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Gabriella Cortese, la diseñadora que adora Eugenia Martínez de Irujo: "Me hace muy feliz vestir aristócratas"
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ENTREVISTA

Gabriella Cortese, la diseñadora que adora Eugenia Martínez de Irujo: "Me hace muy feliz vestir aristócratas"

Hablamos con la creadora de una marca que trasciende la edad, como demuestran sus musas —de Lou Doillon a Kate Moss— y que se adapta con la misma gracia a una alfombra roja que a una fiesta al atardecer

Foto: Eugenia vestida de Antik Batik (Instagram)
Eugenia vestida de Antik Batik (Instagram)

Pocas diseñadoras pueden presumir de haber creado una firma con una estética tan coherente y reconocible como Antik Batik. Desde que Gabriella Cortese fundó la marca en 1992, su universo se ha mantenido fiel a una visión bohemia refinada, donde el espíritu libre se envuelve en tejidos lujosos y detalles artesanales. Criada en Turín, pero formada a través de incontables viajes, Cortese convierte cada colección en una bitácora emocional, donde la seda impresa a mano o los bordados minuciosos dialogan con cortes que evocan otras épocas y del que son fans muchas mujeres de la alta sociedad española, pero sin duda su mayor valedora es Eugenia Martínez de Irujo.

Foto: Eugenia Martínez de Irujo en una foto de archivo. (Gtres)

Con Antik Batik no se lleva una prenda, se habita un recuerdo: del Sudeste Asiático a la Viena de Klimt, pasando por un Marrakech imaginado en technicolor. Es ropa que trasciende la edad, como demuestran sus musas —de Lou Doillon a Kate Moss— y que se adapta con la misma gracia a una alfombra roja que a una fiesta al atardecer. Cortese ha demostrado que la sofisticación no está reñida con el desenfado, y que el lujo puede (y debe) tener alma. Ahora, tras más de treinta años vistiendo a la mujer bohemia contemporánea, la diseñadora se atreve con su primer gesto hacia el armario masculino. Hablamos con ella.

¿Cómo nació y cuál fue tu motivación inicial para crear la marca?
Antik Batik nació en 1992, pero en realidad las semillas se plantaron mucho antes. Crecí en Turín con una abuela húngara que me enseñó a bordar, y siempre me ha fascinado la artesanía. En mis veintes, viajé mucho por la India, Bali y Sudamérica, y quedé cautivada por la belleza de lo hecho a mano. Mis primeras piezas fueron pareos de batik que hice en Bali. Se agotaron casi al instante. Fue entonces cuando me di cuenta de que había un lugar en la moda para la artesanía, los viajes y la emoción. Quería crear algo íntimo, artesanal y con significado. Algo que perdure.

placeholder Gabriella Cortese, fundadora de Antik Batik (Cortesía)
Gabriella Cortese, fundadora de Antik Batik (Cortesía)

¿Qué papel ha jugado tu herencia multicultural en el desarrollo del estilo distintivo de la firma?
Ha sido fundamental. Soy italiana, con raíces húngaras, y siempre me he sentido conectada con muchas culturas a la vez. Mi corazón late por los bordados de Europa del Este, los colores vibrantes de la India, los rituales meditativos del batik en Indonesia. Creo que este mosaico interior de identidades se ha traducido naturalmente en Antik Batik. Mis diseños son un diálogo entre los lugares que he visitado y la mujer que soy: bohemia, romántica, siempre en búsqueda.

Comenzó con accesorios y pareos, luego llegaron los caftanes, las túnicas y, con el tiempo, las colecciones completas de prêt-à-porter

¿Recuerdas la primera prenda o colección que marcó un punto de inflexión en tu carrera como diseñadora?
¡Absolutamente! Mis primeros pareos de batik fueron un éxito, pero fue la colección Otoño/Invierno 2008 la que realmente marcó un antes y un después. Me inspiré en Europa Central: terciopelos, hilos dorados, Klimt y el movimiento Secesión. Fue una propuesta atrevida, sin disculpas, rica en detalles. Fue entonces cuando sentí que la gente empezaba a entender qué representaba realmente Antik Batik: una moda más profunda, emocional.

La artesanía es clave en tus diseños. ¿Cómo seleccionas a los artesanos y talleres con los que colaboras?
Viajo varios meses al año para conocer directamente a los artesanos. Todo se basa en la conexión y el respeto. He trabajado con muchos de los mismos talleres durante más de 30 años, especialmente en India, Bali y Perú. Hablamos el mismo idioma: el del trabajo manual, el detalle, el tiempo. Busco maestría, pero también alma. Quiero saber quién está detrás de cada pieza: su familia, su pueblo, su historia.

placeholder Antik Batik (Cortesía)
Antik Batik (Cortesía)

¿Cómo ha evolucionado la identidad de la marca desde sus inicios hasta hoy?
Comenzó con accesorios y pareos, luego llegaron los caftanes, las túnicas y, con el tiempo, las colecciones completas de prêt-à-porter. Con los años, la marca se ha vuelto más estructurada, quizá más parisina, pero siempre he mantenido la esencia: los viajes, la riqueza artesanal, la feminidad. Hoy incluso estamos reeditando piezas icónicas de los primeros tiempos, como los bestsellers para el 30.º aniversario en 2022. Es hermoso ver cómo esas piezas siguen resonando.

¿Cuál ha sido la inspiración principal detrás de la colección de esta temporada?
Para Primavera/Verano 2025 me guie por el anhelo de paisajes bañados por el sol y una sensualidad ligera, esa sensación de piel dorada, sal en el aire y libertad total. La colección nació de este deseo de crear algo a la vez etéreo y rotundo. Diseñé un guardarropa que se siente ligero, pero con carácter, con siluetas cortas, volúmenes boxy y proporciones lúdicas. Minifaldas y pantalones cortos sastre revelan lo justo, celebrando la feminidad sin restringirla. Es una colección que captura una elegancia libre, luminosa y en sintonía con el cuerpo.

