han bautizado 'A Man and a Woman'. Como actriz, la modelo sueca Vivienne Rohner, un rostro habitual en los desfiles de la maison, y en la fotografía, Inez & Vinoodh.

Deauville es además el nombre de uno de sus perfumes y se entiende que, con este histórico tan trascendente, tarde o temprano, fuese objeto y objetivo de una colección.

En este contexto, sorprende el cambio de rumbo que hemos visto a lo largo del desfile. Hay tweed, el tejido por antonomasia, pero este material rústico empleado por Coco Chanel para dar forma a sus prendas más ilustres, cede espacio para albergar una gran colección que rinde homenaje el vaquero. Protagonista el denim e igual de estrellas, las pamelas gigantescas, las dos novedades que nos esperan para el próximo otoño-invierno según Chanel.

El denim se presenta en su versión más popular, los pantalones vaqueros, pero también en sobrecamisas, chalecos o pantalones de corte culotte. Se llevan en total look, es decir, vaquero sobre vaquero, o acompañado de prendas invernales como jerséis de punto, chaquetas de tricot y abrigos largos con efecto tie-dye.

Otro apartado especial para hablar de las pamelas. Emulando a aquella mujer que vivía y transitaba por el Deauville de 1913, gran parte de las modelos han portado unas pamelas gigantescas que han acaparado toda la atención de los allí presentes. En una variedad de colores que arranca con suaves como el rosa palo y el verde menta, para saltar a la escala de grises y los blancos, y terminar en los negros. Como nexo común, además del tamaño, la forma y el material, un broche joya en la parte frontal.

Si seguimos con los accesorios, Chanel apuesta por las botas 'over the knee' confeccionadas en ante marrón con la puntera negra a contraste, cinturones de piel y terciopelo para llevar sobre los abrigos, guantes de ópera con costuras fruncidas, collares que presumen de la camelia y otros con varias vueltas, y como otra opción de sombrero, la boina.

Al margen del tweed y el tejido vaquero, el otro material que destaca es la piel de doble vuelta. Viard emplea este tejido para los abrigos y los bolsos, otorgándoles a estos últimos una nueva imagen.

Los estampados que evocan paisajes se reflejan en prendas de punto, mientras que los cuadros se mantienen fieles al tweed y los bordados de flores en clave joya decoran los looks más nocturnos.

Casi al final, el negro impregna la colección. Con vestidos satinados de escote en pico y faldas fluidas, en conjuntos de blusa y pantalón de estética lencera, monos de piel de corte utilitario, trajes de chaqueta fabricados en tejidos fantasía, pantalones por encima de la rodilla en jacquard brillante y cuerpos bordados con pedrería en el mismo tono.