¿Qué materiales y técnicas tradicionales destacan en esta propuesta?
Como siempre, la artesanía es el alma de mi trabajo. Esta temporada, cada pieza se realza con bordados intrincados, delicados, precisos y completamente hechos a mano. He elegido tejidos ligeros y transpirables como voile de algodón, popelina y organdí bordado, materiales que juegan con la transparencia y el movimiento. Tienen una sensualidad sutil, una suavidad casi etérea. Los accesorios están igual de trabajados: rafia trenzada a mano, cuero repujado, algodón acolchado y bolsos joya con cuentas. Cada uno es un pequeño tesoro artesanal. Es en estos detalles cuidados donde realmente cobra vida el espíritu de nuestra marca.

Pienso que hay algo en nuestra enseña que resuena con la elegancia y el sentido del legado que las aristócratas valoran

¿Qué importancia tiene la sostenibilidad en el proceso creativo y de producción?
¡Es esencial! No como una tendencia, sino como una filosofía. Siempre he creído en producir menos, pero mejor. Trabajo con talleres a escala humana, muchos de los cuales conozco desde hace décadas. Pagamos justamente, no sobreproducimos y priorizamos las fibras naturales y las técnicas lentas. Para mí, la sostenibilidad se trata de respeto: por las personas, por el tiempo que toma crear y por el planeta.

¿Cómo consigues mantener el equilibrio entre lo bohemio y lo sofisticado —dos cualidades profundamente presentes en tus piezas?
Esa es exactamente la danza que me encanta. Bohemio no tiene por qué significar descuidado. Para mí, se trata de libertad, pero con refinamiento. Utilizo estampados artesanales y siluetas sueltas, pero los combino con cortes estructurados, forros de seda, acabados a mano. Es esta tensión entre lo salvaje y lo elegante lo que nos define. Puedes llevar un caftán de lentejuelas con pantalones cargo. ¿Por qué no?

¿Crees que el universo de tus diseños ha influido en otras marcas o tendencias actuales?
Sí, lo creo. Cuando empecé, casi nadie hablaba de artesanía o slow fashion. Hoy ves estampados block print y toques artesanales por todas partes, incluso en el fast fashion. Es halagador, por supuesto, pero opino que lo que distingue a Antik Batik es la autenticidad. Siempre hemos apostado por lo real, no como estética, sino como misión.

¿Qué papel ha jugado la figura femenina en tu estética y visión empresarial?
Todo lo que hago es para mujeres. Mujeres reales que viajan, que sienten, que quieren expresarse a través de lo que visten. La figura femenina, con sus curvas, su suavidad, su fuerza, inspira cada silueta. Además, dirijo la marca con un equipo mayoritariamente femenino. Hay una especie de hermandad detrás de Antik Batik. Creo que por eso tantas mujeres se conectan emocionalmente con la marca.

placeholder Antik Batik (Cortesía)
Antik Batik (Cortesía)

¿Eres consciente de que muchas aristócratas españolas adoran tu marca? ¿A qué crees que se debe esta conexión especial?
¡Sí! Y me hace muy feliz. Pienso que hay algo en nuestra enseña que resuena con la elegancia y el sentido del legado que ellas valoran, pero también con un deseo de individualidad y de viajar. Mis piezas están llenas de detalles, hechas con tiempo y cuidado. Quizá por eso encajan tan bien en un armario refinado.

¿Qué desafíos enfrentas hoy como diseñadora independiente frente a las grandes casas de moda?
Muchísimos. Ser independiente significa cargar con todo: creatividad, finanzas, logística... Pero también hay libertad. No tengo que comprometer mi visión ni mis valores. He aprendido a ser ágil, a construir estrategias multicanal sólidas y a apoyarme en lo que nos hace únicos.

Viajo varios meses al año para conocer directamente a los artesanos. Todo se basa en la conexión y el respeto

¿Cuál ha sido el momento más emocionante o decisivo en la historia de la enseña?
La verdad, ha habido muchos. La primera vez que vi a alguien llevando mi pareo en la playa. Nuestra expansión internacional. Pero quizá lo más conmovedor fue el 30.º aniversario: mirar atrás y ver a todas las mujeres que han vestido mis prendas, a todos los artesanos con los que he trabajado. Fue como cerrar un círculo.

¿Qué sueños o proyectos te gustaría cumplir a corto o largo plazo con la marca?
Me encantaría expandirme más hacia el mundo del hogar —ya diseño cojines y mantas—, y quiero hacer más. También sueño con volver a lanzar una línea para niños. Pero, sobre todo, quiero seguir explorando, descubriendo nuevas técnicas, nuevas colaboraciones, nuevas historias que contar. Antik Batik es un viaje sin fin. Espero que siempre siga siéndolo.

Pocas diseñadoras pueden presumir de haber creado una firma con una estética tan coherente y reconocible como Antik Batik. Desde que Gabriella Cortese fundó la marca en 1992, su universo se ha mantenido fiel a una visión bohemia refinada, donde el espíritu libre se envuelve en tejidos lujosos y detalles artesanales. Criada en Turín, pero formada a través de incontables viajes, Cortese convierte cada colección en una bitácora emocional, donde la seda impresa a mano o los bordados minuciosos dialogan con cortes que evocan otras épocas y del que son fans muchas mujeres de la alta sociedad española, pero sin duda su mayor valedora es Eugenia Martínez de Irujo.

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